Empresas prometieron recursos a cambio de modificaciones en la normativa del Baade. Se habilitará la entrada de dólares provenientes de créditos bancarios para empresas
El dato más importante proviene del Banco Central: en el organismo que conduce Marcó del Pont trabajan contrarreloj para lanzar un nuevo conjunto de medidas reglamentarias que permita mayor flexibilidad en el ingreso al país de dólares declarados o blancos proveniente de organismos de crédito, pero, principalmente, de la banca extranjera, y cuyo destino exclusivo será la suscripción de este bono.
Bancos, cerealeras y petroleras, entre otros, habrían comprometido su aporte a la modificación de este marco normativo en la expectativa de que sus casas matrices, y también con los préstamos que puedan obtener en el exterior, puedan volcarse a la suscripción del bono. La iniciativa podría conocerse en los próximos días.
En el caso de las cerealeras, las principales firmas del sector se habrían comprometido suscribir en una primera etapa unos u$s 500 millones a cambio de que las entidades financieras les concedieran esa suma en concepto de prefinanciación en dólares de exportaciones. En la city explican que necesariamente aquí también deberá intervenir el Banco Central, ya que una línea de crédito destinada a prefinanciar una exportación deberá tener un marco normativo acorde para poder cambiar el destino del dinero.
Si bien en el Banco Central señalaron que no harían comentarios al respecto, El Cronista pudo averiguar que, en una primera etapa, la solicitud de cambios normativos habrían sido producto de una negociación entre el secretario Guillermo Moreno y las principales empresas exportadoras del agro, pero que finalmente fue Marcó del Pont enfrentada con Moreno la que se habría quedado con la iniciativa de rearmar la normativa referida a los préstamos bancarios para alimentar el Baade.
Relacionado con esto, tanto Marcó del Pont como el ministro Hernán Lorenzino se opusieron inicialmente a las intenciones de las cerealeras y Moreno, porque habrían planteado que si la prefinanciación está calzada con los bonos, como planeaban las cerealeras, iba a existir un desfasaje entre las puntas que la hacía inviable, porque la prefinanciación es a 6 meses y el Baade vence recién dentro de tres años. Sin embargo, una gestión posterior habría derivado en cambios más profundos nacidos en el directorio del Banco Central (donde también interviene el viceministro Axel Kicillof) que tendrán impacto no sólo en una flexibilización del régimen de ingreso de fondos para las cerealeras sino para todas las empresas. Por este concepto solamente ingresaron hasta ahora u$s 15 millones.
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