Cambios en el Senado: Profundizar el modelo.

Cambios en el Senado: Profundizar el modelo.

Por Pablo Salgado

No quedan dudas. Bajar las banderas, negociar, quitarle intensidad a la marcha del modelo, buscar consenso con los críticos cerrados, recular; nunca son los caminos adecuados. 

Basta. El gobierno entendió que adaptar discursos y candidatos para captar un sector alejado y disgregado, opositor permanente, no sirve. Edulcorar jóvenes y ponerlos al frente en la provincia para las legislativas, para disputar terreno a los renovadores, o disminuir los tiempos de los cambios, para acordar con algunos sectores medios, no han dado resultado.

Cuando un proyecto político se detiene, pierde. Se caen los logros, y comienza una sociedad a bajar escalones sin darse cuenta.

Cristina lo entendió rapidamente. Y actuó en consecuencia. 

En Tres Líneas te lo anticipamos, en el mes de octubre de 2013, en la nota "Cambios en el Gobierno: Ayudando a Cristina". Allí poníamos fichas a Julián Domínguez, y también a Gerardo Zamora, aunque en otras notas expresábamos el miedo de algunos sectores del kirchnerismo: Volver a confiar en un radical K luego de la decepción de Cobos, despertarba sospechas y miedos en algunos.

Pero se impuso el deseo de conformar un espacio político amplio, superador del peronismo. Ya lo dijo hoy Anibal Fernández a la hora de aprobar la designación de Zamora como Presidente Provisional del Senado: "No podemos desde el Frente para la Victoria, dejar de creer y apoyar un proyecto plural por una mala experiencia, por un solo traidor (Cobos) no podemos dejar de confiar en cuadros políticos importantes que integran nuestro espacio. Gerardo Zamora ha dado muestras cabales de ser un hombre que apoya y acompaña este proyecto".

Decisiones fuertes y rápidas en materia económica, resistencia ante embates desestabilizadores, acuerdos para mantenimiento y baja de precios, recordando aquel 1943, cuando Perón logró bajar los precios de algunos productos, energía y proyectos populares en las cámaras, los preparativos de un discurso fuerte de Cristina, presencia del Estado en controles, sanciones e inspecciones impositivas, acuerdo Repsol-YPF, y, por último, la llegada de Gerardo Zamora, santiagueño, radical K, hombre fuerte ahora del gobierno, que queda tercero en la línea de sucesión. Una movida que da dos beneficios: Preparar un cuadro adecuado ante la casi inminente salida de Boudou, y la salida de Rojkés de Alperovich, para que regrese a sus temas tucumanos, que asuman los reclamos por el crimen de Paulina Lebbos, entre otros temas.

El rumbo está claro, mas definido que nunca. El terreno es árido, los vientos, cruzados y fuertes. Pero la determinación de profundizar un proyecto que nació en 2003, está vigente.

Veremos de que madera está hecho, para transitar por ríos tormentosos. Pero se ve claridad en el horizonte. Y el inevitable apoyo popular ante ideas claras. Los pueblos no se suicidan. 

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