El gobernador cuenta con la preferencia para imponerse en una provincia de alto contenido simbólico para el macrismo, por la confrontación con Milagro Sala.
Por Mariano Jaimovich.
Entre la gran cantidad de elecciones provinciales que se desarrollan este domingo, se destaca Jujuy, uno de las escasos distritos del país gobernado por Cambiemos, donde el oficialismo intentará renovar su dominio como forma de validar su respaldo popular de cara a las presidenciales.
Un lugar estratégico desde lo político por su ubicación geográfica -la única provincia oficialista en un norte predominantemente peronista- y también por la fuerte simbología a la hora de hablar de la "grieta": allí no sólo Cambiemos se impuso al kirchnerismo sino que se enfrentó con fuerza a la controvertida organización Túpac Amaru, liderada por Milagro Sala, ahora condenada por la Justicia por supuestas prácticas extorsivas y por desvíos de fondos públicos.
Jujuy es, además, una tierra de contradicciones y donde la pobreza estructural se mantiene hace décadas en niveles alarmantes.
En este contexto complejo, se elegirán gobernador, 24 diputados provinciales e intendentes. Y la máxima autoridad local, Gerardo Morales, de origen radical (UCR) y muy cercano al presidente Mauricio Macri, buscará su reelección con el Frente Cambia Jujuy, con su compañero de fórmula, el peronista Carlos Haquim.
En total se presentan 12 listas a gobernador, aunque siete de ellas son frentes de alianzas realizados entre varios partidos.
Morales es el favorito, con más del 35%, y las encuestas previas lo dan en la cima de las preferencias para ser nuevamente ganador.
En intención de voto, su más serio contrincante es la fórmula del Frente Justicialista, conformada por Julio Ferreyra, ex director del Registro Civil jujeño y con poca experiencia política, y su candidato a vice Adrián Mendieta, el intendente kirchnerista de la localidad de El Carmen.
Y más allá de esa presencia K, la fuerza fundada por Cristina Fernández de Kirchner, Unidad Ciudadana, también se presentará aparte con una lista de frente propio: Paula Álvarez Carrera y Nestor Martearena.
Según las encuestas locales, el Frente Justicialista es el único que se aproxima a Morales, con alrededor del 25% en intención de voto.
"Es difícil que se lo derrote a Morales en Jujuy, pero si llegase a pasar sería un serio llamado de atención para el gobierno nacional de cara a las eleccionespresidenciales", explica a iProfesional el analista político Diego Reynoso, profesor de política de la Universidad de San Andrés e investigador del CONICET.
De todas maneras, la coincidencia general es que será difícil para Morales repetir un triunfo con el 52% de los votos, como el que logró en 2015.
De hecho, según Reynoso, hace cuatro años ganó por mucha diferencia porque "había hecho una alianza con el Frente Renovador de Sergio Massa, que le sumó unos puntos, y además estaba dividido el peronismo".
Ahora, a diferencia a lo que ocurrió en 2015, el peronismo está unido y no apoya en parte a Cambiemos. "Eso se puede manifestar en las elecciones provinciales y dar cuenta de cómo puede impactar luego a nivel nacional", concluye el experto.
Un dato a tener en cuenta: en la previa, el número de indecisos ronda el 20%, un nivel elevado que puede cambiar el panorama de polarización política entre el Cambiemos y el Partido Justicialista.
En total, en la provincia de Jujuy habitan 740.000 personas y están habilitadas para votar alrededor de 540.000, cifra que equivale al 1,6% de los electores de todo el país.
Morales, el candidato
El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, tiene 59 años y ha llevado una extensa carrera política en la Unión Cívica Radical, incluso ejerció como presidente del Comité Nacional del partido entre 2006 y 2009.
Cuando asumió en 2015 su principal desafío para poder tener libre acción de gobernabilidad fue desarticular la red de contratos públicos y dominio del espacio público de la agrupación social Túpac Amaru, comandada por la dirigente Milagro Sala, con varias causas judiciales por supuesto ejercicio de la violencia y por corrupción en la construcción de viviendas para personas con bajos ingresos.
Al poco tiempo fue puesta presa por diversas investigaciones. Entre las últimas novedades sobre este tema, a principios del corriente año fue condenada por la Justicia a 13 años de prisión por desvío de fondos públicos, en la causa llamada "Pibes Villeros". También, el juez local Isidoro Cruz le dictó una nueva prisión preventiva en la llamada "megacausa", en la que se investiga a Sala por desvío de fondos públicos por $1.400 millones, que estaban destinados a construir viviendas.
Al respecto, Sala acusó que en Jujuy "se vive una dictadura" y que Morales "se maneja con total impunidad, y apretó a los jueces para que dictaran una condena en contra mío".
A estas acusaciones, el gobernador directamente respondió: "El fallo marca un hito en el punto de restablecer la paz, de recuperar un clima de convivencia de Jujuy".
Más allá de este tema, en los últimos meses Morales ha estado en el centro de la escena política por distintos temas, que incluyen aspectos personales y públicos.
Por ejemplo, su hijo, Gastón Morales, es presidente de Cannabis Avatara, una firma que a inicios de año empezó a cultivar cannabis con fines medicinales, hecho por el cual se desató una polémica en Jujuy debido a que la oposición acusó al gobernador de transformar a la provincia en un "narcoestado".
Para la misma época, el gobernador se casó en una ceremonia indígena que trajo también revuelo en la provincia, debido a los problemas de su flamante esposa con sus anteriores parejas.
En cuanto a lo político, meses atrás Morales impulsó a nivel nacional la discusión por el cobro a los extranjeros de un seguro para permitirles atenderse en el sistema público de salud, luego que un jujeño que estaba por turismo en Bolivia tuvo que pagar por atenderse en un centro hospitalario.
Uno de los últimos temas que puso en el centro de atención al gobernador de Jujuy fue días atrás, cuando se anunció la venta del ingenio azucarero La Esperanza, el segundo grupo en importancia del país, después de Ledesma, debido a que tiene unos 600 trabajadores y serios problemas económicos.
"No podía el gobierno de la provincia seguir aportando fondos que debíamos poner en educación, salud, seguridad", dijo al respecto Morales.
Economía norteña
La estructura económica de Jujuy se sustenta en las actividades primarias, como los cultivos de caña de azúcar, tabaco y banana y frutas tropicales. También la producción de especias y artesanías (tejidos) tienen una amplia difusión entre la población.
A nivel de ingresos importantes, la minería ocupa un rol importante en la provincia, sobre todo la producción de litio, que es un mineral destinado a la producción de baterías. A ello se suma la incidencia de las energías alternativas, impulsado por la solar.
Y el turismo, sin duda, ocupa un lugar preponderante para la economía de la provincia.
En cuanto a la estructura pública, Jujuy tiene 87 empleados públicos cada mil habitantes, superando la media del país de 51, según datos del IARAF.
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