/En el marco de la reciente alianza electoral, el precandidato a presidente por el PRO y el intendente local dialogaron con vecinos. Así, Oscar Luciani lanzó su campaña en busca de la reelección.
Los precandidatos a presidente Mauricio Macri, a gobernadora María Eugenia Vidal y el intendente Oscar Luciani –que busca su reelección- hicieron campaña esta tarde por el barrio San Cayetano. En una modalidad que lleva adelante el PRO, fueron casa por casa, hablaron con los vecinos, escucharon sus reclamos y también debieron soportar, con una sonrisa que parecía extraída propia de un afiche, filosas críticas.
Seguido de cerca calle de por medio por un sequito de guardaespaldas que no pasaban inadvertidos y un enjambre de fotógrafos y periodistas que conforman el equipo de prensa del jefe de gobierno, la presencia de Macri con su hija Antonia causó el alboroto de vecinos que se vieron sorprendidos por su visita como así también por el movimiento de vehículos que lo acompañaban y un grupo de sujetos vestidos de negro que imponían temor con sólo mirarlos.
La "timbreada" macrista comprendió domicilios de calle Alsina entre el 1800 y el 1500. "En una casa en Humberto 2075 tomó mate con un vecino", subrayó Juan Giordano, agente de prensa del Pro local que acompañó a Nicolás Quarenta, referente del macrismo en la ciudad.
En una de la casas, el ex presidente de Boca se vio en apuros cuando una vecina le recriminó por no poner fin a la proliferación de talleres textiles clandestinos que hay en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ante el cuestionamiento, Macri trató de eludir la incómoda solicitud al expresar: "Eso dicen los medios". La vecina, rápida de reflejos, lo dejó sin palabras al retrucarle: "¿No me va decir que TN miente?".
Macri, Vidal y Luciani se encaminaron para otro domicilio mientras uno de los hombres de prensa con acento castizo le decía a su compañera de trabajo: "Ese es el riesgo que se corre".
"Cambio y seguridad queremos", reclamó otra vecina al tiempo que una señora con tono aflautado señaló en este mismo sentido: "Yo vivo a la vuelta, por el Colegio Jean Piaget, y ya me entraron a robar dos veces. Tuve que poner alarma hasta en el baño. Es tremendo, ya no se puede salir. Desgraciadamente ya no es el Luján de antes. Yo quiero un cambio". Macri, Vidal y Luciani parecieron tomar nota. Un segundo después la misma señora le pidió al ex presidente de Boca Juniors: "¿Me puedo sacar una foto?". Macri accedió gustoso. Lo mismo hizo cuando una adolescente le dio el celular para que le grabe un mensaje y Macri le pidió el voto con la promesa de cambio.
Un par de casas más adelante, un matrimonio joven abrió la puerta y se encontró con los precandidatos. La vecina admitía que de política no sabía nada. Un muchacho se acercó, intercambió un par de palabras y pareció convencido de votarlo. Otro hombre le hizo saber el problema de la inseguridad que atraviesa Luján en estos momentos: "Nos están afanando todos los días y a cualquier hora. Si no es General Paz es en Ituizaingó". A esta altura, Macri y Vidal parecían no entender nada de asuntos locales.
Antes de llegar a la vivienda de al lado, apareció una señora mayor que se quejó ante Macri porque en la cuadra no pasaba el recolector de basura. "Así no se puede vivir –dijo-. Que tenga mucha suerte", le deseó mientras Luciani atendía el reclamo de la vecina y el ingeniero con la pequeña Antonia y Vidal enfilaban hacia una imponente Honda Pilot que escoltada por una fila de VW Vento que parecían haber salido recién de una consecionaria, los llevara a localidad de Jáuregui.
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