La crítica del presidente Alberto Fernández a los bancos en su discurso de lanzamiento de campaña no fue caprichosa. A medida que se acercan las fechas electorales, el mercado financiero aprieta el acelerador del temor devaluatorio, con mini corridas a través del dólar blue y las cotizaciones financieras que provocan la intervención del Banco Central.

“Entre los jubilados y los bancos, me quedo con los jubilados. Entre los bancos y la educación, me quedo con la educación. Entre los bancos y la producción, me quedo con los que producen. Y entre los especuladores y los que trabajar, me quedo con los que trabajan. Todos sabemos en claro qué intereses representamos”, dijo el jefe de Estado.

Allí no hay escondido una pelea con las asociaciones bancarias, sino una confrontación con lo que consideran en la Casa Rosada una apuesta electoral del sector financiero. De hecho, los dirigentes de Juntos por el Cambio tomaron el discurso y lo pusieron en la agenda de campaña: la devaluación post electoral y una crisis inflacionaria sin fin.

Así las cosas, la oposición le rezará al mercado para llegar a las elecciones de agosto con una presión extra de parte del tipo de cambio que le permita sostener el fantasma de la devaluación. “Si hay ajuste y devaluación, al menos que sea con un plan sin vueltas ni con culpa”, advierten desde JxC.

Desde el comando de campaña oficialista buscarán trazar una línea certera entre la especulación financiera y la producción. De esa manera, confían neutralizar con datos las críticas de una Unión Industrial Argentina que se asoma alejada de las políticas oficiales y de los flashes electorales. “Nadie imaginaba a los bancos lejos de (Mauricio) Macri. Por eso es irrisorio que la UIA esté fuera del radar industrializador del Gobierno”, afirmó una fuente del entorno presidencial.

De modo que las recorridas por fábricas, actos junto a trabajadores y mesas de diálogo intersectorial repleta de pymes serán una escena repetida en la campaña del Frente de Todos. Los funcionarios saldrán de sus despachos y se pondrán en la primera línea para mostrar con números el respaldo al modelo.

En tanto que Juntos por el Cambio ratificará su alianza con un sector agropecuario y seguirá con atención el clima financiero, las corridas del dólar paralelo y los índices inflacionarios.

Al menos, ya se conocieron los primeros números de la economía en campaña.

 

Por Ariel Maciel