En diciembre los costos de insumos empresarios saltaron un 54%, muy por encima del 25,5% del IPC. La devaluación generó el pico inflacionario más alto de la serie y estiman un alza del 400% en 2024, medido punta a punta
Por Julieta Romero
Los costos de los insumos transables del sector productivo pisaron el acelerador en diciembre y anotaron una suba del 54%, muy por encima del 11,1% de noviembre y marcó para todo el 2023 un salto de 276,4%, según el Indec. La disparada en los precios mayoristas respondió a la suba del dólar oficial a los $800, más el incremento de la alícuota del impuesto País (de 7,5% a 17,5%), lo que implicó una "devaluación total del 138% para los productos importados", tal como explicó la consultora LCG. A priori, y aunque el traspaso no es lineal, la diferencia de 28,5 puntos con el IPC de diciembre puede implicar un rezago en los precios que todavía no terminó de trasladarse al consumidor, con una inflación que no cederá en los próximos meses. La caída del consumo puede marcar, sin embargo, un límite.
Tanto a nivel mensual como interanual, el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) que publicó el Indec superó ampliamente al IPC de diciembre, cuyos valores fueron de 25,5% y 211,4%, respectivamente. De hecho, en 2023, el IPIM, cuya canasta está formada principalmente por insumos transables, marcó unos 65 puntos más que la variación de precios minoristas y la calma no llegará en 2024: LCG proyectó para este año "una inflación mayorista en torno al 400%".
La variación del 54% fue consecuencia de la suba de 51,1% en los productos nacionales y de un 80,6% en los productos importados, que lideraron ampliamente el alza del IPIM. "Sobre ellos incidieron directamente la devaluación anunciada el 12/12, sumado a la devaluación fiscal que implicó incrementar el Impuesto PAIS en 10 puntos (de 7,5% a 17,5%). Una devaluación total del 138%. Respecto a 12 meses atrás aumentaron 433%, en línea con la depreciación del peso en 2023", explicó la consultora.
Por lo tanto, el movimiento en los costos empresarios seguirá muy vinculado al régimen cambiario. Luego de la devaluación del 12 de diciembre, el Gobierno proyectó un deslizamiento del dólar oficial del 2% mensual, contra una inflación minorista calculada para enero y febrero por encima del 20% mensual. Se trata de un atraso cambiario que aumenta, a su vez, las expectativas de devaluación, en línea con una brecha con los dólares CCL, MEP y blue que llegó al 55% en lo que va del mes.
El director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina, explicó que, al tratarse de principalmente de bienes comercializables/transables, "los precios mayoristas son muy sensibles a los movimientos del tipo de cambio oficial". "Reaccionan incluso más que los minoristas que incluyen costos logísticos o de reposición que son no transables. Cuando haya saltos cambiarios los precios transables lideran las subas y los no transables se retrasan", remarcó.
En esa línea, LCG auguró para 2024 que "la inflación mayorista marque una aceleración, por lo menos los primeros meses del año fundamentalmente por los ajustes del tipo de cambio oficial y la suba del impuesto País para las importaciones". "Nuestra proyección es del 400% anual punta a punta, como piso", anticiparon.
Por su parte, el economista de Epyca Consultores Dante Moreno advirtió que "el presente contexto de caída de ventas obligará a los empresarios a la absorción de mayores costos a expensas de rentabilidad, porque la subsistencia de sus empresas estará en la capacidad de mantener su cartera de clientes".
Con el 54%, diciembre de 2023 se convirtió en el porcentaje más alto de la serie del IPIM. En segundo lugar, quedó el 18,7% de agosto de 2023, también después de la suba del dólar oficial tras las PASO, mientras que el tercer puesto fue el 16% de septiembre de 2018, con la cotización del dólar también como protagonista.
Comentá la nota