Por pedido de Moroni, los senadores apuran la ley de teletrabajo aprobada en Diputados

Por pedido de Moroni, los senadores apuran la ley de teletrabajo aprobada en Diputados

El ministro de Trabajo pidió no hacer correcciones en el dictamen por temor a que el proyecto se congele. Los empresarios reclaman corregir la reversibilidad.

 

La Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado emitió dictamen favorable a la ley de regulación del teletrabajo tal como fue aprobada en la Cámara de Diputados, pese a que hace una semana las autoridades de bloque habían anticipado que evaluaban modificaciones, y de esta manera será ley en algunas de las sesiones siguientes. 

Según supo LPO, un llamado oportuno del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, obligó a los oficialistas a olvidar sus diferencias y votar a libro cerrado el texto enviado por la Cámara vecina, promovido y consensuado por la diputada Vanesa Siley, referente del gremio de judiciales.

No había dejado conforme a varios senadores del frente de Todos, que objetaban la posible violación de las autonomías provinciales y consideraban necesario enmarcarla en la ley de contratos de trabajo. Pero la chance de revisar el proyecto acrecentó la presión de los empresarios y de senadores de Cambiemos para borrar varios artículos y Moroni entendió que si el debate volvía a empezar en Diputados podía diluirse.  

Diputados aprobó la ley para regular el teletrabajo, pero no se aplicará mientras dure la pandemia 

"Tenemos diferencias claves: no buscamos promover el teletrabajo sino regularlo. La media sanción hace un trabajo general y entiende que las negociaciones colectivas serán las que definan esas particularidades de cada una de las actividades. La decisión es acompañar y si hay que resolver algo sera en la reglamentación", anunció el senador Daniel Lovera, presidente de la Comisión.  

Hasta hace sólo unos días recibía consultas de sus pares interesados en hacer correcciones,  como Mariano Recalde, y creía que no habría inconvenientes porque el proyecto recién empezará a regir 90 días después de transcurrida la pandemia. Pero el llamado del ministro de Trabajo cambió los planes.

Moroni había quedado preocupado por las arduas discusiones de la última reunión, en las que los senadores ladys González y Esteban Bullrich, del PRO, lo acusaron de desalentar la creación de empleo y se plegaron a los reclamos empresarios por retocar la ley de punta a punta.

La ley considera el teletrabajo una modalidad laboral, que luego debe adaptar cada convenio colectivo; obliga a los empleadores a respetar las jornadas y los salarios acordados, facilitar conectividad y computadoras en sus domicilios, respetar los horarios necesarios para cuidados familiares y preparar una oficina por si un empleado no puede seguir trabajando en su casa.

Este último aspecto se denomina "principio de reversivilidad" y es uno de los mayores cuestionamientos de las cámaras empresarias, que este miércoles fueron invitadas a hablar, con la expectativa de reescribir algunos párrafos. Pero ni bien se desconectaron supieron que no sería posible. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"La ley tiene que ser un marco de condiciones generales y permitir que los convenios creen el marco", solicitó el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de la Rioja, uno de los primeros orador, que reclamó además suprimir dos artículos: el que impide contactar a empleados fuera de horario, que consideró impracticable; y el de la reversibilidad.

"Debe ser por un  acuerdo y haber contratos mixtos, que midan la necesidades de una oficina. La decisión de volver no puede ser unilateral", señaló. El jueves, Moroni había considerado exagerado ese temor. "Eso no va a ser así. Las relaciones laborales se basan en un principio de buena fe, que no permiten pedirle a un empleado que haga lo que no pueda hacer", dijo en aquel zoom. 

Pero ninguna cámara empresaria se convenció. Brenda Puig, abogada del Instituto de Desarrollo Empresaria (IDEA), consideró que la ley pone en juego el empleo de pymes si no considera el teletrabajo como una modalidad parcial y la reversiblidad tiene al menos un previo aviso. Advirtió que la necesidad de proveer de materiales a los empleados será un desincentivo a la modalidad.

Luis Galeazzi, titular de Argencom, dijo que la ley ponía en riesgo exportaciones por 6 mil billones de dólares. "El teletrabajo no es sólo en casa, ocurre en todos lados, es variable y podemos exportarlo. Esta ley no beneficia a empresas, a trabajadores ni a sindicatos. Crea una industria del litigio". 

Pablo De Luca, abogado de Adepa, sostuvo que las empresas periodísticas trabajan casi en sus totalidad de teletrabajo y si tuvieran que revertirlo podrían peligrar, "con una baja del 80% en la pauta publicitaria, pública y privada". 

La única voz a favor fue la de Leo Bilasky, presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales (Enac), quien brindó un ejemplo que tomó Lovera para defender ponerle fin al debate: Edenor, la empresa de Marcelo Mindlin, le ofreció vender sillas ergonómicas a sus empleados. 

"El teletrabajo también es eso, no es solamente las empresas exitosas. Si abrimos el debate no se si va a ser tan factible que tengamos ley, y creemos que la media sanción establece pautas que son fundamentales para salvaguardar el trabajo y la salud", cerró el pampeano, ante la sorpresa de Cambiemos. 

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