Caputo, en la trampa de las empanadas de Darín

Caputo, en la trampa de las empanadas de Darín

El ministro salió a cruzarlo por hablar de lo caro del producto, pero seis o siete docenas valen lo mismo que una TV, un changuito de supermercado equivale al precio de una computadora gama media y salir a comer afuera en familia representa más del 10 por ciento de un salario promedio. 

 

Por Leandro Renou

El ministro de Economía, Luis Caputo, se puso muy nervioso en las últimas horas por dos hechos particulares, ambos vinculados a la economía doméstica, al día a día de la gente: el primero, cuando le preguntaron por qué no trae sus dólares del exterior, mientras le exige a la gente que saque sus ahorros del colchón; el segundo, el enojo con Ricardo Darín, quien en la mesa de Mirtha Legrand se mostró preocupado por lo elevado del costo de vida, ejemplificado con el hecho de que la docena de empanadas vale "48 mil pesos". Casualmente, esto último también partió desde el cuestionamiento al patrimonio foráneo del ministro off shore. Más allá de la metáfora de Darín, los precios de las empanadas tuvieron una suba muy fuerte con este gobierno. Según el IPCBA, el índice de inflación que elabora el ente estadístico de la Capital, la inflación desde que Milei es Gobierno subió un 218 por ciento en territorio porteño, contra un alza de 240 del precio de las empanadas. Además, seis o siete docenas valen lo mismo que una TV, un changuito de supermercado equivale al precio de una computadora gama media y salir a comer afuera en familia representa más del 10 por ciento de un salario promedio.

Confundido por el jab del reconocido actor, Luis "Toto" acusó recibo y salió a contestarle con una pesquisa doméstica de precios de empanadas más baratas y una virulenta campaña anti Darín en redes sociales, usando los mecanismos de trolls pagos del partido libertario y hasta escraches públicos del propio Presidente, Javier Milei. Inédito. 

Demostró así no comprender o intentar negar lo que dijo, de una manera muy simple, Darín: que Argentina tiene un esquema de precios de alimentos muy elevado que ya viene de décadas, pero que se profundizó en el último año y medio, sobre todo post devaluación del gobierno de Javier Milei en diciembre del 2023. Y que esto perjudica a la gente común, a los sectores que más relacionan sus ingresos con la canasta básica. Darín no hablaba de empanadas, hacía foco en un tema sensible y real, que es el desconocimiento del Gobierno de las complejidades del mercado interno, los alimentos y los ingresos de la población. 

"Ricardito" y los trolls del repulgue

“¿Cómo ves la Argentina, Ricardito?“, le preguntó Legrand en su programa. Darín respondió, con sorna, que lo ve "fantástico, fantástico. La veo muy bien. Ahora que ya están sacando los dólares de los colchones… (...) El tema son los colchones. Muchos colchones están un poco apolillados, pero...”. Y siguió afirmando que "la verdad es que no entiendo nada. Me llama un poco la atención eso de sacar los dólares del colchón. ¿De quién están hablando en ese sentido? No sé, una docena de empanadas vale 48 mil pesos. Hay algo que no me termina de cerrar. No comprendo de lo que están hablando. Hay gente que la está pasando muy mal. Muy mal”. Allí, la diva de los almuerzos lo acompañó y cerró el episodio argumentando que "los precios son terribles". 

En este contexto, en una entrevista en TV, Caputo salió a cruzar al actor de "El Eternauta" al decir que "todo bien si él puede comprar empanadas en “Mi Gusto” o en Don Julio (dos lugares caros), pero las empanadas no valen eso, Ricardito; es como que mañana vayas a Porsche y le digas a Mirtha que los autos valen 200 mil dólares... No, quedate tranquilo Ricardo, la gente come empanadas ricas por 16 mil pesos”. Un rato antes, habían orquestado un ejercito de trolls en redes que aplicaron el ridículo argumento para ensuciar la premisa de Darín: salieron a exponer precios más baratos de la docena de empanadas. Además, el Presidente posteó en su Instagram una empanada de oro con la referencia a la "empanada de Darín", y hasta exhibió una imágen de IA con el actor exhibiendo una empanada de oro en una cajita en la que se ponen joyas. Además, pusieron mensajes en su contra los diputados Lilia Lemoine y hasta el bonaerense ultra Agustín Romo, parte de la organización Las Fuerzas del Cielo. 

En medio de semejante acoso desde el Ejecutivo, el actor -que cuestionó a todos los gobiernos y elige no dar un posicionamiento político partidario- contestó con altura, pero le cuestionó a Caputo la falta de respeto. "Cada uno interpreta lo que quiere con eso. En realidad, si miras bien se entiende claramente a qué me refiero. Por supuesto que hay todo tipo de empanadas más caras, más baratas, depende del barrio que te toque y demás. Pero en realidad me parece que queda claro de que estábamos hablando de que los precios están elevados", expresó en declaraciones en TV. 

Agregó que "esto no tiene nada que ver con hablar mal del gobierno ni mal del señor Caputo, que me trató de Ricardito, lo cual es bastante despectivo para un funcionario público votado en democracia, deberían ser un poquito más educados. Yo nunca lo traté mal, no lo conozco. No entiendo por qué me dice Ricardito y lo que dijo ‘es una estupidez’, con lo cual me estaría tratando de estúpido". Asimismo, expresó que "no me parece que esté bien que haga eso un funcionario público, pero no importa. Más allá de eso, ¿querés reinterpretar lo que quise decir? Va en cada uno, pero es una demostración. Es una oportunidad para comprobar hasta qué punto hay tanta gente cargada y que vuelca todo su odio o su bronca". 

Por último, se metió en en el tema del derecho social a expresarse. Dijo que "si empezás a tener miedo de poder decir lo que pensás, sin ofender a nadie, sin insultar, como hizo este señor.... Te empezás a quedar callado y eso no está bien porque estamos en democracia. Yo respeto al Gobierno, no le falto el respeto como he respetado a todos, aún no estando de acuerdo. Pero hay que cuidar las formas. (...) Si de arriba no te tratan bien, es difícil sostenerlo abajo. Nosotros estamos abajo. Somos ciudadanos”.

La docena, un símbolo

Si uno se apoya en datos númericos se ve que no sólo el poder de compra ha disminuido contra los alimentos en los meses pasados, sino que éstos últimos están tan caros que se equiparan de manera peligrosa a lo que cuestan bienes durables. Existe, de hecho, un estudio interesante de la consultora PxQ que publicó meses atrás Página I12, en el que la consultora que preside Emmanuel Álvarez Agis muestra que los precios en dólares en Argentina son los más caros del mundo, incluyendo alimentos y hasta bienes durables. 

Pero antes de ver esos casos, hay que aclarar que más allá de la metáfora de Darín, los precios de las empanadas tuvieron una suba muy fuerte con Milei. Según el IPCBA, el índice de inflación que elabora el ente estadístico de la Capital, la inflación desde que Milei es Gobierno subió un 218 por ciento en territorio porteño, contra un alza de 240 del precio de las empanadas. En abril, de hecho, la docena aumentó casi un punto y medio por encima de la inflación. ¿Qué pasó en los últimos doce meses? los precios de las empanadas subieron 80 por ciento contra una inflación del 52 en la ciudad. Un dato más: según cifras de la consultora Vectorial y tomando base 100, la carne, insumo principal de la empanada y uno de los alimentos más relevantes de la mesa de los argentinos, saltó a 300 desde noviembre del 2023, seriamente afectada por la devaluación de Milei. 

El ejemplo de las empanadas, como el del resto de los alimentos, impacta además cuando se lo compara con los durables. Hoy, seis o siete docenas de empanadas (dependiendo del precio) cuestan lo mismo que una TV de 32 pulgadas en cualquier cadena de electro. En esa línea, una computadora gama media se consigue hasta por menos de 700 mil pesos, un dinero que es algo más de la mitad de la canasta de pobreza y que no compra ni siquiera un chango y medio lleno de un supermercado. Tres kilos de asado, con el salto que ha pegado la carne, equivalen al valor de una licuadora y comer afuera para una familia tipo, con un menú muy básico, equivale a algo más de un 10 por ciento del ingreso medio en la Argentina, hoy entre los 800 mil y el millón de pesos. 

En síntesis, no sólo los precios de los alimentos son muy caros, sino que el Gobierno se empecina en tabicar los aumentos de paritarias para que los sueldos no suban más del 1 por ciento. ¿El resultado? Lo que dijo Darín, una situación muy compleja para buena parte de la población. Una expresión simple, directa y efectiva, que el Gobierno buscó que se quede en la anécdota de la empanada, pero que, evidencia mediante, le pegó a un Gobierno que niega el impacto social de los precios y salarios. 

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