AMIA: analizan nuevas herramientas de investigación

AMIA: analizan nuevas herramientas de investigación

Veinte años de exclusividad ya es mucho. Y para terminar como terminaron, con el principal responsable de la investigación de la pista internacional, Antonio Stiuso, desterrado, jubilado a la fuerza.

Es hora de cambiar. Así piensan algunos de los responsables de la investigación del atentado a la AMIA que por estas horas analizan sacarle a la Secretaria de Inteligencia la exclusividad de la producción y análisis de información en la causa AMIA y conformar un grupo interfuerzas, integrado por otras agencias del Estado capaces de hacer ese trabajo.

Esta incipiente idea aún no tiene forma determinada ni están preestablecidos los actores que podrían integrar este cuerpo. Restan análisis jurídicos para establecer qué es lo que le permite la ley a cada organismo del Estado que tiene un grupo dedicado a las tareas de espionaje.

No está claro, por ejemplo, si la ley permitiría que actúe la inteligencia del Ejército, muy activa y protagonista en la gestión de su comandante, César Milani, o inteligencia de otras fuerzas armadas. No hay dudas sobre la posibilidad de que colaboren las áreas de inteligencia de las fuerzas federales de seguridad.

Tras la muerte del fiscal Alberto Nisman y luego de que echaran a Stiuso de la ex Secretaría de Inteligencia (SI), se formó un grupo de fiscales que heredó la fiscalía especial de la causa AMIA. La procuradora Alejandra Gils Carbó designó a la fiscal Sabrina Namer, con experiencia en juicios orales, y a los fiscales del interior Roberto Salum y Patricio Sabadini, con la coordinación del fiscal ad hoc y secretario Juan Patricio Murray. La funcionaria prometió fiscales que no fueran de su tropa de incondicionales. Cumplió, excepto por Murray, de Justicia Legítima.

Los fiscales se reunieron la semana pasada con el juez de la causa AMIA, Rodolfo Canicoba Corral. Hablaron sobre citar a los diferentes grupos de familiares de las víctimas para escuchar sus propuestas de lineas de investigación. Pensaron en reeditar el pedido para que declare el ex embajador de Israel Itzhak Avirán, que dijo que su país había eliminado a los autores del atentado. Y empezó a germinar la idea de armar un grupo interagencias que trabaje con la inteligencia. Consultado por LA NACION, Murray dijo que no tenía por qué compartir sus ideas con la prensa y "adelantar estrategias de investigación".

La fiscal Namer no respondió a las consultas de este diario. Sin embargo, otras fuentes explicaron que ninguna determinación se va a tomar sin antes reunirse con los familiares.

El nombre de Stiuso y la exclusividad de la SI en la causa AMIA atraviesa todo el expediente.

Menos de una hora después de la voladura de la AMIA, el 18 de julio de 1994, a las 9.58, Stiuso ya tenía a sus operativos en la calle, caminando sobre los escombros de Pasteur 633, buscando pistas de quién podría haber protagonizado el atentado. Así al menos lo declaró ante la Justicia el 1° y 2 de octubre de 2003, cuando testificó en el juicio oral y público que concluyó el 29 de octubre de 2004 con la absolución de los acusados.

Su reinado sobre el expediente, como mano derecha de Galeano, tambaleó en 1995. Luego de guiar al juez tras la falsa pista de unos carapintadas vendedores de armas y explosivos, lo que llevó al magistrado a allanar la casa de un diputado nacional. Luego quedó por un tiempo fuera de la investigación.

INTERNAS EN LA EX SIDE

Galeano y el entonces jefe de la SIDE menemista Hugo Anzorreguy pusieron la causa en manos de los enemigos de Stiuso: la Sala Patria.

Sala Patria y 85 -Contrainteligencia-, que encabezaba Stiuso, mantuvieron una puja que duró décadas.

El jefe de Sala Patria era Patricio Pfinnen. Alto, canoso, cerca de los 60 años en ese entonces, se presentaba como licenciado en Ciencias Políticas de la UCA. Pero llegó al estrellato porque fue Sala Patria -dedicada al área exterior- la que ubicó y detuvo en México a Enrique Gorriarán Merlo, buscado por liderar, en 1989, el asalto al cuartel de La Tablada por parte del MST.

Sala Patria construyó la pista policial de la causa AMIA y protagonizó en 1996 el pago de 400.000 dólares al mecánico Carlos Telleldín para que señalara a los policías al mando de Juan José Ribelli como los que recibieron de sus manos la Traffic usada como coche bomba. En el juicio oral se supo la verdad del pago y Ribelli y sus policías fueron absueltos.

En ese juicio, Pfinnen declaró: "Un servicio de inteligencia no está preparado para ser auxiliar de la Justicia, porque para un servicio de inteligencia basta con tener buena información y hacer una buena apreciación, pero en el sistema legal argentino se necesitan pruebas".

Stiuso quedó de todos modos trabajando en la causa AMIA.

Fue el que consiguió la declaración del testigo C, un disidente iraní que complicó a ex funcionarios de su gobierno en el ataque. Cuando declaró en el juicio por la AMIA, vía teleconferencia, desde Berlín, se vio a Stiuso en cámara, en segundo plano, ajustando detalles operativos.

Sus buenos vínculos con los servicios de inteligencia norteamericanos e isralíes le permitieron trabajar en la reunión de información sobre la pista internacional. Los frutos de su tarea en este aspecto quedaron plasmados en su trabajo, que se conoció como el Informe Final, presentado por Miguel Ángel Toma cuando era jefe de la SIDE de Eduardo Duhalde, en 2002.

Irán fue el responsable del ataque, según este trabajo, que hasta identificaba el nombre del conductor suicida de la Traffic.

Pero su tarea a cargo de la causa AMIA siguió después del juicio y las absoluciones.

Sin Galeano, que espera ser juzgado, acusado de encubrimiento por el pago a Telleldín, se convirtió en proveedor de información de inteligencia de Alberto Nisman, que monopolizó la causa en su fiscalía especial. Fueron sus datos los que permitieron seguir con la pista del conductor suicida y la célula dormida que se activó para protagonizar el atentado.

Recién en 2014, luego de que Cristina Kirchner lo jubilara no por sus actividades de inteligencia, sino por sus tareas extracurriculares que complicaban el frente judicial del Gobierno, Jaime quedó afuera, de manera definitiva, de la investigación del atentado contra la AMIA en más de 20 años..

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