El bloquismo vuelve a las fuentes y se abre

El bloquismo vuelve a las fuentes y se abre

Es inminente la partida de Caselles del bloque Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados de Nación, por pedido de dirigentes del partido. No rompe con el PJ, pero gana autonomía y hace valer el voto, como antaño, en días de extrema necesidad macrista.

Con la seguridad de aquello que ya se puede decir, el diputado chimbero Andrés Chanampa ventiló días atrás en Canal 13 que le habían pedido a Graciela Caselles que abriera bloque propio en la Cámara de Diputados de Nación, para recuperar identidad partidaria, aunque sin pelearse o romper con el justicialismo. Tras el blanqueo de intenciones, la propia legisladora se atrevió a arriesgar fecha para consumar la jugada.

"Ojalá que cuando cumplamos aniversario del primer gobierno bloquista lo podamos festejar también de esta manera”, dijo en referencia al próximo 12 de mayo. Ese día el partido de la estrella celebrará 93 años.

Para el bloquismo es un regreso a las fuentes. Como antaño, la soledad de un monobloque cotiza alto, en un Congreso Nacional muy dividido y con urgencias legislativas del Poder Ejecutivo. Esa carta supo jugar con astucia Don Leopoldo Bravo para meter un punto más de coparticipación para la provincia, según reconocieron hasta sus adversarios políticos años más tarde.

Con esa imagen en mente, Caselles ya no esconde las intenciones. "El bloquismo fundamentalmente es una fuerza provincial. Su espíritu, su esencia, su historia siempre estuvo marcada en saber trabajar con gobiernos nacionales a favor de la provincia”, reconoció.

"Hoy se denomina nuestro espacio ‘Frente para la Victoria-Partido Bloquista’. Pero nos llamaremos Partido Bloquista”, sentenció sin eufemismos consultada durante el acto de apertura del ciclo lectivo 2016 en Media Agua.

Caselles y el bloquismo orgánico acompañaron las listas del Frente para la Victoria en las últimas elecciones. Y jugaron a fondo con el entonces candidato presidencial Daniel Scioli. Pero el bonaerense cayó derrotado en el balotaje con Mauricio Macri. Y el mundo siguió girando.

Lejos del áspero discurso de los legisladores nacionales justicialistas, con José Luis Gioja a la cabeza, Caselles ha evitado confrontar con Cambiemos. Prudente, fue la única parlamentaria del FPV que se hizo presente en Barreal el 12 de febrero cuando llegó Macri para anunciar la eliminación de las retenciones mineras.

Además, quedó descolocada en medio de las disputas intestinas del PJ, en las que el bloquismo nada tiene que ver. Según contaron dentro del partido de la estrella, con Gioja todo está más que bien. Incluso habría un guiño para proceder con la apertura de bloque.

De hecho, Gioja no cortó el diálogo con el ex jefe de ANSES, Diego Bossio, cuando decidió armar rancho aparte con los diputados de Juan Manuel Urtubey y otros. La Cámpora lo embistió al grito de "traidor”. Pero el sanjuanino y su escolta integrada por Daniel Tomas y Daniela Castro, evitaron subirse al carro del agravio.

Quien puede lo más, puede lo menos. Si lo de Bossio no fue para tanto, para Caselles hay vía libre. Por otro lado, la dirigente bloquista conserva una excelente relación con el gobernador Sergio Uñac. Su manejo independiente del malón peronista podría darle mayor margen de maniobra en el Congreso. Y el pocitano podría encontrar en la caucetera un brazo de negociación adicional con la Casa Rosada y sus necesidades parlamentarias.

El otro efecto de la apertura de bloque aparte se podrá medir puertas adentro del bloquismo, donde este año habrá elecciones internas para renovar autoridades y Caselles es candidata a la reelección, con apoyo ya declarado de Chanampa. El enfriamiento del vínculo con el kirchnerismo podría bajar la barrera con los disidentes liderados por Enrique Conti. 

Sin embargo las cosas no serán tan sencillas para los que jugaron por fuera de la estructura orgánica. Chanampa pidió sanciones para Conti y el resto, por haber desobedecido decisiones partidarias tomadas en la Convención hasta el límite de haber sido candidatos en frentes no avalados por el bloquismo. "Si quieren volver, que vuelvan. Pero a trabajar como cualquier otro militante”, aclaró el chimbero. Sin cucardas. Caselles piensa igual.

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