Carlos Kunkel: "El peronismo va a decidir quién sigue en 2015"

Carlos Kunkel: "El peronismo va a decidir quién sigue en 2015"
Por Diego Sehinkman |

La siguiente sesión tuvo lugar en el despacho del diputado Carlos Kunkel el martes 19 de febrero.

-Repasemos su historia clínico-política: usted empezó liderando la Federación Universitaria para la Revolución Nacional (FURN), en La Plata, y luego fue secretario general de la JP de esa ciudad. A los 28 años ya era diputado, pero el 22 de enero de 1974 Perón los llama a Olivos y los recibe con un baldazo de agua helada. ¿Recuerda esto? (Se le muestra en el celular el video de cuando Perón les anuncia que va a endurecer los castigos a la guerrilla y advierte que quien no esté de acuerdo se tiene que ir)

-(Señala la pantalla) Acá sentado estoy yo. No se escucha muy bien.

-Ahí lo que Perón dice es que.

-(Interrumpe, irritado) Ya sé lo que dijo. Había una situación de inestabilidad política en el país y el equipo de gobierno al cual escuchó con más atención el general dijo que con cambios en el Código Penal se iba a pacificar el país. Nosotros creíamos que estaba equivocada esa posición. La historia habló por nosotros. El camino que se eligió, poniendo a Massera y a Videla al frente de las Fuerzas Armadas, condujo al golpe.

-¿Perón se equivocó, entonces?

-Yo no estoy aquí para juzgar al general, que era el conductor y, mal que les pese a los gorilas, creó un movimiento como ningún otro de los que pudieron existir a fines de la década del 40 en el mundo.

-Parte del FURN -donde militó Kirchner- pasó a Montoneros. ¿Por qué cree que Néstor no?

-Las cuestiones individuales no soy el indicado para contarlas. Yo te puedo dar las razones por las cuales, como jefe de la JP de La Plata, decidí que orgánicamente nos incorporáramos a Montoneros en 1973.

-¿Cuáles fueron?

-Nos parecía que era el mejor lugar para poder desarrollar nuestras concepciones. Creo que la mayor tragedia de todo ese período fue la muerte de Rucci. No había que matar a nadie. Montoneros, cuando arrancó y yo aún ni estaba, se comió al caníbal. Una cosa es juzgar a un asesino y otra matarlo. Ahora aprendimos que ése no es el camino.

-¿Qué piensa del asesinato de Aramburu?

-La reacción que hubo en todos los sectores del peronismo fue que había sido un hecho de justicia. Parece horrible a la luz del nivel de conciencia que hemos tomado con respecto al no uso de la violencia para resolver los conflictos sociales y políticos. Pero en ese momento fue un estallido de simpatía en la militancia.

-Usted suele decir: "Los que se dicen de centro son de derecha".

-Ése no es el argentino medio, son algunos dirigentes.

-¿La gente que salió el 8-N es de derecha?

-No. Esa gente, va a tener oportunidad de postular a sus candidatos y representantes, así lo dice la Constitución. "Todo aquel que mediante las Fuerzas Armadas o reunión de civiles pretenda gobernar en nombre del pueblo comete delito de sedición". ¡Lo dice la Constitución!

-¿El 8-N fue una sedición?

-(Sonríe, irónico) ¡No! Yo supongo que fue una movilización previa a la presentación de una propuesta político-electoral.

-Usted suele denunciar hipotéticos golpes. ¿No hay algo de exageración? Pareciera que el kirchnerismo en cada sábana colgada ve un fantasma.

-Yo no inventé que 15 días antes de las elecciones de 2009 el doctor Biolcati, cabeza formal de la oligarquía argentina, y el doctor Mariano Grondona dijeron que al día siguiente de las elecciones iba a estar Cobos en la presidencia. Eso es desestabilizar.

-A usted que le preocupa tanto que se atente contra la democracia, ¿cómo explica esta foto? (En un acto con Aldo Rico)

-Eso es en un acto donde el candidato del PJ en San Miguel me invitó y estaban los que estaban.

-Se cumplió un año de la tragedia de Once. ¿Eso los interpela como gobierno?

-Nosotros no privatizamos los ferrocarriles, los estamos recuperando. Los accidentes suceden y se investigan judicialmente.

-Van 10 años.

-¿O sea que la posición de tu medio es que tendríamos que haber estatizado? Yo soy peronista, vos respondés a una editorial. ¿La posición del diario LA NACION cuando asumimos era que había que estatizar? No. Nosotros tratamos de que todo el mundo respetara los contratos y cuando se hizo manifiesto que era imposible tomamos la medida en el momento que consideramos oportuno.

-Pero recién después del accidente sacaron a los Cirigliano...

-¡Nosotros no le dimos el contrato; el peronismo no fue! (Se retracta) O un sector del peronismo cooptado por el neoliberalismo fue el que privatizó.

-Le voy a leer algo que dijo el vocero de la cancillería de Irán en referencia a los 8 iraníes acusados por nuestra justicia: "No están en modo alguno preocupados por el acuerdo bilateral con Argentina". Y también quizás está al tanto de un editorial del Tehran Times que dice .

-(Corta) No, no leo tanto como ustedes, no me interesa hablar de eso.

-¿Sobre Irán?

-No, sobre los acuerdos bilaterales. Israel cuando entabla relaciones con Alemania, ¿por qué las tiene si mataron a 6 millones de paisanos? Será porque lo creen oportuno y conveniente. Otra cosa que me llama la atención: ¿por qué nadie pide esclarecer el atentado contra la embajada?

-¿Qué insinúa?

-No lo sé, hay que preguntarles a quienes lo callan.

-¿Por qué las entidades judías no fueron consultadas sobre el acuerdo?

-Son cuestiones de Estado; se hacen públicas cuando se hacen públicas. Los primeros días las entidades se manifestaron en total acuerdo y después algunas cambiaron. El Estado de Israel no consulta con la Argentina sobre sus relaciones con otros países y al revés debe ser igual, salvo que fuera una cosa específica de la embajada. Ahí sí Israel podría opinar porque forma parte, como toda embajada, de su territorialidad. Pero de eso no se quieren ocupar.

-"Éxito diplomático", publicó la agencia estatal iraní. Parece que antes de negociar ya festejan.

-Tu diario festejaba que los gendarmes iban a derrocar a Cristina. La oligarquía festejaba que iba a asumir Cobos. ¡Tantas cosas se festejaron!

-Vamos al gran tema: la re-re.

-El gran tema es si Boca va a ganar los tres campeonatos este semestre.

-Por ahora parece difícil...

-En junio te cuento. (Retoma) En este momento no está en nuestra agenda parlamentaria [la reelección]. Creo que el gran problema de la democracia no es quién va a ser el candidato del peronismo, sino quién va a ser el candidato alternativo.

-Tengo alguien para presentarle. ¿Le gusta esta chica? (Foto de su mujer, Cristina Fioramonti, senadora del FPV en la provincia) Existe el rumor de una fórmula para 2015: Julián Domínguez gobernador, Fioramonti vice.

-(Ahora enojadísimo) ¿Quién lo dice? ¿Quién hace correr ese rumor?

-¿Qué tendría de malo que ella.?

-(Provoca) Tampoco tendría nada de malo que Bartolomé Mitre fuera candidato a presidente, seguramente lo votaría todo el pueblo argentino.

-Mire que hubo una fórmula que hasta 2008 funcionó muy bien: Kirchner-Magnetto.

-Era un acuerdo que teníamos y se basaba en la presencia del jefe de Gabinete y porque habían prometido ponerse en regla con el ordenamiento jurídico argentino. El especialista en eso era el representante de Magnetto en nuestro gobierno, el doctor Alberto Fernández; cuando se produjo la fractura, él optó por quedarse con el Grupo. Yo no lo critico.

-¿Scioli podría ser su presidente?

-Falta mucho tiempo todavía.

-Quiero que me hable con las tripas, no con la razón.

-Mis tripas hacen la digestión...

-¿Y Scioli se digiere?

-Se decidirá dentro de tres años.

-A título personal, ¿usted cree que Cristina debería seguir?

-Creo que ha dado suficiente sacrificio de sí misma, de su persona. Pero es el peronismo el que va a definir quién sigue en 2015.

-¿Me permite una opinión? Aunque polemiza y se enoja, en el fondo se lo ve sereno, como si estuviera un poco de vuelta.

-(Inspira y sonríe) Como diría Serrat, son 50 años en el escenario.

-Dejamos acá.

Historia clínica

Nombre: Kunkel, Carlos M.

Edad: 67

Ocupación

Es actualmente diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, en representación del kirchnerismo más fervoroso

Observaciones

Paciente muy amable durante la entrevista, severo con sus rivales políticos y apegado a sus convicciones históricas

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