La estaciones de servicios trasladaron durante julio solo la mitad del impacto en costos de la suba del dólar producto del desarme de letras que llevó a cabo el Gobierno ese mes. Anticipan que el resto se trasladará en agosto y septiembre.
Pese a las dos subas de julio en los combustibles, en el sector aseguran que la depreciación del peso no se trasladó del todo a los surtidores. Durante el mes pasado, producto del descalabro financiero que generó el desarme de posiciones en letras del Tesoro de los bancos --que presionó sobre el tipo de cambio-- el peso se devaluó en torno al 12%, aunque con mayor incidencia hacia finales de mes.
Las petroleras anunciaron dos incrementos en ese mes pero de solo la mitad del efecto monetario. "Todo parece indicar que el total del ajuste podría verse reflejado en agosto", explican desde la Fundación COLSECOR, se observaron alzas en línea con el primero de ellos. Todo parece indicar que el total del ajuste podría verse reflejado en agosto
Durante el pasado mes, los combustibles aumentaron sus precios dos veces. El primer incremento se aplicó a principios de mes, luego de que el Gobierno oficializara el Decreto 441/2025 que estableció una actualización parcial de los Impuestos sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el Dióxido de Carbono (IDC). El ajuste representó aproximadamente un 1,5% de esa primera suba que se aplicó a la nafta y el gasoil, de acuerdo a cálculos de estaciones de servicio y cámaras del sector.
Sin embargo, los surtidores mostraron alzas promedio de 3,5%, justificadas por las petroleras por cambios en los costos originados por la variación del tipo de cambio, por el precio internacional del crudo y los márgenes de rentabilidad de las compañías.
"El 19 de julio se registró una nueva suba, luego de que el tipo de cambio registrara un salto tras los desarmes de las LEFI y la dolarización preelectoral. En esta oportunidad, el incremento fue de 2,5% promedio", explican en el informe.
"Con respecto a los combustibles, tanto nafta como gasoil aumentaron más en las localidades que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires alrededor de un 3,5% en las localidades y de un 2,5% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de acuerdo a lo pactado. Esto hace que la tendencia a bajar la brecha de precios entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que siempre es más barato en términos de combustible que el promedio de las localidades se haya parado en este mes y mantenga una tendencia poco clara en achicar esta brecha", explica el economista Gerardo Sánchez, asesor de la Fundación COLSECOR.
De tal manera, el valor promedio reflejado en las carteleras de las estaciones Axion, DAPSA, Puma, Shell e YPF en las localidades del interior fue de 1.312 pesos, casi 8% más caro que los 1.216 pesos en los que se publicaba el litro en las estaciones de referencia de CABA.
Las subas acumuladas
Los montos actuales muestran un incremento de 22,2% en relación a julio de 2024 y de 11,6% respecto de enero, en las localidades del interior, mientras que el alza interanual fue de 22,9% y la acumulada en el año de 9,7% en Ciudad de Buenos Aires. En el caso del gasoil, el valor del litro relevado por la Fundación COLSECOR fue 1.362 pesos en las localidades del interior, con una suba promedio de 3,4% intermensual, mientras que en Capital fue de 1.221 pesos, con un alza mensual de 2,5% (igual que en el caso de la nafta). Eso evidencia una brecha de 11,6%.
La suba acumulada en lo que va del año, en el interior fue de 11,2% y la interanual de 19,9%, mientras que en Capital fueron de 8,7% y 24,7% respectivamente. "Todo este traspaso parcial de los incrementos, tanto de los aumentos de las petroleras como de la depreciación del peso, hace presuponer que el ajuste final podría terminar de verse reflejado en los surtidores durante este mes de agosto", afirma el documento de COLSECOR.
Para amortiguar el impacto inflacionario de la suba del dólar, el Gobierno emitió un decreto que postergó la suba total del impuesto a los combustibles hasta septiembre y en agosto el aumento será parcial. Según la medida, los incrementos pendientes en estos gravámenes se aplicarán de manera parcial durante agosto y en su totalidad a partir de septiembre. La medida afecta a consumidores y empresas de todo el país, especialmente a quienes adquieren nafta y gasoil.
El decreto, que lleva las firmas del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, modifica el cronograma de aumentos previsto en el Decreto 466/2024 y sus sucesivas prórrogas, que ya habían diferido la aplicación de los incrementos correspondientes a los trimestres finales de 2023 y todo 2024.
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