A un año del triunfo de Mauricio Macri en el balotaje, y a pocos días del primer aniversario de su asunción, la demora en la recuperación de la economía y la necesidad de resultados concretos antes de la campaña electoral potencia la tensión en el Gobierno. “No hay previstos cambios, al contrario”, salió a apaciguar las versiones Marcos Peña. “Estoy conforme con la curva de aprendizaje de los ministros en este primer año”, también había buscado transmitir calma el Presidente en la reunión de Gabinete semanal. Esa estabilidad por el momento alcanza a los 22 jefes de cada cartera y organismos descentralizados. La tendencia marca una continuidad con la gestión de Macri en la Ciudad, poco afecto a los reemplazos. Sin embargo, la tensión ya hizo crujir algunas piezasmuy cerca de la primera línea de funcionarios. Habrá cambios en Cancillería y Salud, que con Producción y Ambiente son las carteras que acumularon más cuestionamientos. "Algunos recibieron retos fuertes, pero el hilo por ahora se corta por abajo", consignó un integrante del Gabinete.

“No va a haber ningún anuncio respecto a la estructura. Lo estoy revisando. Esto involucra gente que puede ocupar otra posición. Con algunos hablé, con otros no. Tendrán la novedad cuando ocurra”, señaló la canciller Susana Malcorra, en el Palacio San Martín. No obstante, la salida de su vice Carlos Foradori y de la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales Cristina Boldorini habían sidoconfirmadas por el propio Foradori el lunes. “Cualquier mención no es buena. Trabajo con un equipo con el que trato de mantener la sintonía fina y esos comentarios no contribuyen a eso”, deslizó la canciller una crítica al funcionario que será desplazado, antes de cerrar el tema.

En Salud confirmaron que dejarán sus cargos Néstor Pérez Baliño-su secretaría se dividirá en dos y él no manejará ninguna- y Daniel Bosich -subsecretario de Coordinación-, cuyo lugar lo ocupará María Cecilia Loccisano. Macri elogió por la tarde un programa del ministerio en conjunto con Modernización, un gesto que funcionó como un contrapeso de las críticas por las demoras en la distribución de remedios y otros temas de gestión, que desde la cartera atribuyeron a “retrasos en las licitaciones” y a la herencia kirchnerista.

Antes del inicio de la reunión de Gabinete hubo algunos gestos para descomprimir la tensión. “Gracias por llevarte la marca”, dijo en broma Emilio Monzó a Sergio Bergman, otro de los ministros que fue blanco de cuestionamientos por la dificultad para mostrar resultados de gestión. El titular de Diputados hizo ruido el fin de semana al apuntar en una entrevista en Perfil contra Jaime Durán Barba y de manera elíptica contra el estilo y la estrategia política avalados por Peña y el propio Presidente. El diputado ya se había comunicado telefónicamente con el jefe de Gabinete para explicarse mejor. Cerca de Monzó, durante las primeras horas, consignaron que nadie los había llamado.

La economía con los brotes verdes que no florecieron y otra parte marchita potenciaron la ansiedad y el desconcierto, reflejado en un diálogo entre ministros del área: “¿Por qué no arranca con todo lo que ya hicimos?”. “La verdad, no sé”. El malestar alcanzó a Francisco Cabrera -Producción- por la relación con los empresarios y a Daniel Chain, secretario de Obras Públicas, por las demoras en su sector. El Presidente asistió al casamiento del hijo de Chain el fin de semana, lo que fue tomado como un aliciente cerca del funcionario: “Tan enojado no debe estar”.

En la Casa Rosada descartan que varios ministros sean candidatos el año próximo, aunque algunos (en especial los radicales) podrían encabezar las boletas en sus distritos y en algún otro caso tomar ese camino como una salida elegante para del Gabinete. Los coordinadores Gustavo Lopetegui y Mario Quintana llevan adelante una evaluación de la gestión y se reparten las 22 carteras. Están en cada contacto de los ministros con el Presidente.