A la sesión concurrió el diputado de la Cámpora, César Valicenti, quien se acercó a saludar a Bahl, tras su alocución con la que justificó de su voto negativo.

Transcurren tiempos electorales y las fuerzas políticas exigen definiciones. Y eso parece haber jugado en la cabeza de la concejal Patricia Bahl, quien debió elegir entre su pertenencia al bloque oficial y su militancia en el kirchnerismo más puro, el de la agrupación Colina (Alicia Kirchner) y el de Unidos y Organizados.

La inusual presencia del diputado de La Cámpora, César Valicenti, junto a un grupo de militantes en el recinto, hizo presagiar que la votación en sesión especial de la rendición de cuentas 2012 podía arrojar alguna sorpresa. Y lo inesperado llegó de la mano de Bahl, quien pidió “disculpas” a su bloque y decidió no aprobar el ejercicio 2012 presentado por el Ejecutivo municipal.

El resto de las posiciones fueron las previsibles. Un oficialismo que elogió la solvencia fiscal y el superávit de más de 31 millones de pesos del periodo analizado y una oposición que se centró en la “subestimación” de los gastos y la “holgadez presupuestaria” con la que operó el gobierno local, debido a los importantes ingresos que recibió la comuna y que no justifican “ningún aumento de tasas” como demandó el Ejecutivo en varias oportunidades.

Tras una detallada presentación de la concejal eseverrista Cecilia Conte, en la que desglosó el ejercicio financiero y valoró las “cuentas prolijas, claras, ordenadas” que posibilitaron un “incremento salarial de un 30% promedio a los empelados municipales” el concejal del PJ, Sergio Milesi, realizó un minucioso análisis técnico- político.

Señaló que el superávit fiscal “contradice discurso oficial que pide aumento de tasas” ya que el Municipio contó con “altísimos niveles de ingresos públicos” y un nivel de ingreso per cápita por encima de ciudades con mayor cantidad de habitantes como Tandil y Bahía Blanca.

“Mienten y subestiman” es por eso que “no vamos a aprobar un presupuesto mentiroso” adujo.

También criticó la eficiencia y la utilización política de los recursos, que “se podrían invertir en mayor seguridad pública” y agregó: “Olavarría tiene recursos para ser una de las ciudades más seguras del país”.

El otro eje de su argumentación fue desde el plano legal. Cuestionó la legitimidad del aumento del agua en 2011 (adujo que la ordenanza no contó con los votos necesarios y fue aprobada de todas formas) al igual que creación de un fondo de infraestructura.

Desde la UCR, Ernesto Cladera, recordó las estrategias del oficialismo para no aprobar su propio presupuesto (porque según su análisis estaba subestimado) aunque se diferenció del PJ al recordar que no llegaron a Olavarría fondos coparticipables de la nación y la Provincia.

Cuestionó el destino de algunas partidas, como con la construcción del CEMO en un 2012 al que definió como “el año de la crisis de los comedores escolares”.

En tanto, María Victoria Wright (Coalición Cívica) puntualizó en la alta tasa de morosidad registrada en el pago de los impuestos – indicó que fue del 46%- y concluyó que existe un “claro fracaso de la política tributaria” del Municipio.

También criticó las bajas tasas pagadas por el Bingo, en comparación a sus millonarias ganancias durante el año 2012.

Tras la consulta de la Presidencia, donde manifestaba si algún bloque deseaba expresar su postura, la concejal Patricia Bahl pidió la palabra y argumentó su voto en contra de su bloque.

Con el nerviosismo de la situación, inició su discurso pidiendo “disculpas a mis compañeros de bloque” y sostuvo que “no los voy a acompañar porque me hace mucho ruido los dos modelos de país. El de las corporaciones y el de la inversión social”.

“Soy kirchnerista y Cristina nos pidió no meter la mano en el bolsillo de los ciudadanos” dijo y al final de su alocución cometió un acto fallido al utilizar la palabra “gasto” en vez de “voto” que rápidamente rectificó.

Hubo un cuarto intermedio, momento en que el diputado de la Cámpora, César Valicenti, se acercó a saludar a Bahl.

Cuando la votación ya estaba definida, llegó el tiempo para las chicanas, en especial entre Julio Frías y los ediles del PJ y hacia la concejal de la Coalición Cívica, Mavi Wright.

Si bien el rechazo de la rendición de cuentas tiene un efecto político, la decisión final corresponderá al Tribunal de Cuentas de la Provincia, quien podrá considerar, o no, los fundamentos en contra del ejercicio votados por la mayoría de los concejales.