Desplazan a directivos de Cammesa y Kicillof gana más espacio

La gestión de Abud, que responde a Economía, echó a dos históricos de la empresa
Se sabe: cuando los hombres del ministro de Economía, Axel Kicillof, llegan a una empresa pública o a un organismo del Estado, les gusta rodearse por su círculo más íntimo de colaboradores, aunque eso implique desprenderse de cuadros técnicos o políticos con larga trayectoria en el rubro.

Ocurrió el año pasado en Enarsa, la segunda entre las mayores beneficiadas con los subsidios a la energía, que el año pasado superaron los 81.000 millones de pesos. Creada por recomendación de Guillermo Moreno , los hilos de la empresa fueron manejados durante años por el ministro de Planificación, Julio De Vido. Pero Juan José Carbajales, gerente general de la compañía y hombre de confianza de Kicillof, ordenó al departamento de Recursos Humanos de la empresa que, en junio, enviara un correo electrónico con la nueva plantilla. Entre los salientes estaban Alejandra Tagle, ingeniera a cargo de la gerencia general de Enarsa Servicios; Gabriel Mazola, gerente de Nuevos Negocios; Fernando Giovachini, de Legales; Eduardo Patrón Costa, coordinador de ese departamento; Alejandro Malpartida, jefe de Coordinación de Calidad, Ambiente y Seguridad, y Jorge Casanova, de Sistemas.

Esta semana fue el turno de Cammesa, la compañía mixta que administra el mercado eléctrico, se encarga del despacho, de una parte suculenta de la importación de energía y, lo más tentador, de recibir transferencias del Estado por casi 32.000 millones de pesos el año pasado.

El lunes por la mañana, Eduardo Johansen y Sabino Mastrángelo fueron despedidos por orden de la cúpula de Cammesa, en manos de Juan Manuel Abud, gerente general, y Esteban Kíper, vicepresidente, ambos cercanos al ministro de Economía. Fuentes de trato frecuente con Cammesa creen que hubo más despidos, aunque no dieron precisión sobre ellos.

Johansen era responsable de Sistemas de la compañía, donde trabajaba desde 1993, bajo un paradigma completamente distinto al actual, orientado por la apertura de la economía que llevaron adelante las administraciones de Carlos Menem. Allí participó en el desarrollo de sistemas para la administración del mercado eléctrico, entre otras cosas.

Mastrángelo, que trabajó en Agua y Energía y luego pasó a Cammesa, era el responsable de las auditorías. Antes había estado a cargo de la compleja logística para asegurar el abastecimiento de gasoil y fueloil a las centrales eléctricas, un trabajo que se volvió cada vez más complejo a medida que fue cayendo la producción doméstica de gas y hubo que recurrir a mayores importaciones para sostener la demanda de las centrales eléctricas.

CRITERIOS DISTINTOS

Fuentes del sector privado explicaron que la conducción de Abud y Kíper echó a los ejecutivos porque tenían un currículum distinto al del nuevo clima político que se vive en la empresa.

Durante la mayor parte del kirchnerismo, Cammesa estuvo controlada por De Vido. Sin embargo, el ascenso de Kicillof en el Gobierno, primero como secretario de Política Económica y después como ministro, derivó en la colocación de varios de sus hombres en la empresa de manera casi inmediata.

Abud, que había pasado como director por el ENRE, el ente que regula a las empresas eléctricas, llegó en mayo de 2012. El jefe de Economía completó su posicionamiento en la administradora del mercado eléctrico con el ingreso de Kíper, en enero. En el sector rescatan, hasta ahora, que tienen mejor trato que la línea de De Vido.

OBRAS EN EL SECTOR ELÉCTRICO

El Ministerio de Planificación anunció la realización de obras de expansión del sistema de transporte eléctrico, que opera Transener. De acuerdo con la información que difundió la empresa, la iniciativa contempla inversiones por 1500 millones de pesos para instalar estaciones transformadoras en varios puntos del país. Las obras entrarán en funcionamiento entre este año y el próximo..

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