El plan del ex jefe de Gobierno porteño que alarma al macrismo y cómo queda el PRO en la Ciudad.
"¡Hay que saltar!", arengó Horacio Rodríguez Larreta desde su búnker pasadas las ocho de la noche, mientras la militancia de su nuevo partido político cantaba: "Es con Horacio, en la Ciudad". La euforia del larretismo resultó llamativa para gran parte del electorado, en especial teniendo en cuenta que el dos veces jefe de Gobierno porteño quedó cuarto, con el 8.07% de los votos.
"Hace dos meses les dije: 'Vuelvo'. Bueno, cumplimos porque volvimos. Volví y acá estamos. ¡Volvimos!", destacó Larreta al inicio de su discurso, al tiempo que aprovechó para cargar contra la administración actual de Jorge Macri: "La Ciudad está mal, no es lo que era. En cada uno de los barrios me lo dijeron: suciedad, mugre... el famoso olor a pis".
El festejo de Larreta se explica en la lapidaria derrota de Silvia Lospennato. Pese a contar con todo el aparato del PRO en territorio porteño y el expreso acompañamiento del ex presidente, la candidata de Mauricio Macri quedó en un tercer lugar con el 15.94%; muy lejos de Leandro Santoro (27.34%) y del victorioso Manuel Adorni (30.14%).
Mauricio Macri y Rodríguez Larreta
"Nos preguntan qué festejamos y la respuesta es clara: el regreso de Horacio a la Ciudad y la demostración de que sin el aparato y sin el partido detrás sigue siendo uno de los principales referentes políticos. Hay vida después de Macri, ese es un poco el balance y vamos a construir desde ahí", reconocieron en diálogo con BBN.
Desde el larretismo todavía no le perdonan el expreso apoyo de Macri a Patricia Bullrich en la interna y el posterior "Pacto de Acassuso" con el que el ex presidente intentó "infiltrar" sin suerte al Gobierno de Javier Milei. "Primero le dio su apoyo a Patricia y así lo traicionó. Después quiso jugar con el presidente y no recibió más que milanesas, espejitos de colores. Se encargó de dinamitar al PRO y ahora quedó todo expuesto", advirtieron.
El desembarco de Larreta en la legislatura porteña puede tener sabor a poco, en especial después de haber acompañado a Macri como jefe de Gobierno porteño, de haber gobernado la Ciudad en dos oportunidades e incluso de haber disputado con Bullrich la interna presidencial amarilla. "A diferencia de Mauricio, la vocación de Horacio no es de poder, sino de gestión. Costó el golpe de la derrota presidencial, pero eso dio lugar a la construcción de un nuevo espacio, que refleje el concepto de 'cambio' que Horacio siempre impulsó, lejos de los modos y las políticas del Gobierno nacional".
Macri se encargó de dinamitar al PRO y ahora quedó todo expuesto"
El retorno de Larreta a la arena política puede parecer menor, pero la apuesta de "Volvamos Buenos Aires" condiciona aún más al PRO, partido cuyo electorado migró a La Libertad Avanza y dejó a Mauricio Macri pidiéndole a los libertarios la escupidera. "Estas elecciones nos permiten mostrar quiénes somos, nuestra identidad y qué representamos en este escenario atravesado por tanta violencia".
La derrota del PRO fue el condimento especial que potenció el festejo en el búnker del larretismo. El golpe a la administración de Macri primo es analizado por el espacio del ex jefe de Gobierno porteño como un respaldo a sus dos gestiones. "La Ciudad está abandonada, sucia; es un desastre. No hay gestión. Muchos de los que nunca hubieran votado a Horacio empezaron a ver, por contraste, lo que es tener a un jefe de Gobierno que tenga gestión".
Mientras el larretismo celebraba el cuarto lugar, la tensión se impuso en el búnker del PRO. El análisis que hicieron los amarillos fue categórico: no sólo fueron derrotados por Adorni -el candidato que menos conoce y recorrió el territorio-, sino que además Larreta quedó a sólo siete puntos del PRO, sin aparato, caja, ni el apoyo de ninguna de las figuras del partido que gobierna la Ciudad desde hace 18 años.
Ni el clona logró detener las críticas de Mauricio Macri a Javier Milei
El resultado de las elecciones de medio término deja abierto un nuevo escenario, no sólo de cara a lo que será la batalla en la provincia de Buenos Aires. La pregunta que hoy por hoy muchos se hacen es cómo seguirá la administración del PRO después del cachetazo electoral y qué margen de construcción tendrá Larreta, cuyo objetivo central es recuperar centralidad desde el lugar que más cómodo le queda: la Ciudad.
"Ganó el debate nacional, no el debate sobre los problemas de la Ciudad. Ganó la voluntad de darle apoyo al presidente en el rumbo que lleva y obviamente no estoy contento, pero estoy acostumbrado a administrar situaciones complejas. Hay un mensaje claro: la gente quiere una legislatura más plural, así que voy a tener que hacer un ejercicio de mayor diálogo. Pero bien, no me preocupa", desdramatizó Jorge Macri, una hora después de que se conocieron los resultados.
Consultado sobre el futuro del PRO, el actual jefe de Gobierno porteño relativizó la derrota y negó un inminente cambio en su Gabinete. "Por supuesto que tenemos futuro. Soy jefe de Gobierno dos años y medio más, así que voy a seguir gobernando. No creo que haya sido un voto en contra de mi gestión, sino que la elección se nacionalizó", retrucó, sin hacerce cargo de que fue decisión de su partido desdoblar los comicios.
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