El PBI se sostiene por la bicicleta financiera, pero se derrumba la economía real

El PBI se sostiene por la bicicleta financiera, pero se derrumba la economía real

El Indec dio a conocer el EMAE de agosto, que mostró una fuerte baja de la industria y el comercio, y mantiene latente la posibilidad de una recesión. ¿Qué es lo que más crece en este modelo? La especulación financiera.

Por

Javier Slucki

El PBI argentino siguió sosteniéndose en agosto gracias al auge de la bicicleta financiera instalada por el gobierno de Javier Milei, pero mientras tanto continúa derrumbándose la economía real. Así lo mostró el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que anticipa la cifra del Producto Bruto Interno (PBI) para el octavo mes del año, dado a conocer por el Indec este miércoles.

Concretamente, la actividad económica (o el PBI) creció un 2,4% en agosto respecto al mismo mes del 2024, mientras que aumentó un 0,3% respecto a julio pasado en la medición desestacionalizada. Se trata, en principio, de una buena cifra para el Gobierno, ya que cortó con tres meses consecutivos de caída en la actividad. Además, entre julio (con caída del 0,1%) y agosto (suba del 0,3%), por ahora el tercer trimestre está teniendo un desempeño positivo.

 

Sigue latente la chance de recesión

Esto último es clave para Luis Caputo, que quiere a toda costa cerrar un tercer trimestre, cuando se conozca el dato de septiembre, nominalmente en crecimiento. De ese modo evitará cualquier posibilidad de finalizar el 2025 en recesión técnica oficial, que se produce cuando hay caída de la actividad por dos trimestres consecutivos.

Sin embargo, un análisis más fino revela que el peligro de recesión sigue latente. De hecho, la actividad cayó en cinco de los ocho meses del año, y descendió por un trimestre entero (entre mayo y julio), pero que, para la suerte del Gobierno, se contabiliza como parte de dos trimestres diferentes.

En este sentido, pese a la suba de agosto, consultoras y bancos anticipan un mal mes de septiembre, ya que en el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, publicado a inicios de octubre, pronostica una caída del PBI del 0,6% para el tercer trimestre del año.

Aunque el REM solo pronostica la actividad por trimestre, la posibilidad de una caída de la actividad específicamente en septiembre fue anticipada por el Índice Líder que elabora el Centro de Investigación en Fianzas de la Universidad Torcuato Di Tella, que espera una caída del 0,85% respecto a agosto y una baja interanual del 1,52%.

Por lo tanto, "en septiembre de 2025, la probabilidad de salir de la fase expansiva de la actividad económica durante los próximos meses se ubica en 98,01 por ciento", concluyó el informe de la UTDT, describiendo una recesión en puerta.

El REM de septiembre, por su parte, sí pronostica un crecimiento de la actividad para el último trimestre, del 0,5% del PBI. Aun así, está claro que ello dependerá exclusivamente del resultado de las elecciones y de si este fuerza un salto devaluatorio importante a partir del próximo mes.

Como sea, con o sin recesión técnica, y más allá de la cifra de agosto, lo cierto es que la economía ya viene desacelerándose. Tanto el crecimiento del 2,4% interanual como el acumulado del 5,2% en lo que va de 2025 fueron las menores cifras del año. Algo lógico, dado que los números empiezan a compararse no con la estrepitosa etapa de ajuste de shock del primer semestre de 2024 sino con la estabilidad del segundo semestre del año.

La economía real siguió cayendo en agosto

Pero, además, un análisis desagregado muestra que, básicamente, lo único que sostuvo al crecimiento del PBI en agosto fueron las actividades no vinculadas a la economía real.

Por lejos, el rubro que más creció fue el de intermediación financiera, un 26,5% interanual, en línea el dato de los meses previos y con la intención del equipo económico de alargar la fiesta del carry trade. Además, el de más impacto fue el rubro de recaudación de impuestos. Estos tuvieron una incidencia de 0,9 y 1,5 puntos porcentuales respectivamente, por lo que entre ambos explican toda la variación positiva del EMAE en el mes.

El siguiente rubro con más incidencia en el índice final del mes, con 0,37 puntos, fue la minería, que subió un 9,3% interanual. Lo siguió "actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler", con una incidencia de 0,33 puntos. En ambos casos, se trata de categorías con bajo impacto en empleo.

Al contrario, los rubros más importantes para la economía real y el empleo siguieron mostrando fuertes bajas en el mes. La industria manufacturera fue la de más retroceso, 5,1% interanual, y más incidencia negativa (-0,84 puntos) de todas las categorías. Del mismo modo, en el penúltimo lugar más negativo se ubicó el comercio, que tuvo una baja del 1,7% interanual y una incidencia a la baja de 0,22 puntos.

Las únicas categorías de gran impacto en la economía real con subas en agosto son las que habían caído estrepitosamente en el mismo mes de 2024: "Hoteles y restaurantes" (subió ahora un 6,4% tras una baja del 4,1% hace un año) y construcción (que apenas creció ahora un 1,5% tras un total desplome del 18% un año atrás).

Esta economía a dos velocidades es totalmente consistente con lo ocurrido en agosto. Es decir, el freno de mano puesto por el Gobierno mediante una disparada de las tasas de interés y de los encajes bancarios para frenar la escalada del dólar, que llevó a un alza del crédito productivo de impacto directo en la industria, por un lado, y a un nuevo auge de la bicicleta financiera, por el otro.

Todo indica que septiembre, frente a un Gobierno resignado a seguir planchando la actividad con tal de no llegar con inflación a las elecciones, será peor.

Comentá la nota