Exjefa de prensa de José Luis Espert: "Es un mercenario que entró a la política para enriquecerse"

Exjefa de prensa de José Luis Espert:

El testimonio de Clara Montero Barré ofrece nuevos detalles sobre la relación entre el diputado libertario y Federico “Fred” Machado. Sus declaraciones aportan contexto sobre los aportes económicos y el funcionamiento interno del equipo.

La anterior jefa de prensa de la campaña presidencial de José Luis Espert en 2019, Clara Montero Barré, rompió el silencio sobre su experiencia con el diputado por La Libertad Avanza (LLA). Asegura que Espert “es un mercenario que entró a la política para enriquecerse”, y que su obsesión por controlar el dinero y los aportes dificultaba la búsqueda de financiamiento, según declaró en el programa Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190).

La periodista argentina Clara Montero Barré se desempeñó como jefa de prensa en la campaña presidencial de José Luis Espert en 2019. Actualmente reside en Doha, donde trabaja en la radio estatal Qatar Media Corporation, conduciendo el programa Hola Qatar, destinado a la comunidad hispanohablante del país y compartiendo noticias, entrevistas y análisis.​

En Perfil.com ya están sus declaraciones. Nos gustaría, en formato audiovisual, contar con un testimonio similar. ¿Cuál fue su vínculo en la campaña presidencial de José Luis Espert y cómo es actualmente? Además, que nos dé una síntesis de cómo interpreta las denuncias que hoy recaen sobre él, ya no como aspirante a la presidencia, sino como primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires por La Libertad Avanza (LLA).

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En primer lugar, estoy al aire con usted por la confianza y el respeto que me brindó su hijo, Agustino. Lo que más me incomodó fue lo dicho por Marcelo Longobardi, al referirse a mi "nivel de vida poco explicable”. Me gustaría que, en algún momento, me ofrezca disculpas. Lo contacté porque José Luis Espert lo quería como compañero de fórmula. Ese fue el único lazo. Insistí mucho en comunicarme con el conductor televisivo porque lo buscaban para la vicepresidencia.

Yo trabajaba en la agencia de noticias estatal Télam, pedí una licencia sin goce de sueldo y asumí como jefa de prensa de Espert, entonces candidato a presidente. Mi tarea consistía en contactar medios y facilitar teléfonos. Permanecí apenas dos meses porque observé situaciones que me desilusionaron: malos tratos, actitudes misóginas, falta de respeto hacia aportantes y la soberbia de él. Todo eso me llevó a apartarme.

Con el tiempo, el cambio en su estilo de vida fue notorio. No estoy revelando nada nuevo.

Considero que, por su cercanía, usted tiene más autoridad que cualquier periodista para hablar de este tema. Si aporta su experiencia y explica qué aspectos lo incomodaron, será un aporte valioso al debate público.

Personalmente, no me agradó su manera de desenvolverse. Sentí que llegaba con un discurso prefabricado. Yo venía muy desplazada por los K y, luego, durante el gobierno de Macri tampoco encontré lugar. Y Espert, lejos de marcar diferencia, recibía dinero de cualquier persona. Incluso mantuvo contactos con referentes de La Cámpora para financiar boletas. No me consta que ese apoyo se concretara, pero sí hubo una reunión entre allegados a Wado de Pedro.

Siempre manejó un mensaje contradictorio. Se presentó con un perfil y terminó mostrando otro. A mí me bastaron dos meses para advertirlo. Lo que más me sorprende hoy es su cercanía con Milei, cuando en 2019 —de mayo a julio, el período en el que trabajé con él— Milei era para Espert una “mala palabra”. Desconozco qué ocurrió en el medio. Vivo en Medio Oriente, dejé Argentina y no sigo la política local con la misma atención que ustedes.

En relación con lo que hoy concentra la discusión, su vínculo con Fred Machado, ¿qué nos puede contar?

En 2019 surgió la discusión sobre el financiamiento de la campaña. Yo vi a Fred Machado en dos oportunidades: una en un hotel de Recoleta —no recuerdo cuál— y otra en la casa de Luis Rosales, quien finalmente terminó siendo candidato a vicepresidente tras varias idas y vueltas, porque muchos postulantes se bajaban, incluso Longobardi. En esas ocasiones lo vi como aportante, pero no tenía trato directo con él. El vínculo era exclusivamente de José Luis Espert.

Recién empecé a tener contacto con Machado cuando fue detenido. Me pareció un tema periodísticamente interesante y, ya alejada de Espert, lo busqué. Si no recuerdo mal, estaba en Neuquén o cerca, y me comuniqué con la cárcel. Desde entonces establecí un vínculo como productora, porque quería saber de su historia, si realmente era narcotraficante.

Hoy no tengo relación cotidiana con él, aunque puedo hablar sin problemas. Incluso me gustaría que dé una nota en “on” a algún periodista argentino. Lo llamativo es que él niegue su relación con Espert, cuando en realidad existía. No entiendo por qué alguien rechazaría un vínculo si no tiene nada que ocultar. Yo lo reconozco sin problema.

Habitualmente la defensa sostiene que solo prestó un avión para una presentación de un libro y, en otra ocasión, una camioneta. En esos dos meses en los que estuvo allí, ¿qué nivel de relación observó?

Respecto a la defensa de que solo prestó un avión para una presentación de un libro y una camioneta, lo que yo sé es que la relación era cercana y frecuente. Se conocieron un mes antes de que yo comenzara mi vínculo con Espert, en el hípico. El periodista que los presentó se apellida De Luca. Según ese relato, Machado le dijo a Espert que lo admiraba, que lo seguía en Animales Sueltos, el programa de Fantino, y que quería acercarse a él. Esa es la versión que conozco, y reafirmo: el único que tenía relación directa con Fred Machado era José Luis Espert.

No estoy segura si desde Medio Oriente llegó a ver el documento que la Fiscalía de Estados Unidos presentó en el pedido de extradición de Fred Machado, donde figura una transferencia de 200 mil dólares a Espert desde un fideicomiso de Machado. ¿Le resulta creíble? ¿Piensa que pudo haber ocurrido?

No me sorprende en absoluto. Puede ser verdad, también puede no serlo, y estaría faltando a la verdad si afirmo que sé cuánto dinero le aportó. Lo que sí sé es que en algún momento se intentó buscar otros aportantes y resultaba muy difícil por el comportamiento de Espert, que terminaba espantándolos. Su estilo era siempre el mismo: amigo o enemigo, nunca un punto intermedio. Por eso creo que sí, que Fred lo ayudó económicamente. Pero en qué monto, no lo sé.

¿Usted notó algún cambio, en su estilo de vida, que sugiriera un interés económico en dedicarse a la política?

Espert era un mercenario, necesitaba tener el control del dinero y de todo lo demás. Hasta me pongo nerviosa al decirlo, porque sé que después vienen los ataques. Yo vengo de una familia muy antiperonista, y hasta temo que mi madre deje de hablarme si escucha esto, pensando que quiero favorecer a un peronista. Pero lo que digo es real: vivía en una casa, luego se mudó, al poco tiempo cambió el auto. Eso cualquiera lo podía ver.

Una armadora de la campaña presidencial de Espert en 2019 lo acusa de enriquecerse tras conocer a “Fred” Machado

Basta con revisar archivos: la diputada Lilia Lemoine, que trabajó con él en aquel momento, lo dijo. Yo tuve una relación muy mala con ella, pero reconozco que era una persona que trabajaba muchísimo en redes, hacía fotos, maquillaje. Y en un programa, ella misma terminó exponiendo lo que hoy está saliendo a la luz.

Lo que todavía no entiendo es por qué Milei está al lado de un hombre así.

 

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