El flamante canciller de Temer dijo que privilegiará los intereses del país a los de cualquier partido
Por Alberto Armendáriz
RÍO DE JANEIRO.- Al asumir como ministro de Relaciones Exteriores del presidente interino Michel Temer, el nuevo canciller, José Serra, resaltó ayer que después de 13 años de administración del Partido de los Trabajadores (PT), la diplomacia brasileña dejará de guiarse por las posturas ideológicas "de un gobierno o de un partido" para pasar a tener como prioridad los valores e intereses del Estado y LA NACION, a la vez que destacó la fundamental relación con la Argentina, con quien espera renovar y corregir el Mercosur.
Serra, de 74 años, economista, ex senador y ex gobernador del estado de San Pablo, que además fue candidato presidencial socialdemócrata contra Luiz Inacio Lula da Silva (2002) y contra Dilma Rousseff (2010), realizaría su primer viaje al exterior el próximo lunes, con destino a Buenos Aires.
"La diplomacia volverá a reflejar de modo transparente e intransigente los legítimos valores de la sociedad brasileña y los intereses de su economía, al servicio de Brasil como un todo y no más de las conveniencias y preferencias ideológicas de un partido político y de sus aliados en el exterior", afirmó en un discurso en el Palacio de Itamaraty, en Brasilia, que significó un duro ataque a la política exterior desplegada por los gobiernos petistas de Lula y de Dilma, hoy suspendida mientras enfrenta un juicio político por manipulación de las cuentas públicas.
"Estaremos atentos a la defensa de la democracia, de las libertades y de los derechos humanos en cualquier país, en cualquier régimen político, en consonancia con las obligaciones asumidas en tratados internacionales y también con respeto del principio de no injerencia", agregó en un trecho que podría ser entendido como un mensaje a Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y El Salvador, que condenaron elimpeachment a Dilma como un "golpe parlamentario" y decidieron no reconocer al gobierno de Temer.
Durante su discurso de asunción, celebrado con fuertes aplausos del cuerpo diplomático e invitados políticos, Serra mencionó un "decálogo de directrices", entre las que incluyó la responsabilidad ante el medio ambiente, la relación con la Argentina, el acercamiento del Mercosur a la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile), la negociación de acuerdos comerciales bilaterales y el fortalecimiento de los negocios con socios "tradicionales" de Brasil, como la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Japón.
"Uno de los principales focos de nuestra acción diplomática en el corto plazo será la sociedad con la Argentina, con la que pasamos a compartir referencias semejantes para la reorganización de la política y de la economía", dijo en referencia al gobierno de Mauricio Macri.
"Junto con los demás socios, precisamos renovar el Mercosur, para corregir lo que es necesario que sea corregido, con el objetivo de fortalecerlo, antes que nada en cuanto al propio libre comercio entre sus países miembros, que aún deja mucho que desear, para promover una prosperidad compartida y continuar construyendo puentes en vez de profundizar diferencias, en relación con la Alianza del Pacífico", explicó.
El canciller apuntó que, más allá de los frustrantes esfuerzos multilaterales a través de la Organización Mundial del Comercio para lograr nuevos negocios que ayuden a Brasil a superar la dura crisis económica que vive, el país buscará acuerdos comerciales bilaterales para impulsar sus exportaciones. "El multilateralismo que no sucedió perjudicó el bilateralismo que ocurrió en todo el mundo. Casi todo el mundo invirtió en esa multiplicación menos nosotros. Precisamos vencer ese atraso y vamos a hacerlo, para recuperar oportunidades perdidas", señaló para luego defender el acuerdo de libre comercio que negocian el Mercosur y la UE.
Indicó además que se buscará aprovechar las ventajas que ofrece el grupo de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), pero siempre con el comercio y las inversiones mutuas como principales metas, no como contrapeso político.
Los cambios propuestos por Serra fueron muy bien recibidos por los especialistas. "Vemos con muy buenos ojos esta nueva orientación de la diplomacia brasileña basada en una agenda de resultados. Y creemos que el mensaje tendrá una buena recepción en el gobierno argentino", indicó a LA NACION Rafael Benke, presidente del consejo curador del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales.
Nueva condena a José Dirceu
José Dirceu, el ex jefe de gabinete y hombre fuerte del gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, fue condenado ayer a 23 años de prisión por corrupción en el marco del gigantesco escándalo que involucra a la petrolera estatal Petrobras. Dirceu, un importante líder del Partido de los Trabajadores, había sido sentenciado antes por el Tribunal Supremo a más de 10 años de cárcel por una operación de compra de votos en el Congreso.
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