Momento político: El final de la luna de miel

Momento político: El final de la luna de miel

Es un momento de quiebre para la gestión. El humor social cambió y apresura el tiempo de definiciones políticas. La inseguridad y la salud representan el mayor desafío.

El humor social cambió. En verdad, se fue modificando en las últimas semanas cuando los hechos de inseguridad volvieron a marcar el pulso de una agenda que, invariablemente, puso al gobierno en un lugar incómodo, además de apresurar algunos cambios que ya están en carpeta.  El tarifazo en la luz, próximamente en el gas reconocido ya por las autoridades nacionales, y el altísimo costo de vida, sustentado básicamente en el precio de los alimentos, de los bonaerenses hacen que los balcarceños también vivan este tiempo con incertidumbre y cierta incredulidad respecto de que la cirugía mayor que intenta la Provincia y la Nación significará la llegada de un  escenario de cierta normalidad y perspectivas favorables para la clase media. El final de la llamada “luna de miel” de la que gozan los políticos que asumen funciones ejecutivas parece ahora significar el comienzo de un nuevo tiempo para la administración del doctor Esteban Reino. A nivel nacional, el presidente Mauricio Macri, y en la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal,  parecen también haber iniciado el mismo camino. El intendente sabe que se aproxima un año duro en el que deberá tomar decisiones de peso para recomponer muchas de las cuestiones que aparecen en el horizonte como daños colaterales de la gestión kirchnerista. Sin embargo, en materia de seguridad, los cambios se imponen y no le dan margen al jefe comunal para poder maniobrar en medio de una interna policial que, aunque se la niegue, sigue representando no sólo un dolor de cabeza desde el punto de la coordinación de las fuerzas, sino de la mala relación de la cúpula policial y de su titular, el comisario Juan Carlos Lescano, con el subsecretario de Protección Ciudadana, Julio Alejandro López. Más allá de una conversación para bajar los decibeles, la relación está en un punto sin retorno. En ese contexto, el gobierno apuesta a la profesionalización de las fuerzas de seguridad que tendrán más recursos. La primera señal la dio esta semana Reino cuando recibió  al secretario de Seguridad Interior de la Nación, Gerardo Milman. El funcionario nacional estuvo acompañado por el subsecretario de Logística Federal del Consejo de Seguridad Interior, Sebastián Montenotte, y el encargado del Programa de Seguridad Ciudadana, Gustavo Ferragut, entre otros colaboradores. El intendente expresó que “es la primera vez que un funcionario de la jerarquía del Secretario de Seguridad Interior viene a Balcarce a manifestar su acompañamiento en materia de seguridad a nuestro gobierno por lo que estoy muy agradecido”.  El funcionario nacional señaló que “nos comprometimos a venir cuando nos visitó el Intendente a los efectos de poder trabajar mancomunadamente para lograr que los ciudadanos aplaquen el flagelo de la inseguridad. Durante muchos años recibimos por parte del Estado una respuesta de que este no era un problema real sino una sensación. Lo primero que hemos hecho desde el gobierno del presidente Macri y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, es declarar la Emergencia en Seguridad Nacional. Ello significa dos cosas: una es reconocer lo que todos los ciudadanos del país ya sabíamos y de ahí en más tener un diagnóstico para poder aplicar políticas concretas para luchar con este flagelo que tiene muchas aristas y una es la lucha contra el narcotráfico”. “La declaración de emergencia también comprende una fuerte inversión en formación, recursos humanos y tecnología para que nuestra fuerzas no corran desde atrás porque durante muchos años no se reconoció como un problema. Comparar tasas delictuales con otros países tiene efectos relativos”, agregó. En cuanto a la instrumentación del programa que se estará aplicando, el subsecretario de Logística Federal del Consejo de Seguridad Interior, Sebastián Montenotte, explicó que “queremos incorporar a la ciudad en el programa de Fortalecimiento de las Capacidades de los Gobiernos Locales en el uso de tecnología dotándola de nuevas herramientas y mejorando lo que está instalado. Tenemos otra  área que trabaja la capacitación del personal que hace su uso y otra que hace una evaluación de cómo avanza la situación en función de las medidas que se van tomando. En esta primera etapa, de varias que tiene el programa, incorporamos a la ciudad y vamos a empezar en los próximos días a trabajar con un relevamiento de todos los componentes que están dedicados a la tarea para poder tener en marcha cámaras de video vigilancia, alarmas comunitarias y botones antipánico”. El tema de la seguridad es un tema que desvela al intendente y es claramente su principal preocupación. Por eso todos los esfuerzos apuntan ahí. No sólo por el impacto que tienen en la opinión pública los hechos delictivos, sino porque pretenden que la luna de miel no se transforme aún en una pesadilla.

La salud. Otro de los grandes desafíos que enfrenta la gestión Reino es la reestructuración del sistema de salud de Balcarce tal cual fue pensado hace más de veinte años. El intendente debe resolver cómo instrumentará el pago de los honorarios médicos, el destino de la contribución de la salud (se pretende que pase a ser una tasa) y cambios de funcionamiento, sin resentir la relación del gobierno con la Asociación de Profesionales de la Salud. Según pudo saber La Vanguardia, el intendente  quiere aplicar cambios drásticos, pero recorrerá el camino de la gradualidad.

Gabinete. Por el momento el intendente no tiene pensado hacer cambios en el gabinete, al margen de que considera que en algunas áreas es necesario otro impulso. La austera Fiesta del Automovilismo y la experiencia no muy positiva de la Fiesta del Deporte, fueron una especie de tubos de ensayos para funcionarios que debieron responder ni bien asumieron con una consigna inquietante: hacer mucho con pocos recursos. En esa línea,  parece que el crédito a favor se terminó y de aquí para adelante el nivel de exigencia será mayúsculo para propios y extraños. No sólo porque esa dinámica la imprimirá el jefe comunal sino porque la gente lo demandará en la calle.

Inversiones. Uno de los anclajes que Reino cree puede tener la gestión son las nuevas inversiones que llegarán como la apertura de industrias que elegirán Balcarce para radicarse. Ese impulso que le darían las inversiones redundaría en un plan estratégico integral al que el intendente apuesta como punto de partida para el desarrollo productivo, además de la generación de empleo local, un tema también inquietante en los tiempos que corren.  

Obras públicas. Otras de las áreas donde la luna de miel parece haberse extinguido es en las demandas aun no respondidas a los crecientes reclamos de los productores y vecinos de la zona rural. Si bien el Municipio ha comenzado un trabajo a largo plazo, pero atendiendo las urgencias marcadas por veinte puntos críticos de la red, aún son repetidas las quejas de la gente por el estado que presentan algunos caminos. Aquí hay señales positivas, enlazadas con decisiones que tienen peso político pero fundamentalmente técnico, por lo que la proyección que hace la Municipalidad en este sentido es esperanzadora. Sólo deberá armonizar claro, los tiempos de la administración con los de la gente que padece hace años la consecuencia de una red de caminos desastrosa.

Monitoreo de la gestión. Después de apagar los incendios y severos inconvenientes que dejó una economía a punto de colapsar, el intendente Esteban Reino apuesta a monitorear la gestión desde un aspecto político y práctico. Por eso ordenó reuniones semanales con sus funcionarios para supervisar cada una de las gestiones que emprenden. Tiene en el arquitecto Carlos Katz un hombre en el que confía por su capacidad y conocimiento en obras públicas y en Ricardo Stoppani (secretario de Gobierno) y Francisco Ridao (secretario de Hacienda) para la tarea política, sumado a Gustavo Bianchini, principal referente del oficialismo en el Concejo Deliberante. Cerca del intendente hacen un relevamiento de las promesas realizadas durante la campaña y la manera de ir cumpliendo con esos compromisos que involucran a distintos sectores de la comunidad.

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