Después de recorrer parte de la mega muestra agroindustrial, Lavagna se presentó ante los medios y desde un principio impuso sus condiciones. La facilidad de palabra con la que respondió sobre la crisis económica y con la que disparó sus críticas contra el gobierno de Macri contrastó con la falta de certezas a la hora de develar el gran interrogante que aún no resolvió: si será candidato a presidente.

ADEMÁSExpoagro: otorgan licencias para que Internet llegue a más zonas ruralesGonzalo Lorenzo: "Los productores quieren invertir en tecnología"

"Vamos a hacer un acuerdo de principios, vamos a hablar de proyectos de país y la palabra candidaturas la sacamos del diccionario. En algún momento volverá, ahora no", fue la primera frase que lanzó el exministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner .

Con esa premisa instalada, Lavagna aprovechó la oportunidad para marcar las diferencias que mantiene con la administración nacional. "Hay una palabra que se llama ajuste y otra que se llama crecimiento. Hace meses, por no decir años, que lo único que escuchamos es ajuste, ajuste, ajuste. Hay que bajar la presión tributaria y mejorar la rentabilidad", sostuvo.

Lavagna, que habló en una conferencia de prensa, manifestó que antes de dar soluciones o recetas para salir de la crisis económica, "primero hay que hacer el diagnóstico". Y lanzó: "Y el diagnóstico fundamental es que la economía el problema de los argentinos no se resuelve por la vía del ajuste".

Aunque mantiene el misterio sobre su futuro, los últimos gestos que está dando lo instalan como un potencial precandidato a presidente. Anteayer se reunió con el conductor televisivo Marcelo Tinelli y almorzó con algunos gremialistas. Ahora, según adelantó LA NACION, Lavagna se reunirá con el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, integrante del espacio Alternativa Federal, que también reivindica Lavagna.

Tras el impacto de su encuentro con Tinelli, el economista buscó contextualizarlo dentro de las reuniones que mantiene con actores de "la sociedad civil", como el doctor Facundo Manes; el presidente de RIver, Rodolfo D'Onofrio, o la ensayista Beatriz Sarlo, entre otros. "Es la sociedad civil la que tiene que ser escuchada en este proceso", dijo Lavagna.

Pero Lavagna no quiere saber nada de especulaciones y sus esfuerzos están puestos en mostrar las deficiencias económicas, área en la que se presenta como una solución. "Hay que sacar del lenguaje y de las políticas económicas el ajuste fiscal", aseguró.

Para el exfuncionario, "los problemas fiscales solo se resuelven con crecimiento, sino son simplemente ajustes de un rato que terminan explotando". Además, agregó: "Nos hemos pasado casi tres años discutiendo si los problemas actuales tienen que ver con la gradualidad o el shock y es una discusión absurda. El camino fue el errado".

Durante su presentación, que compartió con Lifschitz, uno de sus socios, Lavagna describió que "el desafío fundamental es cómo uno moviliza los recursos que el país tiene". Según su visión, "desde el punto de vista económico, el ABC es que el país crece si tiene mano de obra, si tiene recursos naturales y si tiene capital".

En ese sentido, aclaró: "Nosotros tenemos recursos naturales, mano de obra disponible y capitales. En lugar de ver cuánto viene del exterior hay que ver cómo prevenir que no se vaya lo que se está yendo".

También fue muy duro con el proceso de endeudamiento que lleva adelante el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. "En el 2015 teníamos graves problemas, ahora tenemos graves problemas más el endeudamiento, pero eso no significa que el país no puede salir. Tenemos una brutal potencialidad", cerró Lavagna.