Colombi, en la cuenta regresiva

Colombi, en la cuenta regresiva

Los últimos sondeos, no sólo los revelados por Enrique Zuleta Puceiro, sino otros que guarda bajo siete llaves la oposición, muestran que se acentúa la brecha entre el candidato del PJ contra cualquiera de los postulantes del Gobierno sin ignorar que el poder del Gobernador, para definir su propia sucesión, se ha acotado notoriamente.

Ello, tanto por la interna dentro del radicalismo como en la propia alianza en la que el Vicegobernador está dispuesto a hacer bailar su propio trompo. Incluiría la posibilidad de ir como primer candidato a senador por fuera de la oferta electoral oficialista, sin descartar acercamientos al peronismo. Otro dato no menor es que desde el poder central se ha comenzado a monitorear el proceso electoral de Corrientes. No se ve con agrado que una eventual judicialización golpee las puertas de la Corte Suprema e instale en el escenario nacional un desdoblamiento que salpicaría al macrismo. En la Casa Rosada señalan que el nombre del candidato deberá ser consensuado con el Gobierno y no descartan un acercamiento al candidato del justicialismo, si se mantiene la actual tendencia a su favor.

Esperar hasta marzo con este cuadro de situación no parece fácil. Los tiempos políticos comienzan a tomar una dinámica que exige definiciones respecto a las cuales primero habrá que cuidar las formas, tanto para sortear el estado deliberativo dentro de la UCR como para lograr el acompañamiento de la mayor parte de Encuentro por Corrientes sin descuidar el necesario visto bueno del poder central.En el Gobierno nacional parecieran existir claras preferencias por el ex Intendente de Paso de los Libres. Se considera que, más allá del nombre, el perfil se compadece con el que busca Macri como arquetipo de candidato a escala país. El mensaje que bajaría a Corrientes sería claro. El Presidente está dispuesto a acompañar todo aquello que vaya en sintonía con su impronta. La preocupación de la Casa Rosada se extiende a otra cuestión de alto voltaje político. Caída la reforma electoral, el Gobierno nacional no quiere pagar el costo político de un debate que pueda abrirse con una posible judicialización del desdoblamiento que haría que en Corrientes, incluidas las respectivas internas, pueda haber seis elecciones en 2017.Una eventual intervención de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la vía del per saltum o por la vía del recurso extraordinario, si el Superior Tribunal llegara a convalidar la no aplicación de la Ley 5.161, abriría un escenario a pedir de boca para la prensa nacional. Aún no se acallan los ácidos comentarios por los sucesos ocurridos en Goya, que colocaron a Corrientes en la vidriera nacional y no de la mejor forma por la detención del jefe de la división Narcóticos ordenada por el Gobierno, en lo que se consideró una obstrucción a una investigación federal.La profusa difusión en los medios nacionales, particularmente los vinculados al grupo Clarín, dejaron un mensaje. No todo es posible jugando en la cancha grande del poder, a la vista de los cuarenta millones de argentinos. LOS INDICADORES QUE LLAMAN A LA REFLEXIÓN Para el peronismo trabajan tres encuestadoras de primer nivel; una de ellas, con un trabajo de consultoría y asesoramiento que permite descifrar y proyectar los resultados con foto de hoy.Aun así, en el Gobierno de Corrientes golpean con fuerza dos revelaciones de Enrique Zuleta Puceiro. Una confirma lo dicho por este medio hace ya tres meses, cuando se anticipó que Corrientes estaba ante un cuarto ciclo político. Atrás quedaría el Pacto Autonomista Liberal, el nuevismo y el colombismo. Hoy, según Zuleta, las dos terceras partes del electorado apuntan a un cambio. Un dato significativo que privilegia al candidato opositor mejor posicionado, quien cosecharía a dos puntas. Una, por su propia propuesta; y otra, por el voto castigo de un amplio segmento del electorado, que considera cumplido el ciclo de 16 años de gobiernos radicales.La segunda revelación no es menor. Según Zuleta, el 56,3 por ciento no quiere un gobernador radical. Una señal que movió el avispero dentro de Encuentro por Corrientes, donde los presidentes, tanto de Diputados como de Senadores, están anotados para la hora del descarte. Lo de Canteros es más preocupante porque, contrariamente a Cassani, está en duda su propia pertenencia al espacio; algo que "Perucho" nunca puso en duda, más allá de pelear espacios en cada turno electoral.Canteros, no es un secreto, analiza planes alternativos. La Vicegobernación -en ECO- no lo seduce. Los números de las encuestas no son alentadores con un cabeza de fórmula radical y, además, podría decirse que el carácter de segundo de un gobierno boina blanca no lo entusiasma. Ha debido sufrir el destrato que en su momento soportaron Eduardo Galantini, Rubén Pruyas o Pedro Braillard Poccard. Pero en el caso de Canteros su perfil no es compatible con el de un cargo casi decorativo, sin peso institucional propio.En el peronismo nada se descarta, aunque hasta fines de marzo no comenzará a definirse la tendencia en la política de alianzas. "El diálogo con Canteros existe", admiten. Aunque también algunas aproximaciones realizadas de manera informal por figuras de primer nivel del macrismo, como el ya más fluido diálogo con el Frente Renovador.Los que frecuentan al ex intendente de Tigre, Sergio Massa, aseguran que en Corrientes se jugará con el justicialismo. Hay, tras esa definición, un pase de facturas para con Ricardo Colombi, aunque no queda en claro las razones que motivan al líder del Frente Renovador a contribuir a dar la vuelta de página de 16 años de gobierno radical en Corrientes.

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