El manejo de la policía divide a la provincia

El manejo de la policía divide a la provincia

Termina una semana en la cual arreciaron los rumores de renuncia del ministro de Seguridad, Sergio Berni, por presiones de la Casa Rosada e incluso hubo fuertes rumores de que el propio presidente Alberto Fernández le habría bajado el pulgar, a pesar de lo cual no hubo novedades en la materia y tras una reunión conciliadora que encabezó Axel Kicillof, las aguas parecieron calmarse.

 

Sin embargo, apenas horas después de su encuentro con Sabina Frederic, el funcionario bonaerense volvió a la carga y durante un diálogo periodístico sugirió que su par nacional era una "aficionada", a la vez que destacó su formación profesional en seguridad y la utilización de un "método".

Esta vez no hubo respuestas de parte de la gestión nacional, pero quedó claro que el titular de seguridad bonaerense "tiene banca" para actuar con un alto grado de independencia del propio Axel Kicillof, lo que quedó demostrado cuando se dio a conocer el borrador de un proyecto de unificación de la conducción de la Policía Bonaerense con la policía local y las comisarías de la mujer que desconocían en otras áreas del gobierno.

La peor parte en este caso se la llevó la ministra de la Mujer, Estela Diaz, que tomó contacto con el proyecto a través de la prensa y a pesar de que la iniciativa busca modificar la estructura de las Comisarías de la Mujer en territorio bonaerense. "Trabajamos de forma coordinada con todas las áreas, especialmente Seguridad, por lo que seguramente vamos a trabajar sobre el proyecto", fue la no-respuesta de la funcionaria al ser consultada sobre la iniciativa de Berni.

Pero además el borrador sorprendió incluso a los intendentes, que eran en definitiva los que venían reclamando una modificación que les permitiera tener mayor injerencia en la planificación de las estrategias de seguridad a nivel local, para lo cual el proyecto ministerial crea una "Mesa de Coordinación", que dejó a los jefes comunales con sabor a poco, ya que solo tendrán directamente bajo su órbita los sistemas de monitoreo y las acciones de defensa civil.

El apuro de los jefes comunales se debe además a la tardanza de las nuevas autoridades en el recambio de la cúpula policial, ya que según los nuevos intendentes peronistas y también algunos que renovaron su mandato, las jefaturas departamentales están en manos de uniformados "amarillos" es decir cercanos al gobierno anterior, por lo que no hay respuestas, ya que la dirección de la Bonaerense seguiría respondiendo a Cristian Ritondo.

Según trascendidos, eso forma parte además de un "acuerdo" entre el actual diputado nacional y su sucesor para evitar sobresaltos mientras se avanzan con las transformaciones, y para que, en caso de que los hubiera, se pueda quemar el fusible de la "herencia", una oportunidad que también tuvo Ritondo cuando sucedió en la gestión a Alejandro Granados, el último ministro del área del gobierno sciolista.

Mientras tanto avanza la idea de centralizar el mando de las fuerzas de seguridad bonaerense creando la figura de “Estación de Policía” que, a diferencia de la tendencia de los gobiernos anteriores, buscará una mayor centralización de las decisiones, lo que pone nuevamente en alerta a los alcaldes peronistas, que vienen reclamando mayor control local sobre los uniformados.

Por el lado de Cambiemos no hubo todavía una toma de posición clara y eso responde fundamentalmente a que no hubo recambio en la conducción de la fuerza, por lo que criticar al modelo actual sería criticar a la gestión de María Eugenia Vidal, algo que todavía está completamente vedado entre los integrantes bonaerenses de Juntos por el Cambio.

Lo que si hubo es una clara manifestación de preocupación por las diferencias surgidas entre Nación y Provincia. Con ese dato en mano varios intendentes advirtieron que los encontronazos “no suman” y reclamaron una mayor articulación entre los distintos niveles del Estado, poniendo como ejemplo lo ocurrido durante la gestión anterior, es decir, que no desaprovecharon la oportunidad de llevar un poco de agua para su molino.

Lo que está claro es que el manejo de la policía vuelve a estar en el centro de la escena y divide las posiciones en la provincia, y lo seguirá haciendo, al menos, hasta que la gestión actual decida si avanza o no con las transformaciones de fondo que promueve la cartera que conduce Berni.

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