En una entrevista con la radio provincial LU 14 el gobernador reafirmó que tras los dichos de De Vido "está más que claro que no me quieren en el Gobierno". Y retomó su argumento de un intento para derrocarlo al decir "hay un mensaje muy duro para quebrar el orden institucional de la provincia".

Estimó además que el titular de Planificación nacional "no habló por sí solo" y que su accionar forma parte de una "operación gigantesca" para sacarlo del cargo en la que intervienen el gobierno, intendentes y legisladores del oficialismo.

Ayer, el ministro de Planificación cargó contra Peralta e instó a los legisladores de Santa Cruz a "no votar" el endeudamiento para "gastos generales" propuesto por el gobernador y pidió públicamente al gobernador que "recapacite" y evite salir a tomar deuda por 200 millones de dólares para financiar el déficit público de la provincia.

En medio del duro enfrentamiento entre el kirchnerismo y el mandatario provincial, De Vido logró además que dos intendentes de Santa Cruz, el de Río Gallegos y el de Caleta Olivia, salieran en tándem a repudiar el endeudamiento que planea Peralta para enfrentar el rojo de las cuentas públicas.

"Peralta dijo que querían hacerlo víctima del modelo y sin embargo no ve el ejemplo de otras provincias, como Formosa, que gracias a este modelo exitoso ha construido una enorme cantidad de escuelas y hospitales", señaló De Vido. Para el santacruceño los dichos del ministro significan "un claro avallasamiento a la autonomía provincial" y que le causaron "mucha pena, tristeza y decepción".

Las repuesta de Peralta se suma a una serie de cruces que mantiene desde hace tiempo con la administración nacional. La semana pasada fue "intimado" por el Ministerio de Seguridad de la Nación a que se abstenga a monitorear las actividades de la Presidente cuando visite esa provincia. La información surgió luego que se alertara sobre un pseudoespionaje sobre los pasos de Cristina de Kirchner en Río Gallegos.

En tanto, la legislatura santacruceña tiene previsto debatir este jueves la eventual aprobación de un endeudamiento por 200 millones de dólares para financiar el déficit público. Algo que hoy parece difícil con un poder legislativo provincial fiel a la Casa Rosada.