Un Ministerio para el orden social: ¿por qué tanta saña con el Potenciar Trabajo?

Un Ministerio para el orden social: ¿por qué tanta saña con el Potenciar Trabajo?

"Vinimos a poner orden", dijo Victoria Tolosa Paz, una y otra vez a la prensa. El señalamiento de unos pocos beneficiarios con consumos en dólares, fue excusa para una campaña de criminalización que no cesa. Cristina Kirchner fue la primera en llamar al control de los más pobres.

A los días de haber asumido Victoria Tolosa Paz, como ministra de Desarrollo Social, dos funcionarios renunciaron con críticas al ajuste presupuestario. Es que el recorte del Gobierno es indisimulable. A su vez, la ministra inauguró su mandato con un decreto presidencial que prohíbe el ingreso de más personas al Potenciar Trabajo.

Éste viernes, Tolosa Paz dio una conferencia de prensa donde informó sobre bajas en el Potenciar Trabajo; luego de que se registraran grandes consumos en moneda extranjera en algunas personas. Son pocas: sólo el 0,3% de los 1.300.000 dentro del programa.

Aún así, esta información se usó para avivar la campaña de criminalización a las organizaciones de desocupados, cuyos beneficiarios reciben apenas $27.000, por contraprestaciones laborales precarias, en municipios y cooperativas. Mientras los movimientos sociales opositores siguen movilizándose por miles, semana a semana.

En su discurso, Tolosa Paz insitió en esta idea: "vinimos a poner orden". Pero la dureza del Gobierno, no es para estos pocos que dio de baja. El verdadero "orden" en las cuentas fiscales, cayó con un recorte de 500.000 millones de pesos en las partidas sociales sobre jubilados, pensionados, beneficiarios de asignaciones familiares, de la AUH y otros. Así lo definió Sergio Massa en Estados Unidos, y así lo votó el Frente de Todos y la oposición de derecha -con el rechazo consecuente del Frente de Izquierda Unidad.

Solo en este contexto de brutal ajuste al servicio del FMI, se "explica": ¿por qué tanta saña con los más pobres?

Y aún más: con los pobres que deciden organizarse y pelear colectivamente contra el hambre y el ajuste, y por trabajo genuino con derechos laborales para todos.

En la misma conferencia, Tolosa Paz evadió responder si el Gobierno dará un bono de fin de año a los beneficiarios del Potenciar. En cambio dijo: "Estamos trabajando junto al ministro de Economia Sergio Massa, lo que van a ser las próximas semanas en materia de fin de año en el Ministerio de Desarrollo Social". Y luego agregó: “Queremos transitar un fin de año en paz y con orden social”.

Más avanza la crisis económica y social, más se imponen las condiciones del FMI... Y el Ministerio de Desarrollo Social, más se muestra como el Ministerio del Orden Social.

Por lo pronto, desde el 22 de noviembre al 6 de enero: todos los beneficiarios de cualquier programa social, deberán subir sus datos biométricos a la app Mi Argentina. Quien no lo haga, se le dará de baja: sea AUH, el Potenciar o cualquier otro.

Orden social y control directo sobre las personas.

La saña de Cristina

Fue Cristina Fernández de Kirchner quien lanzó la primera piedra sobre el sector más pobre de la sociedad, organizado en los llamados movimientos sociales -en junio. Su preocupación central fue, no casualmente, el problema del "control". Apuntando contra las organizaciones, planteó que deberían ser los intendentes y gobernadores quienes administren y controlen los programas.

A los días de este dicurso, la derecha avanzó en allanamientos a comedores populares en la provincia de Jujuy, y el fiscal Guillermo Marijuan comenzó a abrir causas judiciales, sin pruebas ni sustento, a los dirigentes de las organizaciones de la izquierda. Ahora, el mismo fiscal se hizo un festín con ese 0,3% y metió la cola de la justicia penal.

¿Por qué CFK comenzó a meter cizaña en este tema? Hubo y hay una pizca de interna, con el oficialista Movimiento Evita de Emilio Pérsico, que busca disputar la intendencia del partido bonaerense de La Matanza. Pero sobre todo, una necesidad de recuperar el control directo de los pobres, en manos de los representantes del régimen político. Y un rechazo a la organización y cualquier sombra de autonomía para los más precarizados.

Como dijo CFK en La Plata, "con la democracia no se pudo ni comer, ni curar, ni educar". Se ve como un espectro la posibilidad de que el pueblo trabajador y pobre, movilizado por sus demandas y necesidades, pueda poner en jaque las instituciones que tanto le costó al kirchnerismo recomponer, luego de la rebelión popular del 2001.

Autorganización y unidad de los trabajadores

Para evitar cualquier manejo discrecional en los programas sociales; deben ser los propios trabajadores desocupados y precarios quienes definan en asambleas y espacios democráticos de organización, cómo pelear, por qué pelear y cómo auto-administrar los programas sociales y derechos conquistados.

Por otro lado, para enfrentar el ajuste y conquistar trabajo genuino y con derechos para todos, es fundamental la unidad entre los trabajadores ocupados y desocupados. Si se reduce la jornada laboral a 6 horas, 5 días, y se reparten las horas de trabajo, se podría generar 1 millón de nuevos puestos de trabajo, en las principales empresas del país.

Coordinar las diferentes luchas que se vienen dando, en el sector de salud, docentes, movimientos sociales y otras: es el primer paso para lograr esta unidad imprescindible para tirar abajo el pacto del FMI y conquistar todos los derechos para el pueblo trabajar y pobre.

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