En cuestión de horas, las reformas educativas dispuestas por el gobierno bonaerense despertaron una catarata de críticas por parte de fuerzas opositoras. A poco de que se conocieran los cambios, los líderes de las principales fuerzas opositoras, entre ellos sus "persidenciables", cruzaron al ya confeso precandidato para 2015 Daniel Scioli por la medida.

El primero en alzar la voz fue Sergio Massa. El diputado del Frente Renovador anticipó que pedirá a Scioli "con mucho respeto y con una lógica de revisión a conciencia, que dé marcha atrás porque les estamos haciendo un daño a los chicos". En efecto, su partido presentó un proyecto en la Legislatura para frenar la iniciativa.

"Igualar hacia abajo no es incluir. Incluir es darles a todos las mejores posibilidades. Y al chico que tiene más dificultades, los mejores docentes y no decirles que lo mejor es zafar. La escuela cumple dos roles: inclusión y preparación para la vida del futuro", dijo el ex intendente de Tigre.

En representación del macrismo, el ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich, denunció que con las modificaciones en la calificación del alumno "se busca tapar los números de la mala educación, igual que con la inflación".

"Flexibilizar la primaria aún más es no entender lo que está pasando. Un aplazo no es estigmatizar, estigmatizar es que alguien no tenga los conocimientos necesarios para terminar el secundario", explicó.

En tanto, la líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió apuntó contra el PJ bonaerense por haber "convertido a las escuelas en asilos". Y añadió: "En la provincia de Buenos Aires no se reconoce el mérito, la educación y la formación cultural", lanzó ofuscada la legisladora opositora. "Sin esfuerzo y mérito no hay destino ni porvenir para los niños".

También su compañero en el Frente Amplio UNEN –también aspirante a la Casa Rosada– Ernesto Sanz se pronunció en contra de la reforma. "Quienes creen que la educación mejora facilitando pasar de grado, no hacen más que destruir la cultura del esfuerzo", indicó el titular de la UCR.

"Tiene que aprobar el que se esfuerza, estudia y progresa y tiene que tener otra oportunidad el que no lo hace, pero nunca ser promovido sin más", señaló el senador, y aseguró que "con escuelas mediocres no hay progreso posible".

Otro de los radicales que cuestionaron los cambios fue Miguel Bazze, uno de los apuntados para pelear por la gobernación el próximo año por ese espacio. "El planteo de reforma educativa de Scioli es un hecho lamentable para la provincia de Buenos Aires, es grave que el gobernador esté impulsando este burdo intento, producto de una nueva improvisación del gobierno bonaerense en materia de educación, que no hará más que generar un descenso de la calidad educativa".

"Está claro que no comprende la importancia de mejorar la calidad de la educación; con esta propuesta, lo único que van a lograr es seguir agravando los preocupantes problemas que ya existen en esta materia, y de esta manera seguir hipotecando el futuro de los chicos de la provincia de de Buenos Aires, especialmente de los sectores medios y más vulnerables de la sociedad", agregó.

"Distorsión política"

Tras la ola de críticas, el gobernador Daniel Scioli denunció que "se está buscando su utilización desde el punto de vista político".

En declaraciones a radio Provincia, indicó que las modificaciones "tuvieron el respaldo de todas las fuerzas políticas, pero ahora dice que no sabía o se opone" en un mensaje que pareció dirigido a Massa.

"Las reformas tienen que ver con la discusión educativa, la calidad educativa, con bajar los niveles de deserción y generar en estos momentos incentivos y disciplinas", aseguró.