Randazzo empieza a preocuparse por la fiscalización en el Conurbano

Randazzo empieza a preocuparse por la fiscalización en el Conurbano

La alianza de los intendentes le garantizan a Scioli la boleta en agosto y octubre. El sostén de La Cámpora.

La campaña fuerte empieza con el cierre de alianzas y listas electorales, y Florencio Randazzo ya comienza a ver con preocupación el Conurbano bonaerense, donde mide bien pero donde su rival Daniel Scioli tiene todavía más poder de fuego.

El poco armado territorial del gobernador, luego de haber estado ocho años en su cargo, lo compensa con la alianza que sí supo construir con los intendentes de la provincia, que le aseguran el cuidado de su boleta en agosto y octubre.

 Son varios los jefes comunales de peso que ya se pronunciaron por la candidatura del gobernador. Hugo Curto (Tres de Febrero), Fernando Espinoza (La Matanza) y Raúl Othacehé (Merlo), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), por nombrar algunos.

No es que ya estén ya pintados de naranja, aunque en algunos casos sí lo están, pero es presumible y lógica su inclinación por la postulación de Scioli. 

De todas formas, para evitar “tener que elegir”, los intendentes pidieron ir pegados a las dos boletas. Es decir, todos aceptan las dos listas, pero se sabe que el día de la elección los que tienen la última palabra son los aparatos locales. 

El sostén de La Campora, los sindicatos y otras agrupaciones duras del kirchnerismo podrían ser vitales para la elección de Randazzo. La agrupación de Máximo tiene presencia territorial en todos los distritos y puede suplir este déficit del ministro, sumado al armado de los referentes y candidatos que tengan línea con él.

En las encuestas, Randazzo está bien en Capital, parejo en la provincia de Buenos Aires y terriblemente mal en el interior. Por lo tanto, debe acelerar sobre todo en el norte y conservar el impacto que tiene en el Conurbano. Para eso, debe asegurarse que le cuiden la boleta.

 Impulsado por la caza kirchnerista de intendentes del Frente Renovador, Randazzo empezó incluso a sondear dirigentes de peso que tienen la estructura suficiente para fiscalizar. Como el caso de Ruben Ledesma, en La Matanza, a quien ya le ofreció ser su candidato pero el dirigente de los empleados de comercio por ahora asegura que se queda con Sergio Massa. 

Es sólo un caso, pero sirve de ejemplo. Es complicado y caro fiscalizar un distrito como el de La Matanza, con cerca de 3500 mesas. Por lo que se necesitan un ejército de ese número, como mínimo, para llevar a las escuelas, sin contar la logística de la elección, por ejemplo para llevar a votar a los fiscales ya que muchos no votan en los mismos edificios en donde fiscalizan. 

Con todo, Randazzo tiene el aval de Carlos Zannini para ir a la elección y cree poder contar con las herramientas del Gobierno para pedir un atisbo de imparcialidad a los intendentes. Quienes tampoco buscarán ser marcados con una cruz por jugar para atrás con uno de los candidatos del gobierno. 

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