De esta manera, las bancadas del oficialismo y del Frente para la Victoria invistieron al intendente Gustavo Pulti de una parte sustantiva de los superpoderes, implícitos en el articulado de la Ordenanza Complementaria al Presupuesto 2015, que otorga visos de legalidad a la utilización de fondos afectados para fines distintos a los previstos, es decir a la praxis de la malversación de fondos, amparada, a su vez, por la legislación provincial y recurrentemente. cuestionada por el edil atlántico José Reynaldo Cano.

Otra de las prácticas cohonestadas, y también denunciadas por Cano, es el financiamiento transitorio con descubiertos bancarios, recurso al cual echo mano el Ejecutivo Municipal, en los últimos tres meses, para afrontar el pago de sueldos.

Si bien de la caja única, en la cual convergen las cuentas de Administración Central y los Entes Descentralizados, se ha excluido a Obras Sanitarias, quedó flotando en el recinto de sesiones una señal de alarma, que activaría el concejal de Agrupación Atlántica, en relación con la facultad conferida para modificar la estructura municipal a su arbitrio, como así también adecuar las partidas presupuestarias a discreción.

“Lo más grave es que esta estructura municipal se pueda cambiar para manotear los fondos de Obras Sanitarias Sociedad de Estado. Porque si se le da esta facultad al intendente, sin acuerdo del Concejo Deliberante, mañana la Sociedad de Estado Obras Sanitarias, que no está inscripta como tal, puede convertirse en un ente de la Municipalidad”, advirtió Cano, mientras el presidente de su bancada, el Dr. Carlos Fernando Arroyo reflexionó: “nunca una banca vacía, habló tanto…”