Martín Llaryora prendió la mecha del PJ territorial a la espera de nuevas alianzas

Martín Llaryora prendió la mecha del PJ territorial a la espera de nuevas alianzas

El candidato de Schiaretti reunió a 200 intendentes para reforzar su llegada en el interior. Arenga, promesas y fe en las encuestas. Caras nuevas, en 15 días.

Más de mil dirigentes provinciales, entre los que se destacó la presencia de unos 200 jefes y jefas comunales, se reunieron este martes en el Hotel Quorum de la capital cordobesa en el encuentro con el que el cordobesismo buscó ajustar las tuercas de la nave oficial que lleva como estandarte a Martín Llaryora para disputar la provincia en las elecciones del próximo 25 de junio, que definirán al sucesor de Juan Schiaretti.

“Dentro de poco tiempo nuestra coalición se ampliará con otros dirigentes políticos que van a aportar su capacidad y experiencia”, dijo el intendente de la capital, que abrió la expectativa respecto a la incorporación de nuevos actores a la coalición oficialista. La idea original era comenzar a oficializar el desembarco de figuras extrapartidarias esta semana, pero el lanzamiento que incluirá un nuevo nombre para Hacemos por Córdoba se postergará algunos días.

Frente a un salón colmado por representantes del interior provincial, Llaryora aseguró que el peronismo cordobés se jugará el 25 de junio una apuesta para “que Córdoba siga teniendo obras y progreso, en cada rincón, en cada paraje”. “Es importante entender que nosotros tenemos que llevar obras a todos lados”, dijo buscando diferenciarse de los discursos opositores, a los que relacionó directamente con las gestiones provinciales que antecedieron a la llegada de José Manuel De la Sota al gobierno a finales del siglo pasado.

“Cuando escucho que nos critican por hacer obras es porque no entienden la gestión o porque tuvieron todo. Cuando entre acá no podía creer que no tuvieran agua potable”, dijo, ampliando esa crítica a los actuales referentes opositores y señalando la situación en la que su gestión encontró la Municipalidad luego de las gestiones del radical Ramón Javier Mestre y de Luis Juez, el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio.

“Les quiero decir, muchachos, que mi compromiso es con el progreso”, apuntó, anticipando una serie de proyectos que prometió llevar a cabo en su potencial gobernación. “Sin obras no hay progreso, no hay salud, no hay educación. No han entendido nada de lo que es el desarrollo y la posibilidad de gobernar”.

“Vamos a seguir haciendo y no tengan duda que vamos a ser nosotros los que vamos a resolver el conflicto docente y tener más educación”, aseguró recogiendo el guante de uno de los conflictos que por estas horas concentra la tensión política en la provincia.

Schiaretti y la importancia de defender el modelo

Tras realizar su tradicional defensa del modelo de gestión Córdoba, el mandatario provincial trazó un duro contexto en el que se definirá al próximo gobernador de Córdoba. Cuestionó al gobierno nacional aunque, para mantener la paz interna con el grueso de intendentes presentes que se identifican nacionalmente con el Frente de Todos, puso el acento en su tradicional mensaje antigrieta.

Habló de “una Argentina que está sin nada por culpa de quienes se viven peleando como perros y gatos” y advirtió sobre un país con "una altísima inflación, en el que se deteriora la vida de la familia argentina”. En ese contexto reconoció un humor social marcado por “una mirada de rechazo de la sociedad frente a la dirigencia política, que gira en una órbita que nada tiene que ver con los problemas que vive la patria” y advirtió sobre expresiones políticas “que representan ese hartazgo frente a la dirigencia política autista”.

“Mientras la dirigencia esté embebida en la grieta solo va a girar en una órbita que nada tienen que ver con los problemas de la sociedad”, señaló el gobernador que aseguró que el proyecto político que lidera es “la expresión de la Córdoba productiva y del trabajo, de la justicia social y de la Córdoba federal, la expresión de la Córdoba que no se arrodilla ante nadie”.

“No podemos conformarnos con lo que hemos hecho, porque la vida es cambio”, afirmó Schiaretti, sin miedo a mencionar la palabra que identifica a la coalición opositora, y definió a quienes colmaron el recinto como “la nueva dirigencia que tiene todas las condiciones para seguir el camino que iniciamos con José Manuel” De la Sota. “Nadie puede quedarse durmiendo en los laureles de lo que consiguió”, remarcó.

“El interior profundo fue siempre la viga maestra que sostuvo nuestra fuerza política. De allí nació un dirigente que vino a transformar la ciudad de Córdoba y va a ser el próximo gobernador”, señaló el mandatario provincial buscando reforzar la base electoral que siempre le resultó central al modelo para mantenerse en el poder provincial durante casi un cuarto de siglo.

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