Pese a que la caída en Ganancias complicaba los números de mayo, ajustó fuerte el gasto en salarios de estatales, educación, obra pública y subsidios energéticos y logró un importante superávit. Los primeros cinco meses terminaron acumulando uno de $6,9 billones, por encima del de $6,07 B que exigía el FMI para ese período
Por Mariano Cuparo Ortiz
El Gobierno le sobrecumplió la meta fiscal al FMI. Aunque el mercado lo daba por hecho, se trata de un paso clave para destrabar el segundo desembolso, que totaliza otros USD2.000 millones fundamentales para las reservas. Lo consiguió en un mayo regresivo en lo distributivo, en el que los ingresos cayeron fuerte por el Impuesto a las Ganancias, lo que obligó a un mayor recorte del gasto, que durante el mes se centró en salarios de empleados estatales, educación, obra pública y subsidios energéticos. Así, en los primeros cinco meses del año, el Gobierno consiguió un superávit primario de $6,9 billones, un 0,8% del PBI, bastante por encima de los $6,07 billones que exigía el Fondo. El financiero llegó al 0,3% del PBI.
Efectivamente, en el texto del nuevo acuerdo, el FMI exigió que mayo terminara con un superávit primario acumulado en 2025 de $6.070.000 millones. El Gobierno piso fuerte el freno en el gasto durante mayo y consiguió, gracias un positivo primario de $1,6 billones en el mes, acumular un superávit de $6.899.986 M en los primeros cinco meses del año. Cumplió la meta, se dejó un margen para la de septiembre, que exige llegar a un superávit de $9,3 billones y se acercó así al desembolso de USD2.000 M de FMI, que una misión técnica comenzará a definir a fines de este mes.
La meta de reservas, reprobada
Hay una contra para la posibilidad de que ese desembolso ocurra, aunque se descuenta que habrá un waiver en base, justamente, al buen desempeño fiscal, la variable fetiche de la ortodoxia del FMI, que por cierto es una de las anclas antiinflacionarias del Gobierno, que vienen funcionando y llevaron al IPC al 1,5% en el mismo mayo. Esa contra es, sin embargo, la meta de acumulación de reservas, que obligaba a juntar USD4.400 M antes del 13 de junio, sin contar a grandes rasgos dólares que llegaran vía endeudamiento. Por ejemplo, del REPO por USD2.000 M concretado la semana pasada, solo contaron USD500 M. Quedó lejos de eso: según Portfolio Personal Inversiones (PPI) le faltaron alrededor de USD4.300 M. Casi toda la meta.
Ajuste regresivo y meta fiscal sobrecumplida
Pero en la meta fiscal el Gobierno brilló gracias al ajuste regresivo del gasto. Aunque la partida de subsidios energéticos, de naturaleza progresiva, también ajustó fuerte (el gasto en subsidios al transporte saltó, sin embargo un 14,4% real anual) y se desplomó un 63,8% real anual, lo cierto es que buena parte de la motosierra se concentró en los salarios de empleados estatales, la obra pública y la educación a lo largo de mayo y sosteniendo la mirada en la comparación interanual.
La caída de los ingresos fue del 13,8% real (la de los gastos del 1,9% real), impulsada principalmente por Ganancias, que anotó una baja extraordinaria en comparación con un mayo del 2024 en el que la megadevaluación de diciembre, que impulsó buenos márgenes para el sector empresario, había causado un shock de ingresos tributarios. Esa baja fue la que obligó a achicar más los gastos. En el caso del salario de los estatales, el ajuste fue del 5,4% real.
Varias de las partidas destinadas a la educación también sufrieron fuertes recortes. Por caso, los envíos a las provincias con esa finalidad cayeron un 13,9% real anual. También hubo un ajuste del 7,6% real. Pero el principal derrumbe, fiel a la política del Gobierno, se observó en la obra pública, que cayó un 5,1% en términos nominales, es decir un 33,9% real interanual. Ahí la motosierra se concentró en las partidas destinadas a la energía, que bajaron un 81,9% real; la construcción de viviendas, que se redujo en un 90,2%; y el agua potable y alcantarillado, que cayó un 10,7% en términos reales.
Desde el Grupo SBS destacaron que el ajuste se profundizó en mayo en la comparación desestacionalizada contra abril: "En cuanto a la dinámica intermensual del gasto, nuestras series
desestacionalizadas apuntaron a una caída en el gasto primario tras la suba de abril,
impulsada por contracciones mensuales s.e. en prestaciones sociales, salarios y obra pública"
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