Mauricio Macri está furioso con las telefónicas porque no invierten y las quiere hacer desfilar por el Congreso, para explicar porqué no pueden hacer funcionar los teléfonos.

El lugar elegido es la comisión de Comunicaciones de Diputados, presidida por el cordobés Juan Brugge, cercano al gobernador Juan Schiaretti, que hoy no pudo reunirse porque la Cámara baja suspendió sus tareas por el fallecimiento del legislador Gerardo Bellocq, también oriundo de la docta.

 

 

 

“Vamos a llamar a las telefónicas para que nos cuenten cuál es su plan de inversión, porque no lo conocemos”, confirmó Brügge a LPO.

 

 

 

El diputado ya acordó la convocatoria con sus pares de los otros bloques y recibió información de la defensoría del pueblo de la Nación. “Es por lejos el servicio que más reclamos tiene”, se indignó.

 

 

 

En la Casa Rosada no están mejor. Le concedieron un aumento de la tarifa fija y no consiguen siquiera que cumplan con las inversiones comprometidas.

 

 

 

Menos aún que se sumen al plan canje de celulares, anunciado por el ministro de telecomunicaciones Oscar Aguad, que requiere una compra masiva de aparatos a las ensambladoras de Tierra del Fuego.

 

 

 

Las compañías no se mostraron apuradas en empezarlo, aun cuando la eliminación de los teléfonos antiguos liberaría espacio radioeléctrico para vender los nuevos.

 

 

 

Pero el escenario no parece ser el de invertir para crecer a gran escala y eso alterna a Macri, harto de escuchar excusas.

 

 

 

“Cuando le pedís invertir aparecen pretensiones, problemas, siempre te corren la vara. Son tres empresas manejando el mercado a gusto que sólo gastan en publicidad”, se indignan en la Casa Rosada, donde estudian estrategias para acorralarlos.

 

 

 

La más avanzada es la medición de la conectividad de cada empresa, para exponer a la meno eficientes y obligar a todas a mejorar a la oferta. Ya hay un primer ensayo, con un claro ganador.

 

 

 

Pero el primer paso es que den la cara en el Congreso, donde las ejecutivos de las telefónicas nunca se sintieron cómodos.

 

 

 

Los de Telefónica y Telecom pasaron un papelón ante los senadores de todos los bloques hace dos años, cuando se debatió la ley de “Argentina digital”, derogada por Macri para crear la Enacom.

 

 

 

La compañía española fue la que peor parada quedó: sus representantes no pudieron explicar la falta de inversión, que creció poco y nada desde su llegada al país hace casi tres décadas.

 

 

 

Sus argumentos fueron tan débiles que los senadores kirchneristas cambiaron el proyecto para quitarle el monopolio de la televisión satelital que les daba Cristina. Pero no tuvieron problemas en entrar en la licitación de 4G y obtener frecuencias. No les alcanza para invertir.