Tensa relación en la selva Cambiemos

Tensa relación en la selva Cambiemos

La convivencia entre macristas y radicales no pasa por su mejor momento a nivel país, sobre todo en tierras bonaerenses. La vicegobernación, los cargos legislativos y las intendencias, en disputa

“¿Cuál es la ley de la selva? Pega primero y avisa después”, afirma El libro de la selva, de Rudyard Kipling.

La actual relación entre los partidos Propuesta Republicana (PRO) y Unión Cívica Radical (UCR), socios en Cambiemos junto con la Coalición Cívica, transita ese sendero. 

La “parrillada de la paz” de diciembre, donde los principales referentes de esos espacios acordaron dejar atrás las tensiones y avanzar unidos en la estrategia electoral, naufragó. El macrismo hizo su juego de acrecentar poderío y el radicalismo, que venía lánguido aceptando sin chistar, comprendió que en año electoral podía ser cuchillo y presa, a la par.

Y en la provincia de Buenos Aires, la sabana más fértil para la propagación 

de roscas argentinas, la pelea intestina entre los miembros de la manada oficialista se desató con todo, amenazando incluso la vida de la coalición.

La reyerta bonaerense se circunscribió a tres terrenos: el compañero de fórmula de María Eugenia Vidal, la repartija de las candidaturas legislativas y las internas en municipios oficialistas y opositores.

Compañero de fórmula

La duda la sembró la propia Vidal cuando habló en pasado sobre su vice, Daniel Salvador. “Fue”, dijo, y desde el PRO surgieron candidatos, como Jorge Macri, con peso en el norte del Conurbano, y hasta Cristian Ritondo, de buena imagen por su gestión en la cartera de

Seguridad. 

En el macrismo entienden que la elección en la Provincia no será fácil y que, 

a contramano de los comicios anteriores, la tracción de votos debe ser de abajo hacia arriba.

“Un candidato sin votos, no sirve”, aclaran a La Tecla los detractores de Salvador. Pero hay otras posturas en el macrismo que prefieren repetir con el expúgil: “Contiene a los radicales y no busca protagonismo”, dicen.

En las filas del centenario partido creen que la movida PRO busca que los boinas blancas sigan la zanahoria de la pelea por la vicegobernación, mientras se cocina el resto del estofado. “Quieren bajarle el precio a Salvador para que, una vez elegido, no haya pedidos en el armado legislativo”, grafica un hombre cercano al vice.

Una tercera versión sostiene que el nombre del compañero de fórmula bonaerense está sujeto al del vicepresidente.

Si Macri hace dupla con un radical, las cuentas estarán saldadas y el segundo de Vidal no será de ese espacio. Y en ese cuadro ubican a uno del equipo: Ritondo asoma como opción, aunque también postula como primer diputado nacional para presidir la cámara en el Congreso, en lugar de Emilio Monzó.

Salvador hace oídos sordos y evita opinar, sobre todo después del reto recibido cuando fogoneó su reelección el año pasado. Igual preparó su agenda de campaña. Desde el 2 de marzo recorrerá las cinco secciones del interior, una cada fin de semana, para buscar apoyo partidario.

Candidatos legislativos

El capítulo de las listas legislativas empezó esta semana a experimentar cruces entre el PRO y la UCR, que quieren retener a los que terminan mandato y colar algunos nuevos. La disputa es en todas las secciones, y el panorama para el radicalismo, no es el mejor. En La Plata, por caso, que elige senadores, Salvador im-pulsa al presidente del bloque Cambie-mos en el Concejo local, Claudio Frangul. El macrismo dice “no”. 

De los tres lugares en la lista, dos serán para hombres y el restante para una mujer. El PRO quiere que los senadores Juan Pablo Allan, de Esteban Bullrich, y Gabriel Monzó, hermano de Emilio, reelijan. Y para el cupo femenino pretenden a la presidenta del cuerpo deliberativo, Ileana Cid, del intendente Julio Garro. 

Así, Frangul queda afuera. Pero las chances se reducen más si Vidal, tal como se especula, manda a su secretario general de la Gobernación, Fabián Perechodnik, como cabeza de lista.

La movida haría bajar a uno de los que buscan renovar. La solución, por estas horas, es ubicar a Monzó en otra sección.

El escenario de la sección Capital es una muestra de lo que deberá enfrentar el radicalismo, con pocas posibilidades, salvo en algunas del interior. 

Otro caso: en la Tercera sección, que elige nueve senadores, la UCR quiere colar dos con posibilidades de entrar. Uno sería el alcalde de Magdalena, Gonzalo Peluso. Pero con un cálculo de meter hasta tres senadores, la prioridad será para los “grandes”, como Quilmes o Lanús, donde gobierna el PRO.

Interna municipal

En las comunas, también hay ruido. El radicalismo busca que le habiliten internas y el PRO ya se expidió que no, en los lugares donde conduce Cambiemos. Pero en la UCR no se resignan, quieren PASO entre los denominados “sin tierra”, don-de gobierna la oposición, y que en los municipios macristas, el primer candidato a concejal sea radical, como podría ocurrir en La Plata.

La tensión PRO - UCR se siente, aunque algunos dicen que el no desdoblamiento descomprimió. “Dio tiempo”, aclaran.

Pero los que saben que la disputa dentro de Cambiemos seguirá, por lo menos, hasta que se definan candidaturas, recuerdan que en la ley de la selva, no siempre se impone la tiranía del más grande, sino la del que lleva a cabo la mejor estrategia; electoral, en esta llanura.

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