Di Gresia, el cerebro del ajuste sciolista

Di Gresia, el cerebro del ajuste sciolista

El economista Luciano Di Gresia fue el elegido por Daniel Scioli para auditar los gastos generados por licencias y suplencias.

Es considerado uno de los leales al Gobernador y fue el artífice de las últimas medidas de ahorro que tomó la administración provincial. Mantiene un perfil técnico y responde directamente a Rafael Perelmiter el principal asesor en asuntos económicos y financieros del ex motonauta.

Decidido a profundizar el control de los gastos en personal, Daniel Scioli volvió a apostar a un economista con perfil técnico para llevar adelante una optimización de las suplencias en el personal estatal bonaerense. Se trata de Luciano Di Gresia, un economista leal al Gobernador que reporta directamente al Economista de confianza del Gobernador: Rafael Pelermiter.

Di Gresia dejará la poderosa Secretaría General para quedar al frente de la secretaría de Coordinación Institucional, una estructura creada a fines del año pasado con el sólo objetivo de contener a Eduardo Camaño dentro del gabinete.

Desde ese lugar, sin poder dentro de la macro estructura provincial, pero con la venia y la confianza directa de Scioli, Di Gresia encarará junto a Walter Carbone -un funcionario que responde a Alberto Pérez- el anunciado Plan Integral de Presentismo.

El economista responde al contador personal y principal asesor en asuntos económicos y financieros del Gobernador, Rafael Perelmiter. Este último fue ministro de Economía durante el primer tramo de gestión Scioli en la Provincia y luego estuvo al frente de Arba cuando Santiago Montoya quedó afuera del organismo tributario. Hoy integra el directorio del Banco Provincia.

Perelmiter conoce al Gobernador desde que llevaba las cuentas de Casa Scioli, su empresa de electrodomésticos.

En ese contexto, Di Gresia capitaliza la confianza de Scioli. Fue el artífice de las últimas medidas de ahorro que tomó la administración en medio del conflicto por los fondos con el gobierno nacional. Por entonces estaba al frente de la Secretaría General un lugar clave por estos días que ahora quedará al frente de Camaño.

Esa dependencia es el filtro por el que pasan indefectiblemente los expedientes que requieran gastos de gestión de las otras secretarías. Así como los Aportes del Tesoro Provincial (ATP) que se distribuyen a discreción entre los municipios. Allí se autorizan erogaciones de la mayoría de las Secretarías que no dependen de los ministerios.

En este esquema, los poderosos directores generales de Administración (DGA), en definitiva los responsables de autorizar gastos en las diferentes dependencias se deben reportar con el organismo.

“En la Secretaría General siempre se nombra a alguien de la familia”, dice a La Política Online una fuente de la gobernación bonaerense como para graficar la importancia de esa área. En realidad la frase es litera: Cuando asumió al frente de la gobernación, Scioli designó allí a su hermano José “Pepe” Scioli.

Las críticas al kirchnerismo lo alejaron del gobierno y desembarcó para encontrar un lugar junto al armado de Francisco De Narváez y desde entonces muchos lo consideran un “doble agente”.

Tras la salida de su hermano, el Gobernador designó a Javier Mouriño, un funcionario que venía de la presidencia de Ioma. El funcionario tuvo a su cargo la culminación del techado del Estadio Único una obra que se extendió más de lo esperado y que dejó expuestas las falencias de la Provincia en esa gestión.

El esquema se repite en gobiernos anteriores: Carlos Ruckauf tuvo allí a Esteban Caselli un hombre de extrema confianza. Era a fines de 1999 cuando "el obispo" dejaba el cargo de embajador en el Vaticano para desembarcar en la Provincia.

En tanto, Felipe Solá tuvo a quien por entonces era su cuñado, José María “Toco” González Fernández.

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