Por Agustín Maza

La economía creció, en promedio, 5,2% durante 2022. Fue la segunda suba consecutiva del PBI, tras el impacto de la pandemia y la crisis 2018-2019. Desde 2010-2011 no se veía un bienio en alza. Sin embargo, mucho lo explicó el efecto arrastre estadístico y, de hecho, la actividad finalizó el año 1,2% por debajo de diciembre de 2021. En los últimos cuatro meses del año hubo caídas en forma sostenida y eso dejará un arrastre negativo para el 2023. El PBI ya volvió a niveles de 2015 pero los salarios están 25% por debajo de ese momento.

El INDEC publicó ayer su Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) correspondiente a diciembre, el cual arrojó un crecimiento del 5,2% en el acumulado del año pasado respecto al mismo período del año anterior, en parte explicado por el arrastre de 3,2 puntos que había dejado 2021. Esta mejora fue la segunda consecutiva luego del impacto que tuvo el confinamiento por la pandemia en 2020 y la crisis macroeconómica que comenzó en 2018 durante el Gobierno de Mauricio Macri.

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Con todo, en el Gobierno festejaron por la recuperación de la actividad a un promedio similar al último pico del PBI en 2017. De todos modos, tal como señalaron desde LCG, para calcular el crecimiento real de la economía debe calibrarse el ingreso en términos de habitantes. "Medido per cápita, el PBI de 2022 resultaría un 6% inferior al de 2017", destacó la consultora.

En ese marco, el saldo que dejó la última parte del año pasado fue negativo y tendrá consecuencias en este. El EMAE marcó en diciembre la única merma interanual, del 1,2%, y una caída mensual del 1%, la más alta del 2022, acumulando cuatro bajas ininterrumpidas en la medición desestacionalizada. Así, el nivel de actividad se ubicó 1,2% por debajo de los que había dejado en el último mes de 2021.

"Los últimos cuatro meses del año estuvieron marcados por caídas consecutivas del nivel de actividad, acumulando 2,8 puntos respecto a agosto que fue el último mes con crecimiento. El arrastre estadístico del cuatro trimestre para 2023 será negativo en 0,5%", afirmó LCG.

A eso se sumará la caída en las exportaciones del agro debido al efecto de la sequía, que en el mercado estiman en torno a los USD10.000 millones. Según el consenso de los economistas eso implicará una continuidad del endurecimiento en las restricciones de acceso a dólares para pagar importaciones, el cual explicó el freno de la industria y la construcción en la última parte del año pasado con consecuencias directas sobre el PBI. A eso se sumará la meta de reservas prevista con el FMI y un saldo negativo con el organismo.

El titular de la Aduana y funcionario clave en la gestión del comercio exterior, Guillermo Michel, dijo ayer a BAE Negocios que el objetivo del Ministerio de Economía es que las importaciones del 2023 estén en línea con los USD93.000 millones plasmados en el Presupuesto. La proyección de la hoja de ruta es una economía creciendo 2% este año, pero el REM del BCRA arrojó 0,5% mientras que LCG estimó una caída del 2%, Ecolatina un alza menor al 1% y Econviews un estancamiento "en el mejor de los casos".

Si bien el Gobierno podrá mostrar una recuperación de la actividad en valores levemente superiores a los de 2015, el salario formal real se encuentra 25% por debajo de esos niveles. Así lo consignó un informe del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma en donde sintetizaron: "se produce lo mismo pero la remuneración de los trabajadores es sustancialmente menor". El Frente de Todos deberá afrontar las elecciones con esa dualidad presente en la economía, pero vale destacar que la mayor pérdida de los ingresos se dio entre 2018 y 2019 durante la gestión de Cambiemos.