Luego de las PASO, se abre una nueva pelea electoral

Luego de las PASO, se abre una nueva pelea electoral

Pese a que los porcentajes de las primarias hacen presumir que todo está dicho de cara a octubre, la realidad es que el 20% del electorado que sufragó el domingo deberá, obligadamente, cambiar su voto, ya que sus candidatos no estarán en octubre. Retenerlos dentro de los frentes electorales y convencer a los insatisfechos que votaron en blanco o anularon su sufragio serán las claves para el resultado final.

Concretadas las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) este domingo, se abre el segundo proceso electoral para las generales del 22 de octubre. Habiendo existido internas en las principales fuerzas en disputa, la mirada está puesta ahora en cómo se reacomodará cada uno de los frentes de cara al 22 y una forma de poder proyectarlo es ver qué ocurrió en las primarias de 2013, la única que fue únicamente parlamentaria, porque sabido es que cuando se eligen cargos ejecutivos junto con los legislativos, el comportamiento del electorado es totalmente distinto.Como en 2013 sólo se eligieron diputados, la única forma de trazar un paralelismo válido de aquella elección con la actual es mirar el desarrollo de la misma categoría, aún teniendo candidatos distintos.Cabe recordar que la lista ganadora el domingo, “Juntos por el Cambio”, se presenta como lista parlamentaria desde 2013. En las PASO, al igual que en estas, tuvo interna y quien encabezaba la propuesta de la misma era Eduardo Costa, enfrentando al hoy intendente de Caleta Olivia, Facundo Prades.En aquella ocasión, Unión Para Vivir Mejor se impuso como alianza electoral en las PASO con el 45%, cosechando 67.190 votos en total. Cuatro años después, en la misma categoría, logró un 45,87% y un total de 74.249 votos sobre un padrón que se vio acrecentado en 24.900 votos en estos cuatro años.Ahora, a la hora de ver en particular la lista ganadora de Juntos por el Cambio, nos encontramos que en cantidad de votantes, en la categoría a diputados, prácticamente fue calcada una elección con la otra, ya que en las PASO 2013 la lista obtuvo 49.980 votos y su contrincante en la interna (Facundo Prades) cosechó 17.210 votos, mientras que en la elección del domingo Juntos por el Cambio (Roxana Reyes) logró 49.796 votos (200 votos menos que en 2013) y sus contrincantes sumaron 20.631 (Pablo Fadul) y 3.822 votos (Sandro Levín).En el caso del Frente para la Victoria, en 2013 fue por fuera del PJ y logró el 23,3% y un total de 34.708 votos. En esta ocasión con el sello del PJ y dos listas en disputa, sumó 47.105 votos, de los cuales la lista “pura” del FPV que candidateaba a Juan Vázquez logró 38.034 votos y su contrincante (Claudio Silva) sumó 9.071.Por fuera del PJ, en esta ocasión encontramos como expresión peronista a Proyecto Sur, que postuló a Daniel Peralta a senador y a Osvaldo Pérez como candidato a diputado (con 11.311 votos), además del Frente Renovador de Blassiotto, que impulsó a Olga Reinoso (6.033 votos). De esta forma, nos encontramos que si sumamos todas las expresiones del peronismo “no kirchnerista” nos encontramos que alcanzan, apenas, los 26.415 votos, casi 6 mil votos menos que lo que el PJ obtuvo en 2013 (32.253).En lo que hace a la izquierda, ambas expresiones, tanto la del Partido Obrero (FIT) como la del MST (Izquierda al Frente), mostraron un crecimiento tanto porcentual como de caudal electoral de cara a la contienda por las bancas en la Cámara Baja del Congreso, aunque con nulas posibilidades de obtener una de ellas. 

La pelea a octubreEl domingo por la noche el búnker del FPV estaba exultante, pese a haber salido segundos. Es que la lectura que se hacía y reveló en su discurso Pablo Grasso les hace crecer esa expectativa.Siguiendo con el análisis de la elección a diputados, la diferencia entre los votos “reales” de Juntos por el Cambio de Roxana Reyes (49.796) sobre Unidos por Santa Cruz del FPV con Juan Vázquez es de 11.762 votos.Y la realidad es que habrá 33.524 santacruceños que votaron afirmativamente el domingo que deberán, obligadamente, cambiar su voto, ya que las listas que eligieron no estarán en el cuarto oscuro de septiembre: los 20.631 de Pablo Fadul (UPVM), los 3.822 de Sandro Levín (UPVM) y los 9.071 de Claudio Silva (FPV). De ese universo, sólo parecen como más fieles a mantenerse dentro del mismo frente electoral los votos del PRO que cosechó Levín a favor de Roxana Reyes. Eso igualmente deja casi 30 mil votos que habrá que ver cómo se distribuyen de cara a octubre y es ahí donde el FPV pretende dar la pelea, como así también la fórmula Costa-Reyes, ya que el propio Eduardo Costa, en su discurso del domingo a la noche, tendió un puente, fundamentalmente hacia Carlos Prades, reconociendo su labor, toda vez que en Caleta Olivia fue el claro ganador de las PASO. Si miramos lo que ocurrió en 2013, cuando también un 25% del total de los votos de UPVM estaba en manos de la “oposición” dentro del frente de Costa, nos encontramos con que en la elección final prácticamente el hoy candidato a senador logró retener la totalidad de los votos en disputa. Ya que de los 67.190 votos que tuvo UPVM en las PASO en total, en las generales cosechó 67.116. En tanto que el FPV sólo logró sumar 500 votos a la general, en detrimento de los que el PJ había logrado. Por su parte, el Partido Obrero fortaleció su performance de las PASO a las generales, ya que en 2013 sumó casi 5 mil votos al pasar de 11.858 a 17.655.Más allá de que aún restan 70 días para el 22 de octubre y los reacomodamientos pueden ser muchos, por ahora la historia electoral da cuenta que el resultado actual terminará siendo consolidado de cara a octubre, aunque dependerá de cómo encaren este tramo final de la campaña las distintas fuerzas electorales y si logran tender los lazos efectivos hacia adentro de cada frente para contener a los que se quedaron sin candidatos y sumar aún un poco más, sobre todos a los renegados.Es que no es menor el alto porcentaje de votos en blanco (3,33%) y sobre todo nulos (4,84%) que hubo en estas primarias y hacia ellos, también, quienes quieren mejorar su resultado electoral, deberán dirigir sus esfuerzos para transformar esos votos blancos o nulos en votos “afirmativos”.

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