A la caza de dólares, Caputo acepta prorrogar la baja de algunas retenciones

A la caza de dólares, Caputo acepta prorrogar la baja de algunas retenciones

Las exportaciones de trigo y de cebada mantendrán el beneficio hasta marzo de 2026. Para la soja y los demás granos, la reducción de aranceles vence a fin de junio.

 

Por: Marcelo Di Bari

@mdibari.bsky.social

@mdibari

En un gesto hacia la dirigencia agropecuaria, el gobierno extendió parcialmente la rebaja de las retenciones dispuesta hasta el 30 de junio próximo. Los cultivos beneficiados son trigo y cebada, para los que se mantendrán los aranceles de exportación de 9,5%, dos puntos y medio menos de los que regían a comienzos de año.

La disminución de las alícuotas seguirá vigente hasta el 31 de marzo del año próximo. La decisión es un estímulo para los productores, que en estos días deben decidir su estrategia de siembra para la próxima temporada. Tanto el trigo como la cebada son cultivos invernales, que se siembran entre mayo y julio y se cosechan desde noviembre hasta enero, aproximadamente.

En cambio, los de la cosecha gruesa, que se siembran a partir de septiembre y se cosechan en el segundo trimestre del año, retomarán sus niveles habituales de retenciones a partir del 1 de julio, una vez que expire el beneficio otorgado por el decreto 38/25. “Cabe aclarar que esta medida no se aplicará a la soja, el maíz, el girasol, el sorgo y todos sus subproductos cuyo derecho de exportación volverá a los valores de enero”, advirtió el ministro de Economía, Luis Caputo, al comunicar las novedades.

Así, dentro de menos de un mes y medio la soja volverá de abonar derechos por el 26% (el poroto) y 24,5% (sus derivados) al 33% y 31% respectivamente; el maíz y el sorgo, del 9,5% al 12%; y el girasol, del 5,5% al 7%.

Las exportaciones de soja volverán a pagar retenciones del 33% (poroto) y 31% (derivados).

De acuerdo a las primeras estimaciones, el impacto fiscal de la rebaja sería de entre U$S 80 millones y U$S 100 millones. En 2024 las exportaciones de trigo fueron de U$S 2714 millones, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario. Para la cebada, la suma fue menor, de U$S 1211 millones.

La restauración de las alícuotas anteriores había sido anticipada por el presidente Javier Milei. “Avisen al campo que si tienen que liquidar lo hagan ahora, porque en julio le vuelven las retenciones”, había advertido el mandatario.

¿Por qué, entonces, se realiza esa diferenciación a favor del trigo y la cebada? El portal especializado Bichos de Campo esbozó una explicación: que hasta el momento las compañías agroexportadoras argentinas no registraron una sola tonelada de Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de trigo 2025/26. Al no haber anotaciones en ese registro, el gobierno no puede cobrar derechos de exportación. La necesidad de ingresar dólares de manera urgente explicaría la decisión de incentivar la siembra y por ende, la posterior exportación.

“La completa ausencia de registraciones de DJVE no es un capricho de los agroexportadores, sino una realidad comercial, dado que el volumen de ventas anticipadas de trigo 2025/26 con precio cierto por parte de los productores es insignificante”, señaló la publicación especializada. “No existe misterio al respecto: con precios horribles del trigo 2025/26 –producto de un mercado internacional bajista– no existe mayor interés en cerrar ventas anticipadas y, si a eso le sumamos los derechos de exportación, el inconveniente se agrava”, agregó.

Al respecto, se sabe que el gobierno necesita recolectar dólares para enfrentar compromisos de deuda en el corto plazo. El plan sugerido por el Fondo Monetario Internacional, que preveía una franja cambiaria dentro de la cual el Banco Central podría comprar divisas para acumular reservas, fue descartado por el tándem Milei-Caputo, quienes insisten en que sólo se comprarán billetes si la cotización cae por debajo de los $ 1.000, un valor más bajo que antes de que se dispusiera implementar el nuevo esquema.

Desde el sector agroexportador, obviamente, celebraron la medida pero pidieron que se haga extensiva al resto de los cultivos, sobre todo la soja, que es la que más produce en términos de dólares y la que más derechos paga. “Celebramos la decisión del Ministerio de Economía de extender la baja de las retenciones. Es el camino correcto. Consideramos que sería deseable que hagan lo mismo con los granos de la cosecha gruesa -soja y maíz- que tienen alto impacto en la producción y exportación en la Argentina”, señalaron CEC y CIARA, las cámaras del sector, en un comunicado conjunto.

La titular de la Federación Agraria Argentina, Andrea Sarnari, también reclamó que la rebaja sea definitiva. “La baja provisional de las retenciones genera un pequeño margen de rentabilidad. Pero eso es hasta el 30 de junio. Es necesario sostenerla. Tendríamos que tener certeza de que esa rebaja en trigo es definitiva para poder encarar una campaña de fina con previsibilidad”, pidió.

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