Oscar Aguad, candidato a gobernador de Juntos por Córdoba, rechazó confrontar en TV con Eduardo Accastello (Córdoba Podemos), con el argumento de que la ausencia confirmada del postulante oficialista Juan Schiaretti hizo perder “la esencia del debate”.

El primero en bajarse del debate fue Schiaretti (Unión por Córdoba), luego de rechazar distintas opciones.

Ante la confirmación de la ausencia de Schiaretti, se les propuso debatir a Aguad y Accastello, por ser los principales candidatos opositores.

Luego de algunos días de análisis, el candidato radical rechazó ayer la convocatoria.

De este modo, los cordobeses no tendrán la oportunidad de ver un cruce cara a cara entre los principales candidatos a suceder al gobernador José Manuel de la Sota.

Las negociaciones

Luego de la inscripción de candidaturas en la Justicia electoral, La Voz del Interior y El Doce cursaron notas a Schiaretti, Accastello y Aguad –los tres postulantes con mayores posibilidades de acceder al Gobierno provincial– para invitarlos a un debate.

A esta transmisión podrían acceder todos los medios de comunicación de la provincia.

Desde Unión por Córdoba, se dijo que Schiaretti no participaría de ningún debate en el cual no estuvieran los siete candidatos a gobernador.

Se accedió a este pedido, con el objetivo de no privar a los cordobeses de la posibilidad de ser testigos de una democrática confrontación de propuestas.

Antes de extender la convocatoria a los otros cuatro postulantes, se intentó llegar a un acuerdo mínimo con las tres principales fuerzas partidarias.

El comando de campaña de Schiaretti también exigió que el debate no se realizara un domingo, porque ese día el candidato oficialista lo dedica a recorrer el interior provincial.

Para tratar de salvar esta nueva exigencia (estaba previsto que el debate fuera un domingo y en vivo), se propuso grabarlo en un horario en el que pudieran estar todos los candidatos.

El siguiente reparo de Schiaretti fue que sólo podía participar de esta convocatoria hasta 20 días antes de las elecciones del 5 de julio, porque en las últimas tres semanas se concentraría en la campaña.

Esto tornó inviable en la práctica la concreción del debate de todos los candidatos.

Schiaretti plantea que si es elegido gobernador impondrá por ley que haya debate de candidatos en Córdoba, pero en esta oportunidad decidió eludir la confrontación de ideas.

Ante la imposibilidad de contar con la presencia del candidato de Unión por Córdoba, se convocó a Aguad y a Accastello –los principales candidatos opositores– para que debatieran en un programa que se emitiría por Canal C y en las plataformas de Internet de La Voz del Interior .

La intención era que, por lo menos, los ciudadanos pudieran conocer las propuestas de los dos principales aspirantes opositores a gobernador.

Accastello aceptó la invitación. Sin embargo, Aguad envió ayer una nota al director de este diario, comunicando que no participaría del debate con Accastello, con el argumento de que no iba a estar el candidato del oficialismo provincial.

“He tomado la difícil decisión personal de no participar del debate con Accastello, la cual se basa en el sentido común: no voy a participar de ningún debate en el que no esté presente Schiaretti, que es con quien verdaderamente compito, ya que de lo contrario sería funcional a tácticas electorales mezquinas que perjudican a la gente”, escribió Aguad.

Por su parte, Accastello durante una reciente exposición en la Agencia para el Desarrollo Económico de la Ciudad de Córdoba (Adec), se pronunció a favor de debatir. “Me verán en todos los debates a los que me invitan, porque el que no quiere debatir es porque no tiene propuestas. Nosotros tenemos proyectos, que ya aplicamos con éxito en nuestra gestión”, dijo.

De este modo, quedó clausurada la posibilidad de que los principales candidatos a gobernador pudieran confrontar ideas, de manera democrática, para que los cordobeses tuvieran mejores herramientas a la hora de decidir su voto.