Mariano Roa

El trailer de la segunda renuncia de Cristina Kirchner empezó a proyectarse en una sala de La Plata, durante la tarde noche primaveral de este lunes. Sucedió ante media docena de espectadores, en la residencia de un alto ministro bonaerense, con otros altos dirigentes peronistas y Máximo Kirchner sentado en primera fila. "Lo vimos algo cambiado, muy motivado", lo recordaron al hijo de la Vicepresidenta

Esa sensación de que algo iba a pasar se repitió un día después, este martes, en Congreso del Peronismo en el microestadio de Ferro. Con la mirada y algún gesto, Wado de Pedro logró reunir a cuatro intendentes que deciden elecciones por la cantidad de habitantes que gobiernan: Gustavo Menéndez (Merlo), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Federico Achaval (Pilar).

Cristina cree que Massa "está haciendo lo que tiene que hacer". Pero también cree que no puede defender el ajuste y su proximidad con el FMI.

"Nos juntó un rato largo en medio del Congreso. Y si a Máximo lo vimos motivado, Wado era pura emoción. Sus gestos indicaban que se venía algo fuerte. Un par de horas más tarde, Cristina publica su nueva carta", reconstruye ante Clarín uno de los presentes.

La columna vertebral del análisis más acordado en el PJ y La Cámpora es que Cristina se convenció de que "si hay que perder que sea con alguien nuestro. Massa está haciendo lo que tiene que hacer, pero no puedo defender el ajuste. Ni su dependencia casi carnal con el FMI", aseguran que se la oyó decir.

El coqueteo de una posible candidatura, con la operación clamor que Cristina incentivó hasta hace poco, taponaba a De Pedro. "Su figura es la gravedad pura. Aplasta a cualquiera que dentro del kirchnerismo busque surgir. A Wado lo destruía la sola chance de que ella pueda jugar. Hace al menos dos meses que su imagen está planchada, hasta incluso en algunos lugares había empezado a caer. Con Cristina sin toda la centralidad, Wado puede empezar a mostrarse empoderado", resume un legislador peronista con alto cargo en su Cámara que habla seguido con Máximo, los intendentes y Kicillof.

Cristina estaría enojada por lo que varios remarcan podría ser una "operación" del periodista militante Gustavo Silvestre y el diputado Eduardo Valdés, cuando ambos dijeron que el 25 de mayo anunciaría su candidatura.

Otro jefe del PJ bonarense que suele tener un lugar reservado en la mesa chica, señala que Cristina "estaba como loca por una aparente operación en que habrían participado el periodista Gustavo Silvestre y el diputado Eduardo Valdés".

Se refiere a que primero el comunicador militante de C5N como luego "el Papa Argento" (como lo llaman a Valdés por su amistad con Francisco) aseguraron con pocos días de diferencia que Cristina iba anunciar su candidatura el 25 de mayo.

"Cristina acaba de desactivar de un plumazo (NdR: en realidad de un "tuitazo") el acto del 25 y todo el operativo clamor del Cuervo (por Larroque). Los dejó patas para arriba. Ojo que si bien a Máximo se lo vio contento por el volantazo de su mamá, yo creo que esto lo afecta. Todavía es muy prematuro, pero para La Cámpora es una fuerte pérdida de poder de fuego en las negociaciones que deberá encarar para lograr lugares en las listas del Conurbano. Los intendentes tienen canas y la verdad que más panza que espalda, pero aun así cuando huelen debilidad, la usan para ganar terreno", describe otro dirigente peronista que supo ser un poderoso intendente y que estuvo en el Congreso pejotista de Ferro.

Axel Kicillof quedaría blindado para poder ir en busca de su reelección.

Tras la carta de Cristina, varios siguen hilando cabos. Destacan a Massa y su fuerte discurso de la semana pasada. "Sergio juega a la mancha con submarinos. Algo estaba viendo cuando decidió decir, en tono de candidato, que no había lugar para ningún quilombo más. Y rechazó que se realicé una Primaria en el Frente de Todos. Evidentemente, se le adelantó a Cristina. De alguna manera, vio que Cristina lo iba a desinflar para fortalecer a Wado. También acordate que Cristina desde hace tiempo viene defendiendo una PASO, quizás pensando que Massa compita con Wado", analiza el mismo dirigente, una mirada que comparten otros intendentes del GBA.

Axel Kicillof puede dormir tranquilo. Habría logrado blindarse de las peleas internas. Cristina cada día demuestra más que rechaza que el Gobernador pueda enfrentar una derrota como candidato presidencial. Para su mejor creación política (ella lo ubica años luz por delante de Wado, Máximo o cualquier otro salieri camporista), la vicepresidenta le garantizaría su deseo de pelear por la reelección. Y hasta varios en La Plata están desempolvando la chance de adelantar las elecciones con, para ellos, algún guiño de la propia Cristina.