¿Cómo sigue la convivencia parlamentaria luego del escándalo en Diputados?

¿Cómo sigue la convivencia parlamentaria luego del escándalo en Diputados?

Hay una gran incógnita para esta semana en el Congreso de la Nación y es qué va a pasar en la Cámara Baja tras las dos sesiones fallidas entre chicanas, insultos y duros cruces entre los bloques.

El periodista político Claudio Mardones analizó, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), la situación parlamentaria tras los escándalos de sesiones frustradas por los fuertes cruces entre el oficialismo y la oposición.

 

 

El jueves pasado se cayó la sesión para reelegir a la diputada Cecilia Moreau al frente de la Cámara Baja. Lo mismo pasó con la acordada con Juntos por el Cambio, que tenía prevista la creación de ocho nuevas universidades.  El viernes la tensión no bajó, ya que un grupo de diputadas del oficialismo presentó un pedido de expulsión contra el diputado Cristian Ritondo por los gestos obscenos que tuvo en el recinto contra Cecilia Moreau.

Este lunes 5 de noviembre se espera que también el PRO presente un pedido de expulsión contra Rodolfo Tahilade por decir que la UCR había sido “sodomizada” por Mauricio Macri. Ese es el nivel de discusión con el que arranca la semana en el Congreso.

Cómo sigue la convivencia parlamentaria

Cristian Ritondo pidió disculpas por sus dichos. Pero la pregunta es si esto allanará el camino para retomar la agenda legislativa. A su vez, con respecto planteo de Juntos por el Cambio de pedir una nueva sesión preparatoria antes del 9 de diciembre, que no tendría otra funcionalidad más que darle cauce a las expresiones de la oposición y el oficialismo, Ritondo negó estar planteando eso, lo cual quizás alivie las tensiones. 

Algunos consideran que hay otro tema central que quizás justifique que no continúen las sesiones previstas para este año. Se trata de la sentencia que dictará el Tribunal Oral Federal 2, mañana por la tarde, contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. 

Diputados de ambos bloques entienden que no es aconsejable retomar el trabajo legislativo en este contexto. Está el atenuante de que es una semana corta, por lo que tampoco se iba a llevar adelante una agenda legislativa muy ambiciosa.

La idea luego de este “jueves negro” era empezar a reconstruir los puentes, tanto con el bloque de Juntos por el Cambio, como con otros bloques menores, como el de los diputados de la izquierda trotskista.

Escándalo en el Congreso

Cuando ya habían transcurrido 80 minutos de intentos del oficialismo para tratar de apaciguar los gritos, chicanas e incluso momentos en los que casi se van a las manos, la presidenta de la comisión de Educación, Blanca Osuna, intentaba aún mantener el tono y seguir leyendo los temas vinculados al debate, empeñada en tratar de evitar que se ausenten los aliados clave para mantener el quórum, incluso sin la presencia de Juntos por el Cambio.

Todo eso se cayó cuando Maximiliano Ferraro, uno de los ex presidentes del bloque de la Coalición Cívica, dejó de golpear su banca y planteó suspender la sesión. En ese momento quedó en evidencia que el Frente de Todos ya no contaba con el respaldo, ni del interbloque federal, ni del Frente de Izquierda. El pedido de moción se hizo cuando estaba por tomar la palabra la diputada Romina del Plá. Ahí terminaron de romperse todos los puentes.

Es una incógnita cómo se podrá retomar la agenda legislativa en el marco de un debate que perdió su tono en la Cámara Baja. Para evitar que el descrédito siga avanzando tras un debate que dejó muy mal parados a todos los integrantes de la Cámara. 

El pedido de disculpas de Ritondo podría abrir alguna posibilidad de intercambio. Resta saber cuál va a ser la respuesta del Frente de Todos, pero seguramente un factor clave será el tono del debate luego de que se conozca la sentencia.

Urgencias del oficialismo

Pese a todo esto, el Frente de Todos tiene algunos proyectos que considera muy importantes y deberían tener una aprobación antes de diciembre. El mismo jueves que se complicó todo había comenzado el periodo de sesiones extraordinarias que dispuso por decreto el presidente hasta el 30 de diciembre. Para algunos, no hay chance de que se pueda llevar adelante.

La decisión de Juntos por el Cambio antes de bajar al recinto para la sesión preparatoria era no participar de ella, impedir que avanzara la siguiente sesión de la tarde, negarse a dar quórum en las próximas sesiones y tampoco participar de las sesiones de comisión previstas para diciembre.

Habrá que ver si mantienen esa postura, que ya demostraron que pueden dejar al oficialismo en una situación incómoda, junto a los aliados “esquivos” que en algún momento, el jueves por la tarde, se pararon y se fueron.

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