La mujer de López sobre los bolsos: "Ese dinero no formaba parte de nuestro patrimonio"

La mujer de López sobre los bolsos:

María Amalia Díaz declaró por escrito, aunque se negó a responder preguntas. También confirmó que discutieron la noche previa a la detención.

La mujer de José López, María Amalia Díaz, declaró por escrito ante el juez Daniel Rafecas, y negó tener alguna vinculación con los bolsos repletos de dinero ni con el enriquecimiento de su marido, que sigue detenido en la cárcel de Ezeiza. Sin embargo, admitió que la noche previa al escándalo tuvo una discusión con su esposo en la casa de Tigre. 

"Discutimos esa noche cuando bajó el arma", declaró la mujer en referencia a la carabina Sig Saguer calibre 22. Se refería a la noche del 13 de junio. Luego de ese altercado, la mujer se fue sola al departamento de Recoleta. No volvieron a hablar.  

Clarín había revelado que la discusión también se dio porque la mujer quería estudiar (estaba cerca de rendir la última materia de la carrera de Derecho) y López no paraba de hablar. Estaba perseguido y sentía que lo espiaban hace varios días. "Me habla el televisor", llegó a decir aquella noche. Las actitudes atípicas de su marido no eran nuevas. Y se habían acrecentado cuando terminó el gobierno de Cristina Kirchner. ​"Yo presumía infidelidad por lo que asociaba su comportamiento anormal a ello", declaró la mujer. 

Aunque vio el arma, Diaz aseguró que nunca se enteró de los bolsos con dinero ni sabe el origen del dinero. "Este dinero no era de mi conocimiento y no formaba parte del patrimonio de la sociedad conyugal. Mi estupor y sorpresa por el giro que ha tomado mi vida desde esa noche aún no cesan y realmente no tengo conocimiento de todo ello", sostuvo la mujer.

Diaz, que es asesorada por la defensora oficial Perla Martinez, también confirmó que ella misma llamó por teléfono a la madre Alba para avisarle que López se iba a "internar" varios días en el convento, en una suerte de retiro espiritual. El ex secretario de Obras Públicas se demoró varias horas y recién llegó cerca de las 3 de la madrugada.   

El relato coincide con el testimonio de las tres monjas que declararon en la causa. Tanto Inés como las otras dos religiosas declararon que Díaz llamó a la madre Alba y que lo esperaban a López cerca de las 21. A la medianoche, como no llegaba, se fueron a la dormir.  

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