El anuncio de Larreta sobre la quita de planes sociales provocó una discusión interna en Juntos por el Cambio

El anuncio de Larreta sobre la quita de planes sociales provocó una discusión interna en Juntos por el Cambio

Desde la UCR cuestionaron que el jefe porteño haya advertido sobre la chance de sacar la asistencia a las familias que no manden a sus hijos a la escuela; el sector de Bullrich relativizó el alcance de la medida y lo vinculó a la campaña presidencial

 

Por 

Matías Moreno

La decisión del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de sacarles la asistencia social a las familias cuyos hijos no cumplan con los nuevos requisitos de regularidad escolar generó una discusión interna en Juntos por el Cambio.

Si bien la mayoría de los integrantes del conglomerado opositor consideran que la medida “va en el sentido correcto”, aliados de Larreta en Pro y la UCR hicieron observaciones y deslizaron cuestionamientos sobre la disposición que puso en marcha la administración de la Ciudad con el objetivo de reducir el “presentismo intermitente” en las escuelas de chicos cuyas familias sean beneficiarias del programa social “Ciudadanía Porteña”.

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La crítica más contundente llegó del lado del senador Martín Lousteau, quien aspira a competir por la sucesión de Larreta en 2023. El encargado de transmitir la postura de Evolución Radical fue Emiliano Yacobitti: “A favor de monitorear las inasistencias e implementar políticas para que los chicos no pierdan días de clase ni abandonen la escuela. Quitar planes sociales no contribuye a solucionar el problema, sino que lo agrava”, aseguró el diputado nacional.

El armador de Lousteau, aliado de Larreta en la Ciudad, citó un estudio realizado, en 2017, por la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) para argumentar su posición. Según Yacobitti, ese informe indica que “desde una perspectiva de derechos, la suspensión del programa no debería usarse como penalidad ante una señal que, ante todo, informa al Estado de una situación de profunda vulnerabilidad”.

En el sector de Patricia Bullrich, contrincante de Larreta en la disputa por la candidatura presidencial de Pro, relativizaron el alcance de la medida -son 1699 los hogares porteños y 23.686 los menores que reciben el programa Ciudadanía Porteña-. Además, consideran que el jefe porteño buscó dar un golpe de efecto con su anuncio, con el objetivo de diferenciarse del gobierno del Frente de Todos, pero, sobre todo, “endurecer su discurso” y alinearse con las propuestas de Bullrich en materia de política social. Lo interpretan como una señal interna para no perder terreno con la exministra de Seguridad ante la creciente polarización en la escena política y pescar adeptos en el núcleo duro del macrismo.

 

En el entorno de Bullrich están convencidos de que la “campaña presidencial de Larreta está en crisis” y que, por esa razón, intenta reposicionarse con guiños a los sectores de la derecha liberal. “Larreta se sube al discurso de Patricia, le hace un minuto a minuto y la copia en todo”, dicen en la cima de Pro.

Larreta y Bullrich

Además, pusieron énfasis en que los requisitos que establece el programa Ciudadanía Porteña -pedía el certificado de inscripción, es decir, la contrapartida de asegurar la escolaridad de los chicos- ya estaban vigentes en la normativa, pero los controles se flexibilizaron durante la pandemia de coronavirus. Hoy, Larreta anunció que endurecerá esas exigencias: a partir del corriente mes, los alumnos deberán asistir al menos al 85% de las clases en cada bimestre para no perder la regularidad. En caso de que no lo cumplan, los beneficiaros de la asistencia podrían dejar de percibir el ingreso.

“Estamos de acuerdo con que controlen, pero el impacto es pequeño y la medida no es nueva, lo anunció hace tres años”, sostuvieron en la tropa de Bullrich.

A la vez, en el equipo que empuja el proyecto presidencial de la titular de Pro resaltaron que, pese a que endureció su postura en materia de política social, Larreta mantiene sus vínculos con Juan Gabrois, dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). En rigor, ponen la mira en los contratos de los recuperadores urbanos, que maneja la cartera de Espacio Público e Higiene Urbana.

Entre las doce cooperativas, como en el caso de El Amanecer de los Cartoneros, hay representantes de la CTEP. “Es una contradicción: por un lado, Larreta endurece los controles y amenaza con sacar los planes, y, por el otro, tiene una alianza estratégica con Grabois”, afirma uno de los laderos de Bullrich. Ahora los “halcones” revisarán las partidas presupuestarias de la Ciudad para detectar si el líder del MTE recibe más fondos de la Ciudad. Otra muestra de la tregua en la batalla interna en Pro es transitoria.

La postura de Manes

El médico radical Facundo Manes, otro rival de Larreta en la disputa interna en la coalición opositora por la postulación presidencial, consideró que la medida del alcalde “tiene que estar en el marco de reformas mucho más ambiciosas”.

“Generar incentivos para la asistencia a la escuela es una medida en la dirección correcta. Pero también hay que hacerse las preguntas de fondo: ¿por qué no están yendo los chicos al colegio? ¿De qué manera podemos ayudarlos?”, afirmó Manes ante la consulta de LA NACION.

Para el diputado nacional y referente de la UCR, es necesario “cambiar la matriz productiva” del país para generar “empleo genuino y convertir los planes en trabajo”. En ese sentido, Manes recordó que presentó un proyecto de ley para crear “el Instituto de Formación Laboral Continúa”. “Para lograr más inclusión y mejores oportunidades de empleo necesitamos más educación, que mejore y potencie el acceso al trabajo. Sin inclusión laboral, no hay desarrollo social posible”, concluyó.

En las filas de la UCR se escucharon más críticas al anuncio de Larreta. En de las ramas internas del radicalismo interpretaron la medida como una jugada “100% política”. “Estaba en la ley y es obligatorio garantizar la presencia de los chicos en el colegio sean beneficiarios o no del programa social”, apuntó el diputado Fabio Quetglas, uno de los especialistas de la Fundación Alem (UCR) en política social.

 

Quetglas subraya que “las condicionalidades de la política de transferencia de ingresos están para que se cumplan”. Y remarcó que no puede haber una actitud laxa del Estado en los controles. “No son un estorbo, sino que tienen una lógica”, opinó.

Aval de la Coalición Cívica y de Pichetto

En la Coalición Cívica, la fuerza de Elisa Carrió, consideraron que los nuevos requisitos vinculados a la regularidad de los alumnos que estableció el gobierno porteño para mantener la asistencia social “son auspiciosos para garantizar el derecho fundamental a la educación”. “Priorizar las políticas sociales como el trabajo y la educación son nuestras metas. Por eso, todos los esfuerzos deben estar en volver a traer a los chicos y familias a la escuela y garantizar calidad, equidad y justicia educativa”, dijo Maximiliano Ferraro, presidente de la CC.

Desde Encuentro Republicano Federal, el espacio que lidera Miguel Ángel Pichetto, calificaron la decisión de Larreta de quitarles los planes a las familias que no manden a los hijos a la escuela como una “buena señal”. “En una primera instancia es una buena medida. Es una manera de controlar los planes y pedir una contraprestación mínima. Los chicos tienen que ir al colegio. En los planes nacionales hay que ir por un reempadronamiento y reordenar la política social”, señaló Eduardo Mondino, titular del think tank de Pichetto y encargado del área de política social.

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