El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, decidió cuál será su impronta de gestión: la urbanización de las villas, una de las mayores deudas de las sucesivas gestiones de la Ciudad. Para ello, en los próximos meses buscará levantar su “perfil social” por sobre el metódico, que actualmente prevalece.

 

En esta línea, aseguró que uno de sus objetivos es “que la Ciudad sea una sola e integrar a la gente que vive en las zonas más postergadas, algunos en las villas”, para lo cual resaltó la necesidad de “que la salud sea igual para todos, que todos tengan un espacio público para disfrutar, que todos tengamos los mismos servicios”.

“Sueño que un día la Villa 31 sea Barrio 31, que se vaya integrando y que sea una sola Ciudad”, resaltó en declaraciones radiales.

Días atrás, tal como publicó RevistaQue.com, armó un gabinete social que reúne periódicamente a todas las áreas del Ejecutivo porteño que tocan temáticas sociales. Además, la transformación más grande que quiere realizar el sucesor de Macri es la “integración” de las villas al resto de la Ciudad.

En tanto que delegó en Pablo Roviralta, titular del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), la urbanización de la villa 20 de Lugano, que le trajo varios dolores de cabeza a Macri hace un par de años cuando sus habitantes ocuparon el barrio “Papa Francisco”.

Ahora busca el Banco Mundial también financie los trabajos para que la avenida Triunvirato atraviese el asentamiento conocido como “Playón de Chacarita”.

El Banco Mundial exigiría que en el plan se incluya al menos una villa de la provincia de Buenos Aires. Por ese motivo, en el PRO se está estudiando la posibilidad de incluir a la villa Carlos Gardel, de Morón, el municipio gobernado por Ramiro Tagliaferro, padre de los hijos de María Eugenia Vidal.