Antes de que se extinga, las inmobiliarias y el Gobierno quieren resucitar el Cedín

Antes de que se extinga, las inmobiliarias y el Gobierno quieren resucitar el Cedín

Se reunieron con Capitanich para hacerlo más atractivo y cambiarle el nombre

Si bien Guillermo Moreno ya no está en el Gobierno hace meses, una de sus últimas creaciones, el Cedín (Certificado de Depósito de Inversión), trata de hacer por estos días un nuevo intento por sobrevivir. Aquel papel negociable que se emitiría contradólares negros entregados al Banco Central y que servía para aplicar a la compra de inmuebles nunca llegó a imponerse como una herramienta útil.

Sin embargo, 13 meses después de las primeras emisiones, por lo menos, desde el sector inmobiliario confirmaron que, lejos de discontinuar la operatoria, los empresarios dialogan con el Banco Central (BCRA) para poder darles mayor agilidad a estos certificados que ideó Moreno.

Los cedines surgieron como parte del Plan de Exteriorización Voluntaria de Tenencia de Moneda Extranjera, más conocido como blanqueo de capitales. Los certificados estaban destinados a ser imputados en inmuebles. "Esperamos el jueves [mañana] reunirnos con el Banco Central", dijo a la agencia Télam el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Roberto Arévalo, al dar cuenta de las tratativas en marcha.

La semana pasada, la cámara y representantes de la actividad inmobiliaria se reunieron con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, a quien le dieron a conocer una propuesta para agilizar la operatoria de los cedines en la compraventa de inmuebles.

En ese momento, los inmobiliarios propusieron que los cedines pasaran a llamarse Título Público de la Construcción-Cedín, y que los bancos obtuvieran una comisión por su gestión como incentivo para colaborar con la agilización de la operatoria, según las fuentes del sector.

También pidieron que las entidades crediticias fueran capacitadas para cumplir con la normativa y que la Unidad de Información Financiera (UIF) normalizara el uso de los certificados.

Otra de las propuestas del sector inmobiliario es que, al momento de la escritura, exista simultaneidad de la firma con la recepción de los dólares. Actualmente, los cedines se deben entregar al BCRA por el vendedor de la propiedad y, en 48 horas, siempre que se acredite la operación, se depositan en la cuenta del vendedor. Ese tiempo de espera fue uno de los mayores problemas que tuvo la utilización de estos papeles.

A la reunión del lunes pasado con Capitanich fueron representantes del Banco Central, el Banco Nación, el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de Buenos Aires (Cucicba), martilleros y corredores públicos de la provincia de Buenos Aires y el Colegio de Escribanos bonaerense y porteño.

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Los movimientos del Cedín quedaron muy por debajo de las expectativas que se propuso el Gobierno hace poco más de un año. Aquel anuncio, que estuvo protagonizado en mayo del año pasado por la entonces presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont; el ministro de Economía y su viceministro, Hernán Lorenzino y Axel Kicillof; el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, estuvo signado de cifras varias veces millonarias.

Entonces Echegaray estimó que existen 120.000 millones de dólares que no están declarados por los argentinos en el exterior y unos 40.000 millones dentro de las fronteras del país. El objetivo que se planteó entonces fue llegar a los 4000 millones de dólares.

Pero, 13 meses después, la cifra no llega a un 10% de aquella meta. Según surge del Informe Monetario Semanal, que elabora el BCRA, al 18 de julio pasado se habían emitido 304 millones de dólares en Cedín, alrededor de 25 millones más que lo que se registraba en junio.

Esta operatoria que ahora trata de revivir fue prorrogada hasta septiembre de este año..

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