Gobierno pide tope de 30% a gremios

REUNIÓN SECRETA DE KICILLOF Y TOMADA CON LA CGT DE CALÓ

El Gobierno les pidió a los sindicatos afines negociar aumentos salariales por debajo del 30 por ciento. Lo hicieron la semana pasada los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Trabajo, Carlos Tomada, durante una reunión reservada que mantuvieron con dirigentes de la CGT oficialista, entre ellos su secretario general, Antonio Caló, y que careció de promesas respecto del Impuesto a las Ganancias y los fondos para las obras sociales. En tanto, esta semana el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, recibirá a los dirigentes de los gremios del transporte para intentar disuadirlos de concretar el paro nacional de la actividad convocado para el 31 de marzo. 

El encuentro con los ministros fue el eje central de una reunión de mesa chica de la CGT más cercana al Ejecutivo el jueves pasado, pero recién ayer este diario pudo conocer los resultados. Los gremialistas habían pactado no filtrar la información por entender que Kicillof y Tomada les transmitieron un panorama malo para sus demandas. 

Andrés Rodríguez, jefe de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y anfitrión de la "mesa chica" del jueves, que estuvo junto a Caló en la charla con los ministros, fue quien se manifestó más contrariado por el mensaje del Gobierno. Alegó que los funcionarios habían pedido paritarias en un rango de 25 a 30% para este año, cuando docentes y estatales perfilan por ahora subas muy superiores. 

El agravante para los dirigentes es que no hubo compromiso alguno de los ministros de inyectar más recursos a las obras sociales. En la puesta en común del jueves los gremialistas admitieron estar frente a una encerrona: si en la actualidad -en sentido contrario a lo que sucedía en los '90- los sindicatos están obligados a financiar los eventuales déficits de sus prestadoras, el planteo oficial cierra ambas canillas. Es decir que un tope salarial impediría compensar la falta de actualización de fondos para obras sociales por parte del Estado. 

Frente a las novedades los sindicalistas no lograron un diagnóstico común. Los más cercanos al Gobierno, como Caló y Gerardo Martínez (albañiles, UOCRA) creen posible, en un año electoral, obtener más adelante mayores desembolsos para las obras sociales. Y en paritarias, exhibir aumentos nominalmente inferiores al 30% pero con cláusulas y adicionales que terminen por elevar por encima los ingresos en términos de bolsillo. 

En cambio, dirigentes más distanciados del Ejecutivo, como Carlos West Ocampo y Héctor Daer, de Sanidad, alegan que negociar subas por encima del 30% permitirá no sólo compensar eventuales pérdidas de poder adquisitivo en las paritarias de 2014, sino exhibir fortaleza gremial frente al recambio presidencial. 

Esta semana, en tanto, el Gobierno intentará convencer a los sindicatos del transporte de no llevar a cabo el paro del 31 de marzo, dispuesto para protestar por Ganancias. El jefe de Gabinete recibirá el miércoles por la mañana a Roberto Fernández (colectiveros, UTA), Omar Maturano (ferroviarios, La Fraternidad), Omar Pérez (Camioneros) y Juan Carlos Schmid (portuarios). En el sector se especula con la eventual exención de ítems salariales como las horas extra del pago del gravamen..

 

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