Obama pidió más esfuerzos por Siria en su despedida de la ONU

Obama pidió más esfuerzos por Siria en su despedida de la ONU

Expuso su visión del mundo y los valores que quiere dejar como legado en su última intervención como presidente; le apuntó a Putin y advirtió sobre el avance de los populismos y los nacionalismos.

Barack Obama se despidió de las Naciones Unidas (ONU) con un discurso en el que miró al pasado y al futuro mucho más que al presente, y en el que entrelazó los desafíos globales con su legado en política exterior, teñido por la guerra civil en Siria.

Frente a un mundo convulsionado por el caos en Medio Oriente y la amenaza de Estado Islámico (EI), y muchas veces atado de manos por la puja entre Washington y Moscú, Obama recurrió a la perspectiva. Ese mundo, afirmó, nunca ha sido tan seguro ni tan próspero. Pero eso, reconoció, no ha impedido que arrecie la incertidumbre y la desconfianza.

"Y así creo que en este momento todos nos enfrentamos a una elección.Podemos empujar hacia adelante con un mejor modelo de cooperación e integración o podemos retirarnos a un mundo muy dividido y en conflicto, en las viejas líneas de nación y tribu y raza y religión", sentenció. "Debemos ir hacia adelante, no hacia atrás", abogó.

Hace ocho años, en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU como presidente de la primera potencia global, Obama había definido cuatro pilares "fundamentales" para el futuro: el desarme nuclear, la promoción de la paz y la seguridad, la preservación de nuestro planeta y el desarrollo de una economía global que favorezca la inclusión.

Ayer, al despedirse de ese foro, Obama volvió sobre esos principios al destacar el avance en la lucha contra el cambio climático con el acuerdo de París, la apertura con Cuba y el acuerdo nuclear con Irán. Otros esfuerzos no han sido fructíferos, como las sanciones para amedrentar al régimen de Corea del Norte o las gestiones para acercar a israelíes y palestinos.

Obama tampoco ha podido doblegar al presidente de Rusia, Vladimir Putin, aliado y protector del brutal régimen de Bashar al-Assad en Siria. La guerra civil en Siria, que comenzó durante su primer mandato, en 2011, ha dejado ya más de 400.000 muertos, y ha forzado a más de cinco millones de personas a dejar el país, el mayor desplazamiento migratorio desde la Segunda Guerra Mundial.

Mientras los líderes globales se reunían en la ONU, el cese al fuego en Siria acordado por Rusia y Estados Unidos hace apenas una semana pendía de un hilo. Ayer, los combates se reanudaron. La ONU y otras agencias suspendieron todos los envíos de ayuda humanitaria luego de que una bomba matara anteayer a más de 20 personas cerca de Aleppo, epicentro de la guerra.

"En un lugar como Siria no se puede alcanzar una victoria militar y tenemos que continuar con la difícil tarea de la diplomacia", afirmó Obama en su discurso, en el que reiteró el rumbo de su política en Medio Oriente.

Los refugiados dominaron el debate. Obama pidió "abrir los corazones" y hacer más para ayudarlos. Estados Unidos ha dicho que recibirá a 10.000 refugiados sirios este año. Donald Trump quiere cerrarles las fronteras, mientras que Hillary Clinton quiere recibir más.

Defensa

Obama optó por un discurso rico en ideales, en el que ensayó una férrea defensa de la democracia, la libertad, la igualdad, la integración, el capitalismo y el libre comercio y el multilateralismo. Además condenó el fundamentalismo, el racismo, el autoritarismo y el nacionalismo. Hubo dardos para Putin, y también para Donald Trump, quien puede llegar a sucederlo.

"En un mundo que dejó la era de los imperios atrás, vemos a Rusia intentando recuperar la gloria del pasado por la fuerza", describió. Ese camino, señaló, sólo terminaría por debilitar al Kremlin.

Luego, tras advertir sobre el avance del "nacionalismo agresivo", el "fundamentalismo religioso" y el "crudo populismo" en el mundo, concluyó:"Hoy, una nación rodeada de muros sólo se aprisionaría a sí misma".

Fiel a su estilo, no eludió las complejidades del mundo al brindar su visión. Buscó, siempre, marcar un equilibrio entre los progresos logrados -la globalización, recordó, permitió reducir la pobreza extrema del 40 al 10% de la humanidad- y los problemas irresueltos, como la desigualdad económica. Ante cada desafío, ofreció la misma solución: apostar por la unidad con más integración y más diálogo.

Sobre el final reconoció que existe una mirada de la historia mucho más "oscura y cínica" que la suya. Pero, una vez más, pidió abrazar los ideales que apelan a lo mejor de la humanidad. "Porque hemos demostrado -dijo- que podemos elegir una mejor historia."

Barack Obama

Presidente de EE.UU.

"En este momento todos nos enfrentamos a una elección. Podemos empujar hacia adelante con un mejor modelo de cooperación e integración o retirarnos a un mundo muy dividido y en conflicto, en las viejas líneas de nación y tribu y raza y religión"

"Debemos ir hacia adelante, no hacia atrás"

"En un lugar como Siria no se puede alcanzar una victoria militar y tenemos que continuar con la difícil tarea de la diplomacia"

"Hoy, una nación anillada de muros sólo se aprisionaría a sí misma"

"En un mundo que ha dejado la era de los imperios atrás, vemos a Rusia intentando recuperar su gloria perdida a través de la fuerza"

"La historia demuestra que los hombres fuertes se quedan con dos opciones: represión constante, que a su vez desata conflictos en el país, o buscar enemigos afuera, lo que lleva a la guerra"

"Debemos rechazar todas las formas de fundamentalismo o racismo o la creencia de una superioridad étnica"

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