Lo que va de diciembre dejó “buenas sensaciones” en Mar del Plata de cara a un verano atípico

Lo que va de diciembre dejó “buenas sensaciones” en Mar del Plata de cara a un verano atípico

Las cifras de la primera quincena del mes generaron un moderado optimismo entre empresarios y autoridades municipales.

Los representantes de las diferentes cámaras y asociaciones de turismo de Mar del Plata se reunieron con las autoridades de ese sector y tras un año muy co0mplicado desde lo económico producto de la pandemia, el balance del movimiento de la primera quincena de diciembre, aunque menor que el de los últimos años, los dejó conformes y esperanzados.

Según contó el titular del Ente Municipal de Turismo de Mar del Plata (Emtur), Federico Scremin, la temporada se ajustará a la situación particular: esta vez, nadie espera ningún récord.

"En circunstancias normales, sí, claro, uno lo espera el récord de turistas. Esta vez, no. Ahora es distinto, hay que ir por la recuperación del sector", explicó el funcionario.

Aunque el ente no reveló los datos parciales del primer mes de esta temporada, a esta altura, transcurrida la primera quincena de diciembre, las estimaciones de Scremin indican que en este período hubo un 10% menos de arribos que el año pasado para la misma época.

A diferencia de este año, cuando el Día de la Virgen originó un fin de semana extralargo, diciembre de 2019 no lo tuvo; el feriado del 8 de diciembre cayó entonces un domingo. Este año en los cuatro días llegaron poco más de 125 mil personas a la ciudad, según el ente turístico.

Lo que no cambia tampoco ahora es que se espera una segunda quincena de diciembre más fuerte, con mayor número de visitantes, producto de las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

De hecho, en los últimos días, según un reconocido sitio web de reservas reveló que Mar del Plata lideró el ranking de ciudades elegidas para pasar las fiestas de fin de año, por encima de San Carlos de Bariloche y Villa Gesell, alimentando las expectativas de gastronómicos, hoteleros y comerciantes.

Este último sector, el del comercio en general, a pesar de un comienzo que generó cierto movimiento en las playas y en los mismos centros comerciales, no termina de levantar.

"El fin de semana fue una bocanada de aire fresco después del invierno duro que tuvimos", evaluó María de los Angeles Liberati, propietaria de una fabrica de tejidos de la calle Güemes. "Pero el fin de semana extralargo, aunque se facturó más, nunca alcanzó la misma proporción de otros años", señaló.

Hubo el segundo fin de semana, según CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa), un gasto promedio de alrededor 1.950 pesos por persona. Emtur calcula que quedaron en la ciudad uno de 700 millones de pesos.

“Mucha gente caminando en las calles aunque no con bolsas de compras en la mano. Creemos que la gente no tiene dinero, hizo un gran esfuerzo para poder salir de Buenos Aires y tomarse unos días. En definitiva, se vendió pero no alcanzo”, consideró Liberati: "El bajo nivel de ventas será una de las características del verano", pronosticó.

En cuanto a lo que puede ocurrir en temporada alta, el titular del Emtur estimó que vendrá mucha gente y habrá mucho movimiento, siempre en el marco de una temporada atípica. "Mar del Plata es una ciudad grande, ofrece opciones, pero es difícil prever que ocurrirá. Por lo pronto, el movimiento hasta aquí superó las expectativas, dio esperanzas al sector", señaló Scremin.

El sector turístico —agregó—, uno de los más golpeados por la pandemia y que llegó a diciembre con gran incertidumbre, "no va a recuperar el año, eso será imposible, pero al menos dejará de perder".

"Se han superado las expectativas en cuanto al gasto, cantidad de turistas y el funcionamiento de los protocolos", sostuvo Scremin, que hizo énfasis en la aplicación de controles y la toma de medidas para generar un destino seguro.

Los operadores no pierden de vista que es una temporada en pandemia y el miércoles tomaron una decisión inédita: mediante un convenio firmado con la Municipalidad, la Cámara Empresaria de Balnearios, Restaurantes y Afines (Cebra) liberó quince mil metros cuadrados de playa pública, en zonas de gran afluencia, como las de La Perla, Perla Norte, Varese, el Torreón del Monje y Playa Grande.

Lo hicieron a partir del desarme de carpas en distintos balnearios, 900 unidades en total. "Son lugares donde se necesita más espacio para la gente. Estamos viviendo una temporada en pandemia y eso nos hace replantearnos muchas cosas. Por eso llegamos a esta conclusión que no se había dado nunca en Mar del Plata en verano", explicó el intendente, Guillermo Montenegro.

En conferencia de prensa, con un cabestrillo sosteniéndole el brazo izquierdo a causa de una operación de urgencia en la mano a la que había sido sometido horas antes (se cortó un tendón en un accidente doméstico), el intendente indicó que es necesario "más espacio público para que haya menos contagios en la ciudad".

¿Qué ocurrirá en enero, cuántos turistas arribarán? Es una incógnita, lo era aun en los veranos antes de la pandemia. De a poco, algunos se animan, resuelven y reservan, pero el ritmo es mucho más lento que el acostumbrado.

La hotelería, que ahora no trabaja con contingentes, con grupos grandes de público, viene "atrasada" en sus categorías básicas, en establecimientos de una y dos estrellas. Lo mismo ocurre con los alquileres: está reservada apenas un 30% de la oferta, la mitad de lo que se había reservado a esta altura del año pasado.

Los operadores de ambos sectores confían en que los números se incrementen las próximas semanas. "Hay que ser realistas —explicó un operador turístico en su balneario—, es imposible imaginar una temporada parecida a la anterior. Pero hasta aquí, las sensaciones son buenas".

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