María Eugenia Vidal es Gobernadora, pero nunca dejó de comunicar como mujer y como madre. Sus mensajes son prácticos y resolutivos. Su modo de comunicación es para que todos la entiendan y no queden dudas de su análisis ni de su visión.

Vidal ha roto el perfil estructurado de la típica política “rosquera” de corrección para concentrarse sobre la afirmación de una estrategia de “implementación” de políticas públicas.

Su comunicación cotidiana y en las RRSS, sobre todo, la validan como mujer, madre, política y gobernadora. Ha logrado consolidar un estilo sin disociación entre investidura y vida familiar. Hoy los argentinos no buscan entelequias ideológicas sino ideales que pueden ser plasmados. Esto es lo que despierta Vidal al comunicarse. Alguien cercano, con vida parecida a la del ciudadano y entregado a la búsqueda de soluciones cívicas.

Vidal comunica desde lo Cívico con Autoridad más que desde lo Político con Poder. La cercanía al ciudadano genera empatía con el mismo y éste le delega autoridad. En su comunicación se enfatiza la capacidad de diálogo y búsqueda de consenso.

María Eugenia Vidal tiene la maravillosa virtud comunicacional de no mezclar argumentaciones políticas con sentido común. Ella es sentido común puro y lo que transmite y se percibe en el inconsciente colectivo es lo mejor que podría tener un elector: “Yo hubiera decidido lo mismo si fuese ella”. Eso es empatía pura.

Sus posteos familiares muestran a una mujer entregada a la administración familiar donde cuida cada detalle de los suyos. Eso despierta credibilidad en el ciudadano, emociones de afecto, empatía tanto en las mujeres como en los hombres. Las fotos familiares son espontáneas y de escenarios donde todos pueden identificarse con ella.

La mayor virtud de Vidal es que nadie debe suponer que es madre, esposa, familiera y resolutiva. Es un hecho que lo muestra a diario en su comunicación. La fluidez de sus mensajes en textos e imágenes, son un placer para los comunicadores. No hay esfuerzo en comunicar y genera credibilidad mientras aumenta su reputación.

Otro rasgo definido en Vidal, y como toda mujer, es que llama a las cosas por su nombre y ataca los problemas de forma directa. Es comunicación en sí misma. Durante la campaña y en el poco tiempo de ejercicio del Ejecutivo provincial se ha ocupado de mantener informado al ciudadano sobre su persona y sus valores. Este hecho le brinda credibilidad para que sus posiciones y decisiones sean valoradas.

Vidal comunica directa e indirectamente lo que toda persona espera de un político: cercanía, sencillez, resolución y vocación. Desde lo femenino comunica practicidad, expedición, afectos, relaciones familiares, compromiso y lealtad.