María Eugenia Vidal fue ungida la semana pasada como presidenta del PRO Provincia y, como correlato de la normalización partidaria ahora se espera que en los distritos bonaerenses se asuma el mismo camino. En La Plata, no se duda de que el intendente, Julio Garro, será quien presida el espacio eje de Cambiemos, aunque, como es natural, las distintas vertientes internas que lo componen comienzan a mirar con atención los cargos partidarios que puedan ocupar y cómo los posicionará para las legislativas de 2017.

Es que el joven partido, como se sabe, fue intervenido a fines del año pasado, cuando en todos los distritos quedaron suspendidos los ejercicios de autoridades. Pero ahora, tras el cónclave normalizador del miércoles pasado, se espera que el Consejo Directivo Provincialinicie en las próximas semanas una agenda de regularización en los distritos.

Hasta 2015 el intendente, Julio Garro, ocupó la presidencia del PRO La Plata y distintos protagonistas de la escena política local descartan que, en el marco de un acuerdo político general, renovará ese cargo de liderazgo. Pero la expectativa está centrada en la disputa que las distintas vertientes libren para ocupar los cargos de mayor relevancia en el diseño de futuras políticas partidarias, una idea atada inevitablemente al armado de las listas de candidatos del año que viene.

“Será casi un trámite”, afirman algunos que reconocen que después de la larga intervención del partido -un sanción judicial de años atrás por no presentarse en dos elecciones consecutivas- ese papelerío deberá ser actualizado “antes de fin de año”. Al mismo tiempo advierten que los nombres que ocupen los principales lugares devendrán del “fruto del consenso” político.

Será, se estima, entre 15 días y un mes, cuando el Consejo Directivo Provincial del partido amarillo comience a delinear un Consejo Directivo Distrital que, integrado por diez miembros titulares más suplentes, cumplan la normalización y ejerzan sus cargos durante cuatro años.

LINEAS INTERNAS

La danza de dirigentes locales que integran esta puja tienen su propia referencia provincial. Garro pertenece al vidalismo puro y cuenta con dirigentes de su riñón que, en algún caso, podrían aspirar a algún lugar partidario, como la jefa de Gabinete, Natalia Vallejos, y el secretario de Gobierno, Nelson Marino.

Quien hasta el año pasado ocupó la vicepresidencia partidaria es el concejal Julio Irurueta. Del ala del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, el dirigente aspiraría a conservar el lugar partidario. El dato desalentador en este sentido es que, en medio de la relación tirante que mantiene con María Eugenia Vidal y con el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, Monzó no ocupó ningún lugar en el PRO Provincia, aunque en el afán de contener a todos, sí lo hizo más de un dirigente cercano al espacio del diputado.

El partido amarillo tuvo como líder central hasta el año pasado al intendente de Vicente López, Jorge Macri, El jefe comunal logró instalarse como dirigente provincial y en La Plata su alfil es el presidente del Concejo Deliberante, Fernando Ponce. Hasta el año pasado presidente de la Juventud PRO, Ponce tendría intenciones de integrar la lista a diputados provinciales del año que viene y también podría pelear por un lugar de relevancia dentro del partido a normalizar.

El cuarto dirigente con peso en la estructura macrista local es el del senador provincial Juan Pablo Allan. Con dos funcionarios suyos en el gabinete y dirigentes en la zona norte de la Ciudad, el legislador es junto a Garro uno de los dos vocales provinciales por La Plata y es, además, puro del riñón del ministro de Educación, Esteban Bullrich. Nadie pierde de vista que el funcionario nacional, quedó ungido el miércoles en un importante rol partidario, lo que permite especular que Allan también tendrá expectativa de aspirar a un rol predominante en el espacio local.