Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, mostró su apoyo a Turchinov y señaló que el referendo autonomista de Crimea viola la constitución de Ucrania. Además, remarcó que promoverá sanciones a Rusia, por violar el acuerdo bilateral con EEUU de 1994.

"La propuesta de referéndum sobre el futuro de Crimea violaría la Constitución de Ucrania y violaría el derecho internacional. Cualquier discusión sobre el futuro de Ucrania debe incluir al Gobierno legítimo de Ucrania", desafió Obama.

También se mostraron alineados en el mismo sentido el Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que se encuentra en Kiev, y la canciller alemana, Angela Merkel, quien denunció la "ilegalidad" del referendo.

Además, una cumbre de la Unión Europea en Bruselas definió una serie de sanciones leves a Rusia. "Suspender las negociaciones para liberalizar parcialmente el sistema de visas con Rusia, detener los esfuerzos para alcanzar un nuevo acuerdo integral sobre las relaciones entre Rusia y la UE, y retirarse de las reuniones preparatorias de la cumbre del G8 que se realizará en Sochi en junio", advirtió el primer ministro británico, David Cameron.

Este jueves el Parlamento local había votado el camino de secesión y el gobierno de Vladimir Putin viene desplegando tropas en la frontera por lo que es acusado por la comunidad internacional de invasión.

La crisis ucraniana había estallado en noviembre de 2013 cuando el entonces primer ministro, Mikola Azárov, y el presidente, Víktor Yanukóvich, renunciaran a los acuerdos de acercamiento con la Unión Europea ante la presión de Putin y la necesidad de refrendar acuerdos en materia energética y comercial. Rusia otorgó entonces un préstamo de 15 mil millones de dólares en cuotas. Ante la crisis que continuó, canceló parte de la ayuda.

Tras meses de protestas y al recrudecimiento de las mismas en los primeros meses de 2014, cayó finalmente el gobierno a manos de los rebeldes pro Europa que tomaron la Plaza de la Independencia de Kiev y se formó un Gobierno interino con el soporte de la UE y Estados Unidos, que se apresuraron a garantizar préstamos y sustento económico al mando transicional por una suma cercana a los 15 mil millones de dólares.

La respuesta de Putin y Rusia fue el envío de tropas cercanas a la frontera y, según la denuncia de sectores oficialistas ucranianos, la invasión lisa y llana.