En vez de hacer industria, Sturzenegger le sugirió a los fueguinos convertir la isla en "un parque de diversiones de nivel mundial". La eliminación de aranceles a la importación de celulares disparó el conflicto. Más de 6000 empleos en peligro
Por Raúl Dellatorre
Metalúrgicos en paro por tiempo indeterminado en Río Grande y Ushuaia. Imagen: Prensa
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Tierra del Fuego dispuso un paro total por tiempo indeterminado iniciado a las 12 horas de este miércoles, y que se extenderá "hasta alcanzar una resolución favorable al mantenimiento de la continuidad laboral" de los trabajadores de la industria electrónica de la provincia. La continuidad de la actividad quedó amenazada opor la decisión del gobierno nacional de eliminar aranceles a la importación de celulares y rebajas en otros productos de la misma rama. Hubo diversas manifestaciones en rechazo a esas medidas y un repudio muy particular a declaraciones del ministro Federico Sturzenegger, quien se burló de los 6000 trabajadores amenazados de perder su empleo, señalando que Tierra del Fuego debería abandonar sus ambiciones industriales y "convertirse en un parque de diversiones de nivel mundial".
En un comunicado, el gremio explicó que la medida es una respuesta directa a los anuncios oficiales, que –según señalan– representan un fuerte impacto negativo en la estructura productiva local. "Defendemos la industria fueguina, los puestos de trabajo y el derecho soberano a continuar habitando esta provincia", expresó el Congreso de Delegados de la UOM.
Además del cese de actividades, el sindicato convocó a una movilización en el centro de Río Grande, en señal de protesta. Dicha ciudad es la que concentra la radicación de empresas industriales en la provincia. Son muy pocas las que tienen establecimiento productivo en Ushuaia, que es un centro principalmente turístico.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció el martes una reducción gradual (en dos etapas, hasta su total eliminación) de los aranceles a la importación de teléfonos celulares, indciando que con esa medida bajarían los precios al público de esos aparatos.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, justificó este miércoles la medida afirmando que, aunque podría "reducir algunos empleos en la isla", pero a cambio habrá "un beneficio de productos más baratos para 47 millones de argentinos, lo que generará dinero extra en el bolsillo" que se volcará al consumo. El ex funcionario de los gobiernos de Fernando de la Rúa (2001) y Mauricio Macri (2016/2018) opinó que "ese gasto adicional creará mucho más empleo que los que se pierden, porque el ensamblaje es una actividad poco intensiva en el uso de mano de obra".
En su habitual estilo de formular argumentos sencillos que, en realidad, encubren falacias, Sturzenegger aseguró: "El régimen de promoción industrial instaurado en los años 70 impidió el desarrollo de otras potencialidades económicas de la región. Yo pienso que su efecto es devastador. Tierra del Fuego podría ser Nueva Zelandia. En realidad mucho más que Nueva Zelanda, porque es la puerta al destino turístico con mayor potencial del mundo que es la Antártida. Pero tiene de todo: navegación, trekking, glaciares, esquí en contratemporada. Debería ser un parque de diversiones mundial que reciba millones de turistas al año. En pocos años debería converger a niveles de ingreso europeos". ¿Y qué hacemos? Le degradamos el paisaje con galpones industriales".
El desconocimiento de Sturzenegger sobre Tierra del Fuego mereció el repudio, pero no las bromas que hubieran sido lo habitual, si no fuera por la dramática situación a la que somete a la población la brutal decisión del gobierno nacional. El centro turístico de la provincia, por ubicación geográfica e infraestructura, es Ushuaia. El punto de radicación de las plantas industriales es Río Grande, ubicada a 212 kilómetros atravesando las cadenas montañosas que cruzan la isla, ya que ambas ciudades están ubicadas en costas opuestas (Ushuaia al sur, Río Grande al noreste). Difícilmente se aprecien los galpones de Río Grande desde los puntos de circulación turística como para "degradar el paisaje".
Con mayor responsabilidad y compromiso con la población, le respondió el gobernador Gustavo Melella (ex intendente de Río Grande) a través de declaraciones por una emisora radial: "Sturzenegger es un tremendo atorrante. Si un ministro dice eso, es un atorrante o un ignorante. Les pido a los de su partido que le expliquen que no somos eso. ¿Tiene que haber una sola actividad productiva? No conocen la provincia".
Ya el mismo martes de los anuncios, Luis Galli, CEO de Newsan, una de las mayores empresas del sector en la provincia, había expresado que las medidas para abaratar la importación ponían en dudas la continuidad de la actividad industrial. "El empresario se adapta, según las circunstancias, fabricamos o importamos, según la economía argentina se abra o se cierre". Pero agregó: "El problema es toda esa gente que está trabajando, las consecuencias son para ellos. Y para la provincia, que van a ser muy altas: el 35% del Producto Bruto de la provincia de Ushuaia es la industria electrónica".
Melella agregó que la medida "es un golpe muy duro para la industria de Tierra del Fuego. Esta decisión responde al acuerdo con el FMI, que exige eliminar los beneficios a nuestra provincia". Mientras que la senadora fueguina Cristina López (PJ) advirtió, en declaraciones citadas por el medio local Tiempo Fueguino, que "lamotosierra de Milei pone en riesgo los empleos de la industria fueguina; esta medida va a provocar en Tierra del Fuego desempleo, desinversión y un devastador impacto social. Vamos a defender el trabajo fueguino. No vamos a permitir que destruyan nuestra industria. Detrás de cada fábrica en Tierra del Fuego hay una familia, un sueño y un futuro".
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